Durante un foro en Harvard, dijo que en 2004 aumentó
la violencia en México al permitirse la venta de armamento de asalto en EU.
Milenio
México • El ex
presidente Felipe Calderón afirmó que él no le declaró la guerra a las drogas
durante su gobierno, sino que solo luchó por aplicar la ley, al participar en
un foro realizado en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad
de Harvard.
Calderón afirmó que
enfrentó a los criminales con toda la fuerza del Estado y señaló que fue en
2004, al expirar la prohibición de la venta de armas de asalto en Estados
Unidos, cuando la violencia comenzó a crecer en México.
Ante los asistentes
al foro, Calderón también reconoció que su error más grande en el sexenio fue
haber delegado en el secretario de Gobernación la relación con el Congreso.
En respuesta a la
pregunta hecha desde Twitter de “¿cuál fue el peor error en su administración y
qué hubiera hecho diferente?”, Calderón dijo:
“Cuando Mouriño
murió (Juan Camilo, entonces secretario de Gobernación) nombré a otro
secretario de Gobernación y delegué mucho la relación con el Congreso. Debí
haberme mantenido más cercano. Él y el secretario de Hacienda hicieron posibles
la reforma de pensiones y la reforma energética al principio de mi administración”.
Agregó que en ese
entonces se reunía con frecuencia con los legisladores, desayunaba y almorzaba
con ellos.
“Fueron reuniones
frecuentes, uno a uno, pero un día Juan Camilo murió, tuvo un accidente… fue un
momento muy doloroso. Tuve otro secretario, le delegué muchas de las relaciones
con el Congreso.
“Mirando hacia
atrás, y eso es muy difícil por cierto, probablemente todos esos años después
necesité trabajar un poco más en términos personales con el Congreso”.
Sobre el gobierno de
Enrique Peña Nieto dijo que este tiene una ventaja “que ninguno de nosotros
tuvo en el pasado ni durante la era democrática de los presidentes mexicanos ni
antes: el apoyo real y leal de los partidos de oposición, incluso del PAN”.
Sobre el apoyo de
ese partido al Pacto por México, explicó que éste se da “siguiendo un principio
muy antiguo en mi propio partido, que establece que el interés nacional es más
importante que el interés del partido”.
“Quería ser un ex
presidente muy prudente y eso incluye la idea de no dar muchas opiniones del
nuevo gobierno, le deseo lo mejor porque en verdad quiero lo mejor para el
pueblo mexicano”, concluyó.
(DOSSIER POLITICO/ Milenio/ 2013-04-26)
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