La alternancia presidencial de 2000 demostró que muchos priistas no sólo ignoraban cómo ser opositores al gobierno, sino que su credo real era el poder. Muchos de ellos emigraron al PAN como candidatos a puestos de elección, cuadros administrativos y hasta voceros. El que estos verdaderos “hombres del sistema” no encuentren obstáculos para volver a ocupar puestos oficiales ahora que el PRI está de vuelta, o se refugien en las gubernaturas panistas, demuestra en realidad de qué están hechos ambos partidos.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Inconformes
con las decisiones cupulares, en desacuerdo con la designación de
candidatos a cargos de elección popular, o por puro pragmatismo cuando
hubo cambio de partido en el poder, personalidades importantes del PRI
pasaron al PAN como miembros activos, adherentes y candidatos
ciudadanos, y encontraron espacio en los gobiernos de Vicente Fox y de
Felipe Calderón.
En algunos casos, el cambio de partido les
reditúa hasta el momento, pues se convirtieron en figuras relevantes en
el PAN. Por ejemplo, Javier Lozano Alarcón fue candidato a diputado,
vocero del comité nacional y funcionario de diferentes administraciones
en Puebla, y de Gobernación con Diódoro Carrasco, todo con el PRI.
Renunció al partido en 2005, apoyando la candidatura de su antiguo
compañero de aula en la Escuela Libre de Derecho, Felipe Calderón, quien
lo convirtió en secretario del Trabajo.
Después Lozano figuró
entre los aspirantes a la candidatura presidencial del PAN y declinó a
favor de Ernesto Cordero, quien no logró la nominación, aunque ambos
fueron integrados a la lista de senadores. Hoy es uno de los
protagonistas del desencuentro con la dirigencia panista detonado por el
Pacto por México.
Antes que él, otro expriista se encumbró en el
panismo: Florencio Salazar Adame. Miembro del extinto grupo de José
Francisco Ruiz Massieu, fungió como alcalde de Chilpancingo, Guerrero,
estado en el que fue dos veces diputado local y una federal por el PRI.
En marzo de 2000 se sumó a la campaña de Fox, quien lo designó
secretario de la Reforma Agraria en 2003, cargo al que llegó luego de
estar al frente del Plan Puebla-Panamá. En 2006, Salazar fue secretario
general adjunto del PAN (Proceso 1229).
Otro caso: Mauricio
Valdés Rodríguez, mexiquense que fue diputado, senador y embajador
priista, en 1998 pasó al PRD y en 2000 apoyó a Fox, quien ya en el
gobierno lo designó procurador agrario.
También Addy Joaquín
Coldwell, hermana del actual secretario de Energía y exdirigente
nacional del PRI, Pedro Joaquín, militó en el PRI, que la llevó a la
diputación federal en la década de los noventa. Buscó la candidatura al
gobierno de Quintana Roo en 1998 y en 2005, pero no lo consiguió y se
afilió al PAN. Contendió por la gubernatura, pero perdió la elección. Un
año después coordinó la campaña de Calderón en la entidad y consiguió
una diputación plurinominal del Acción Nacional.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1912, ya en circulación)
/ 22 de junio de 2013)
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