BERLÍN
(apro).- Cuando los hermanos Winter fueron contratados como asesores
informáticos, en noviembre del año 2000, sólo contaban con 13 y 14 años
de edad cada uno. Ambos eran menores de edad y su contratación iba en
contra de las leyes, pues en este país el trabajo infantil está
prohibido.
Pero ese factor, 13 años después, queda en un segundo
plano al conocerse que su empleador fue su propio padre y presidente de
la Comisión de Presupuesto del Parlamento de Bavaria, Georg Winter, y
que el salario de los dos menores provenía del erario del sureño estado
federal alemán.
Así, durante 12 años (del 2000 al 2012), los hijos
del político miembro de la Unión Social Cristiana (CSU, por sus siglas
en alemán) “trabajaron” para su padre parlamentario por una suma total
aproximada de 45 mil euros (765 mil pesos, aproximadamente) que
provenían de los contribuyentes.
El caso ejemplifica una vieja
práctica de nepotismo que durante mucho tiempo estuvo dentro del marco
de la legalidad, pero que a partir del año 2000 fue prohibida en
Bavaria, y que hoy se ha convertido en un escándalo más de la clase
política alemana al divulgarse la lista con 79 nombres de las
autoridades y parlamentarios regionales que, pese a la prohibición,
continuaron empleando a familiares en primer grado, con cargo al erario.
El
asunto toma relevancia si se considera que este es un año electoral en
el que la canciller Angela Merkel buscará su reelección en septiembre, y
que de los 79 casos de nepotismo, la inmensa mayoría son políticos que
pertenecen a la CSU, el partido hermano en la boyante Bavaria de la
Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán) de la
canciller Merkel. Aunque también se encuentran siete nombres de
políticos del Partido Social Demócrata (SPD, por sus siglas en alemán) y
hasta uno del Partido Verde.
Malas prácticas Para los alemanes el
nepotismo no es una práctica desconocida y se trata, según lo divulgado
por la prensa de este país, de una costumbre añeja que con el tiempo se
desplazó más al ámbito de lo inmoral y perdió espacio dentro de lo
legal. De ahí que, paulatinamente, en todos los estados federados
alemanes la práctica quedara prohibida.
Para el próspero estado de
Bavaria, el momento de legislar al respecto llegó en el año 2000. El
parlamento regional prohibió entonces la contratación de familiares
directos o en primer grado, considerándose dentro de éstos sólo hijos,
padres y cónyuges, no así hermanos.
Hoy se sabe que justo antes de
que la nueva ley entrara en funciones, un nutrido grupo de
parlamentarios y ministros locales se beneficiaron de la cláusula que
establecía que los contratos que fueran cerrados dentro del año 2000
tendrían un periodo de gracia.
Esto es, la excepción que rompe la
regla. Y vaya excepción: desde la prohibición, 79 diputados siguieron
empleando a padres, hijos y/o cónyuges. Todavía hasta el año pasado 17
parlamentarios, todos de la CSU, tenían a sus familiares directos en
nómina.
Junto con el de Georg Winter, destaca el caso del jefe del
grupo parlamentario de la CSU, Georg Schmid, quien durante 23 años
empleó a su esposa como secretaria y asistente por un salario promedio
de cinco mil 500 euros mensuales, algo así como 93 mil pesos al mes.
Las
denuncias, rumores y presiones sobre el nepotismo en Bavaria obligaron a
la presidenta del parlamento, Bárbara Stamm, a hacer pública la lista
con los nombres el pasado 3 mayo.
Así se supo también, por
ejemplo, que la ministra de justicia del gobierno bávaro, Beate Merk,
contrató a su hermana; el ministro de Cultura, Ludwig Spaenle, a su
esposa, al igual que otros cuatro ministros del CSU que también
emplearon como asistentes a sus cónyuges: el ministro de Agricultura
Helmut Brunner, el secretario de estado de cultura Bernd Sibler, el
secretario del interior Gerhard Eck, y el secretario de estado de
finanzas, Franz Pschierer.
Del escándalo también forma parte el
dimitido jefe del grupo parlamentario socialcristiano, Georg Schmid, que
contrató a su esposa como asistente y secretaria con un salario de 5
mil 500 euros mensuales.
Cobro de facturas Las facturas por los
excesos ya comenzaron a cobrarse y tanto Georg Winter, presidente de la
comisión de presupuesto del parlamento regional como Georg Schmid,
presentaron la semana pasada sus respectivas dimisiones a los cargos que
ostentaban.
También en la oposición, desde el SPD, se intentan
enmendar los errores. El secretario general del partido en Bavaria y
parlamentario Harald Güller, quien en 2009 empleó a su hijastro durante
dos meses por un sueldo de 7 mil 400 euros (125 mil pesos), dejó su
cargo dentro del partido y reembolsó el dinero pagado a su familiar.
En
la lista dada a conocer por la presidenta del parlamento no aparecen,
sin embargo, los nombres de aquellos diputados que han contratado a
hermanos y familiares en segundo, tercer y cuarto grados.
El
escándalo desatado en Bavaria generó que la ONG Transparencia
Internacional en Alemana emitiera severas críticas a las prácticas de
los políticos alemanes y en un comunicado de prensa consideró que hacer
pública la lista no es suficiente.
“Los parlamentarios bávaros han
abusado del poder confiado para su beneficio propio. Me molesta que no
se explique de forma consecuente y que tampoco se asuman las
consecuencias necesarias al respecto”, aseguró la presidenta de
Transparencia Internacional Edda Müller.
La organización exigió
que también se haga del conocimiento público a quienes brindan empleo a
costa del erario alemán a familiares de segundo a cuarto grado y
denunció que en el estado de Brandemburgo también se siga ejerciendo
esta práctica poco sana. Y no será sino hasta septiembre, en plenas
elecciones generales, cuando se conozcan las consecuencias reales de
este escándalo que podría representar para la canciller Merkel una
piedra molesta en el camino rumbo a su reelección.
/ Prisma Internacional/ 31 de mayo de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario