Agustín Rodríguez L.
GUAYMAS, Son.- Crear un equipo élite para investigar robos, flagelo que
desmoraliza desde hace años a los guaymenses –sobre todo porque más tarda en
caer un ladrón que en salir libre–, provoca un conflicto que, no se pierda de
vista, tiene más origen en el retraso para nombrar titular de Seguridad Pública
que la preocupación misma por ese grupo.
Porque el propio Francisco Vidaurrázaga sabe que es un buen policía y
dirige bien tareas operativas, pero jugador de campo al fin, no le entiende a
eso de escritorios, oficinas y corbatas.
Está allí porque no se han puesto de acuerdo los responsables de garantizar
el orden y la seguridad del Municipio, en quién debe ser el nuevo jefe. Hubo
siete propuestas pero sólo uno pasó la certificación. Ah, qué problema para los
viejos policías aprobar exámenes de la nueva Policía. Eso atoró la designación.
La grilla ahora golpea a elementos con pecados de juventud, como diría un
funcionario empalmense, por ello le raspan el escudo al nuevo grupo anunciado
por el alcalde Otto Claussen, a quien no le aclaró Vidaurrázaga ese viejo
antecedente del agente que pudo ya haber madurado y hacerse bueno, pero pues,
así es la grilla.
Quizá lo afecta su buena relación con el jefe, operativo como es, pues al
titular le reprochan hace tiempo carecer de programas debidamente enfocados e
inclinar balanza en reconocimientos o ascensos; también destinar patrullas
nuevas a oficiales –con gran carga de nepotismo– mientras la ‘tropa’ batalla
con las viejas patrullas pidiendo fiado para desponcharlas o hacerles mecánica.
Pero la solución real no es fácil, por eso se quiere aprovechar una comida
de 200 curas y cinco obispos que vienen a reinaugurar la cúpula de San
Fernando, tirada por el huracán Jimena en 2009.
Clase política y curas juntos, buscan la manera de acercar en la comida
subsiguiente, a los ejecutivos Estatal y Municipal, para que platiquen de
necesidades varias, entre ellas el tema del nuevo Jefe de la Policía, pero
sobre todo, el de quitar la pausa actual que tiene en suspenso obras estatales
e impide inicio de las municipales.
Eso es más importante, así que bienvenida la iniciativa.
Pero de vuelta a lo policíaco, hacer cosas que parecen malas, crea grillas
que revientan en agentes, en una forma de decir “te lo digo Juan, para que lo
entiendas Juana”.
De paso, sépase que ayer se detuvo a dos malandrines que venían de Ciudad
Obregón y robaron un bolso en San Carlos. La Policía los ubica como parte de
una banda engolosinada en el robo a turistas que ahora está bajo la lupa. Bien
hecho.
Siguiendo en barandilla, se me ocurrió preguntarle a un ex Jefe de Tránsito
por qué su pintura tiene años y no puede borrarse en la avenida Serdán,
mientras que la nueva colocada por Javier Velderraín, no dura un mes, en
perjuicio de la vialidad.
Me respondió que el balizamiento requiere pinturas para balizamiento. No,
pues sí. Espero que esa rápida comprensión también la tenga don Javier y deje
de hacerlo al tío Dolores.
MERECIDO RECONOCIMIENTO
Hasta Hermosillo mi abrazo al maestro Carlos Moncada, de muchos afectos en
Empalme, a quien un plantel universitario le sumó un nuevo reconocimiento a esa
gran trayectoria periodística que, se dice fácil, pero llega ya a 60 años y no
tenga duda, lo ha hecho muy bien.
Entre tanto, empresarios guaymenses comienzan a adentrarse en la información
que genera el puerto marítimo de altura, para organizarse y participar de los
beneficios de la inversión macro esperada a partir de pocas semanas. Han
tardado, pero ya reaccionaron.
(MURAL SONORENSE/ Agustín
Rodríguez L./ Sábado 06 de Abril de 2013 18:18)
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