domingo, 3 de febrero de 2013

LA PROCURACIÓN DE LA JUSTICIA EN JAQUE EN GUAYMAS



La Viña de Señor

Como si broncas y señalamientos respecto de su desempeño no le faltaran al gobierno del Nuevo Sonora, que he tenido que sortear conflictos de alto impacto social y político como los derivados de la construcción del acueducto Independencia y los del alza de impuestos, ahora ha tocado a las puertas de la PGJE de Carlos Navarro Sugich y debe explicar que pasó en la Agencia Investigadora del Ministerio Público Fuero Común del Sector II en el puerto que estaba a cargo de Isidro Ulloa, que en el caso del soborno  de que fue víctima el señor Salvador Arias Paniagua y en donde aparecen implicados los abogados Ramón de León y Vicente Murillo Matuz y el secretario Rodrigo Beltrán Kotry, estamos ante el colmo del descaro.

Despachos divinos, arreglos bajo la mesa, sobaditas de mano, “alegatos de oído”, amiguismo, compadrazgos, ahijadatos, “recomendaciones de arriba”, el “ahí te encargo”, regalitos, apoyos “voluntarios”, donaciones, la religiosa mochada, etc. siempre han existido y son prácticas normales en la jerga de los abogados y éstas se dan tanto en agencias del MP, como juzgados civiles, juntas laborales, juzgados locales, juzgados calificadores, comandancias de policía, oficinas fiscales, dependencias del ayuntamiento, oficinas del Seguro Social y han incluido de arriba debajo de las jerarquías burocráticas y a estas alturas ya nadie se asusta de ellas, es más hay algunos que hasta las prefieren para evitarse el desgaste de proceder conforme a los vericuetos de la normatividad.

Ciertas empresas consideran hasta una partida para tales efectos en un país donde se ha dicho la corrupción es el combustible de la que se alimenta el poder… “El que no tranza no avanza” decía a quien quería oírlo el profe Carlos Hank González y, eso lo saben y lo han llevado a la práctica personajes tan disímbolos en la comunidad  como Magaly  Arreola, cuestionada directora del CBTIS 40;  el “abogado” René “Titino”  Arce, metido en dos que tres bronquitas; Joel Robles, ex megasesor de la anterior administración municipal panista por hacerse guaje ante la rebatinga; el ex secretario Alonso Arreola y su constructora familiar y el propio César Lizárraga Hernández, metido hasta el cuello en el vendaval de los pendientes que dejó a su paso por la comuna; el diputado local José Luis Marcos  León Perea y su abstención a favor del cobro impositivo; el legislador federal Antonio Astiazarán y  la ex alcaldesa Susana Corella Platt por la venta de terrenos a precio de ganga; Bernardino Cruz Rivas y sus movidas con su prestanombres Jesús Monreal Espinoza, el Güero Donas; Ramón Leyva Montoya y su pendientito con la familia Taylor; el ingeniero José Ordaz Aguiar y sus “donaciones” y sus agandalles de terrenos como los que les birló al norteamericano Jon Mellen en el caso del predio de las Tinajas, sus broncas en el Roca Fuerte y el predio de la familia Fourcade; “El Tacitas”  Javier Peralta y el Grillo Felipe Valenzuela y el subsidio de cien mil pesillos para apoyar el crédito en sesión de cabildo; licenciado  Librado Navarro Jiménez, negociando chamba para sus hermanas; Eduardo Lemmen Meyer y su intentona de adueñarse de los terrenos de Punta Miramar; o el saqueo que se dio en las cooperativas pesqueras, en el banco del Arbolito y más recientemente en el Prescan de David Selano; los Amados, los Arámbulas, los Oleas, los “Chapitos”  Ramos, los Carbajales, los Cecerer, los Lucianos, etc, etc, en los MP’s… y un largo etcétera de personajes dados a la leperada… y duro y en donde la gestión de Crispín Ballesteros en la Agencia Segunda, constituyó un enorme monumento a la sinvergüenzada.


El origen del mal… ejemplo
En ese contexto tan caótico los líos denunciados en la agencia del “Chilo” (Isidro Ulloa)  parecen pecata minutta  en el escenario porteño en donde ya nada causa asombro en el buen bautizado “manicomio sin bardas” por el desaparecido columnista Diego Matus Félix.

Sin embargo el origen de todo ese merequetengue, cuya falta de moralidad o cuestionamiento no está fuera de duda, según algunos enterados se dio cuando los MPs o sus secretarios empezaron a brincarse las trancas y decidieron “negociar” los negocios directamente con los implicados en algún delito de su fuero.

Sea como sea, con anterioridad tocaba al litigante o al “huizachero” en turno “acordar” los términos del “arreglón”. Ahí se determinaba el “reparto”, el tamaño de la mordida, los “honorarios” bien ganados del “aboganster” y tutos contentis.  El cliente no la hacía de tos –y con mayor cuando sí tenía bronca-- porque evitaba ser “atorado” o extorsionado por la judicial y el “billete” fluía, porque el reparto del pastel alcanzaba para todos, hasta a la raza de menor jerarquía en el escalafón del aparato de procuración e impartición  de justicia le chorreaba lo suyo… y si no fuera negocio pregúntenle a Sebastián Sotomayor, porque se aferró al hueso como presidente del Supremo Tribunal de Justicia.

Y ahora, viene la flojera de explicar lo que todo mundo sabe… y a lo que se le dará una explicación entre salomónica y surrealista como las del Santo en sus películas y Kalimán y Alma Grande en las viejas historietas de monitos, más acá los Powers Rangers o los Zodíacos, en donde siempre ganaban los buenos a las momias de Guanajuato, al Conde Bartok , a los alienígenas y al resto de malosos como decía Ernesto Zedillo, a quien no le bastó “todo el peso del Estado” para acabar con ellos.

Sin embargo, el problema no lo es tanto a los ojos de los legos y los justiciables, cuando las reformas constitucionales de 2008 incluyeron en el nuevo sistema penal acusatorio, oral y adversarial,  posibles arreglos entre los presuntos delincuentes y la fiscalía que lleven a la reducción de penas que igual como lo fue con la figura de los testigos protegidos, es de esperarse que la justicia no mejore o traiga mayores y más  complicaciones que las que busca solucionar como el rezago de expediente, al concederse más atribuciones al MP y dejar a los tribunales en simples expectores en la función de impartir justicia.

Tampoco dicho sistema es la panacea para resolver la violencia y la inseguridad, como ha quedado demostrado en naciones que han optado por su implementación.

Sin confundirse la reforma es más de lo mismo en la ecuación vigente en gobiernos de corte neoliberal: Mas Estado, menos sociedad. Al tiempo.

Debido a ello saltan tres cuestionamientos: ¿Qué tanto representa el Ministerio Público a la sociedad?; ¿Puede esta estar contenta con tal representación? y ¿Con qué tanta buena fe actúa la institución?

De ese tamaño la simulación.


(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ COLUMNA LA VIÑA DEL SEÑOR/ Domingo, 03 de Febrero de 2013 10:47)

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