Agueda Barojas Ontiveros
La que terminó fue una semana llena de acontecimientos que nos mostraron una realidad que no queríamos ver.
Guaymas navega entre la inmundicia humana que genera violencia,
ejecuciones, homicidios, agresiones, suicidios, violaciones, entre otras
cosas más.
Guaymas no puede ser ajeno al escenario de violencia que se vive en
el país por más que se empeñen los presidentes municipales en turno de
presumir que somos el municipio más seguro del Estado, lo vivido en las
últimas dos semanas les dio una bofetada.
El recuento de daños:
Un menor de 13 años se quitó la vida presuntamente porque en la escuela le hacían bullying.
Después de indagar descubrimos, que aun cuando lo anterior haya sido
cierto, el menor vivía en un entorno familiar completamente adverso.
Mientras un menor decidió escapar por la puerta falsa, una jovencita
de su misma edad fue asesinada presuntamente por su padrastro.
Otra secundariana intentó quitarse la vida, según su madre porque no soportaba el bullying que le hacían en la escuela.
Anteriormente una alumna de la Secundaria Federal número uno de
Empalme presentó denuncia penal, obligada por sus padres, ya que sostuvo
relaciones sexuales con un maestro que está prófugo de la justicia y
que la PGJE lo busca por todo el país.
En la misma semana, un maestro de una escuela privada y una
secundaria del puerto, fue detenido porque andaba de “parranda” con tres
menores de edad.
Un hombre que tenía aterrados a vecinos de la Burócrata fue encontrado muerto en la pila de ese sector.
En las comunidades Yaquis, extrañamente, van tres personas ejecutadas desde que los yaquis tienen bloqueada la carretera.
Anteriormente, en San Carlos, ejecutaron a un empresario nogalense en la Marina de San Carlos.
Preguntas con respuestas
Los guaymenses buscan ahora una explicación ante tanta maldad, desenfreno, excesos, indiferencia, indolencia y complicidad.
Son dos semanas en las que los acontecimientos ocurridos nos han
mostrado el submundo que existe en la ciudad y que se alimenta de la
incapacidad de un gobierno y una sociedad cada vez más preocupada por lo
material.
Es fácil encontrar respuesta ante lo que está ocurriendo. No hay que
ser muy sabios para saber que lo sucedido solo es consecuencia de la
deshumanización que existe en la sociedad, de la pérdida de valores, de
la falta de empleo, de la inseguridad que se vive, de la indolencia de
nuestras autoridades, de la falta de compromiso y el exceso de
complicidad de los medios de comunicación, entre otras razones.
Culpables somos todos
Es fácil resolver lo ocurrido con la ley del garrote. El que la hace la paga y a la cárcel tiene que ir.
Es muy fácil gritarle asesino al asesino y despotricar contra una
madre que abandonó a su hija sin importarle si esta la necesitaba.
El homicidio de Yoselin Fernanda, que fue lo que más conmovió a nuestra sociedad nos pinta de cuerpo entero.
A Yoselin la mató el sistema
En un sistema donde las instituciones no funcionan, en donde la
sociedad vive pegada a la televisión consumiendo todo lo que le dan sin
analizar contenidos ni mensajes subliminales enviados a través de la
“caja idiota”, no se puede esperar otra cosa.
Es el mismo sistema el que fabrica políticos falsos, indolentes y
convenencieros a quienes lo único que les interesa es obtener el poder
porque el poder es dinero y representa un estatus.
Tenemos un presidente municipal que ha sido incapaz de controlar la venta ilegal de drogas,.
Un presidente al que se le ve en Guaymas una semana si y tres no, que
tiene una corporación policiaca a punto del estallido ante la
incapacidad que ha mostrado para resolver las añejas peticiones de los
policías.
Hasta en Facebook le reclaman al alcalde que Guaymas no tienen patrullas, ni chalecos, ni gasolina. ¿Así cómo pues?
El alcalde Otto Claussen prefiere el auto engaño antes que la
crítica, la simulación antes que la realidad. Es como los alcohólicos
anónimos, mientras no acepte que tiene un problema, no va a cambiar.
Tenemos autoridades educativas que prefieren cargarles la
responsabilidad a los padres de familia antes de aceptar las fallas en
el sistema educativo.
Contamos con maestros que piden a sus alumnos videos sexuales y
eróticos y una directora que a pesar de que lo sabe, no hace nada
porque le tiene miedo al docente, porque ha intentado sacarla de la
escuela a la fuerza.
Tenemos senadores como Claudia Pavlovich y Ernesto Gándara que se
pasean por el Estado con recursos públicos abriendo oficinas de Enlaces,
que no enlazan porque no se paran ni las moscas.
Y un diputado local y federal que hacen exactamente lo mismo.
Contamos con un Frente Juvenil Revolucionario que a garrotazos y con
actos violentos se apoderó de las siglas, pero que no ha sido capaz de
elaborar una propuesta encaminada a la protección de los jóvenes, menos
ha ofrecido alternativas para mantenerlos ocupados.
Tampoco ha fijado una posición sobre los temas que hemos mencionado.
Contamos con un Instituto Municipal de la Juventud que en nueve meses
no se sabe qué ha hecho, que ha propuesto, en qué está trabajando.
Tenemos en Guaymas una Barra de Abogados empolvada o quizá negociada.
Tampoco ellos alzan la voz, tampoco ellos proponen penas más severas o
modificaciones al Código Penal del Estado de Sonora.
Los abogados del puerto están representados por el abogado y regidor
Librado Navarro, quien como candidato fue muy crítico pero como regidor
está resultando ser todo un corderito.
Ni siquiera tenemos en Guaymas organismos empresariales capaces de alzar la voz, de proponer, de mover conciencias.
La última vez que supimos de la CANACO fue cuando a sus agremiados les cobraron el impuesto por anuncio publicitario.
La última vez que escuchamos hablar de la recién creada COPARMEX fue para defender a PASA ya que es su agremiado.
La próxima vez que escucharemos hablar de la CANAINPES, sin duda será
para decir que se está trabajando muy bien en la inspección y
vigilancia del camarón.
Sus intereses y no los de Guaymas, son los que realmente defienden y luego se pregunta qué pasa en esta ciudad.
De los partidos políticos mejor ni hablar, siguen adormilados, unos
por complicidad con el gobierno en turno y otros por falta de capacidad
política, pero todos han dejado de ser un instrumento al servicio de la
sociedad.
La pobre de Susana Corella Platt, nomás habla y hace el ridículo. Qué
puede decir hoy que su partido desgobierna Guaymas. Nada, por eso no
habla, por eso no dice ni hace nada.
Para justificar su “inmovilidad política”, su conchudez, pues,
asegura que como presidenta del PRI ha fijado su posición política sobre
los temas de trascendencia a través de su Facebook.
Argumenta no tener dinero para ir a los medios, pero ha sido incapaz
de cobrarles al presidente, regidores y funcionarios las cuotas que por
estatuto tienen que dar al partido.
El PRD ha intentado genera opinión pública a través del
posicionamiento que ha hecho sobre distintos temas, pero no es
suficiente.
El PAN hace trabajo para el partido, no para la comunidad. Se prepara
para lo que viene en el 2015 y ha resultado ser una copia chafa del
PRI.
No le ayuda a Omar Núñez Caravantes, ser además de funcionario, presidente del partido.
De la Iglesia no hemos escuchado hasta ahora un posicionamiento, menos una crítica sobre la ineptitud de los gobiernos en turno.
La sociedad está enferma y mientras todos hablan de los grandes
padecimientos como el diabetes, la hipertensión, el cáncer y demás
enfermedades, quienes dirigen los destinos de los ciudadanos olvidan que
la enfermedad que está matando a esta sociedad es una enfermedad
mental.
De la salud mental de esta sociedad nadie se ocupa. La sociedad no
nació enferma, la enfermaron y ni los gobiernos, ni los ciudadanos, ni
los organismos empresariales, ni los partidos políticos, ni los medios,
ni la Iglesia, ni los políticos hacen algo. Y todavía se asombran y se
preguntan ¿Qué está pasando?
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