Arturo Rodríguez García/ Proceso
MÉXICO, D.F.
(apro).- Palabras contra el engaño. Textos que descubren las apariencias
fraguadas para ocultar la realidad. Moda política que impone criterios detonadores
de una ola de optimismo que, cada vez con mayor fuerza, se estrella contra el
muro de la violencia, la ignorancia, la barbarie y la descomposición.
A partir de la
observación del director de Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, sobre la “ola
de optimismo” en que se embarcó el país con el ascenso de Enrique Peña Nieto a
la Presidencia de la República, colaboradores y reporteros de Proceso
atendieron su convocatoria para reflexionar sobre lo que el país tenía por
delante a través de textos que se integraron al libro La agenda pendiente,
editado por Planeta.
Hoy, durante la
presentación de la obra, Rodríguez Castañeda, Denise Dresser, Carmen Aristegui
y Javier Sicilia abordaron los ensayos del libro, a partir de los cuales
explicaron su visión sobre los agitados últimos cinco meses: la violencia
magisterial en Guerrero y la toma de rectoría en la UNAM; la crisis del Pacto
por México, detonada por el escándalo de uso electoral de programas sociales en
Veracruz; la imparable violencia que se vive en el país; la descomposición de
las instituciones…
“La idea era
reflexionar sobre el regreso al poder del PRI. Podemos decir que en estos
primeros meses de gobierno, algunas de las hipótesis del libro quedaron
confirmadas, lo que sin duda lleva a observar que el gobierno del nuevo PRI,
que en realidad es un viejo PRI disfrazado, ha demostrado rapidez en varios
sentidos: se propuso y sacó un par de reformas importantes y, también, ha
logrado incendiar la mitad del país en pocos meses”, explicó Rodríguez Castañeda.
En el auditorio del
Centro Cultural Elena Garro, en el barrio de La Conchita en Coyoacán, con un
auditorio repleto, el director de Proceso aclaró que si bien La agenda
pendiente no aborda estos temas de coyuntura, sí permite acceder a las claves y
a un contexto útil para el análisis.
Con su peculiar
articulación de sentencias, Denise Dresser abarcó los diferentes aspectos de la
simulación en el gobierno de Peña Nieto, las apariencias que intentan cubrir la
realidad, como en el caso de la declaración patrimonial del presidente, que
deja ver algunas propiedades y la existencia de bienes y cuentas bancarias,
pero sin esclarecer su valor ni origen.
La investigadora y
colaboradora de Proceso subrayó que mientras las apariencias intentan encubrir
la realidad, nadie sabe cómo se piensa reducir la pobreza o la violencia.
Luego de hacer un
recuento de las acciones destacadas de estos meses, Dresser formuló una
conclusión:
“Es como el ogro
filantrópico, al estilo veracruzano, pero ogro al fin”.
Dresser y Aristegui
no figuran como coautoras del libro y, en sus respectivas intervenciones,
durante la presentación de esta noche, aludieron a cada uno de los ensayos de
John M. Ackerman, Bernardo Barranco, Sabina Berman, Jesús Cantú, Jorge Carrasco
Araizaga, Axel Didriksson, Marta Lamas, Olga Pellicer, Javier Sicilia, Jenaro
Villamil y Ernesto Villanueva.
Si bien Aristegui
abundó en los diferentes aspectos del libro, hizo un largo preámbulo para
referirse a las agresiones contra Proceso, revista a la que calificó, como ha
hecho en otras ocasiones, como la más importante en el país.
Aristegui abordó las
amenazas contra el reportero Jorge Carrasco, denunciadas por esta casa
editorial la semana pasada, y surgidas en el contexto del seguimiento del
reportero a la investigación por el homicidio de Regina Martínez, la
corresponsal en Veracruz que el próximo domingo cumple un año de haber sido
asesinada y cuyo caso se mantiene impune.
También consideró
necesario poner sobre la mesa la problemática que enfrenta el periodismo: el
caso de Darío Ramírez, director de Artículo 19, que recibió amenazas en días
pasados, así como el despido de Bernardo Barranco de Radio Centro, por lo que
se perfila como una acción de censura.
Y, naturalmente, el
caso del fotorreportero de Vanguardia, en Saltillo, Daniel Martínez Bazaldúa,
quien fue asesinado, desmembrado y tachado ayer como “criminal” por las propias
autoridades de Coahuila.
Al respecto,
Rodríguez Castañeda explicó las condiciones del caso de Jorge Carrasco, así
como las muestras de solidaridad, entre otras, de la Asociación Mundial de
Periódicos y el Instituto Internacional de Prensa (WAN-Infra), que esta semana
enviaron una misiva al presidente Peña Nieto para exigirle una investigación
exhaustiva en el caso de las amenazas contra el reportero de esta casa
editorial.
Rodríguez Castañeda
además consideró que el caso presenta una excelente oportunidad a Peña Nieto
para mostrar su compromiso con la libertad de expresión.
No obstante, el
director de Proceso se mostró poco optimista respecto a que eso ocurra.
A su vez, Javier
Sicilia, uno de los autores del libro, abundó sobre “la violencia que engendra
violencia”.
Sicilia, también
colaborador de Proceso, expresó que en México el Estado claudicó en su apuesta
por la cultura, y sostuvo que ello se expresa en la barbarie y en las
instituciones podridas del Estado mexicano.
El poeta añadió que
a la violencia que existe desde hace años se agrega hoy la de los maestros,
quienes a su vez son víctimas de la violencia política de una reforma que no
los tomó en cuenta. Frente a todo, advirtió, existe hoy el riesgo latente de la
represión.
Javier Sicilia
consideró que existe una crisis del Estado y del modelo económico, por lo que
los pronósticos pueden ser todo menos optimistas.
(PROCESO/ Arturo Rodríguez García/ 25 de abril de
2013)
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