Juliana Henao
El miércoles
Shawntrell Dawkins fue encontrada culpable del homicidio de su ahijada, Milayna
Harris de 2 años de edad.
El crimen lo habría
cometido golpeándola con un objeto que los forenses no pudieron determinar.
La mujer de 33 años,
que recibió el veredicto sin emoción alguna, enfrenta ahora una posible
sentencia de cinco a 99 años en prisión, la cual los miembros del jurado
tendrán que determinar hoy.
Se espera que este
jueves la Fiscalía y la defensa vuelvan a presentar la evidencia que consideren
necesaria así como sus argumentos de cierre, para permitir que el jurado inicie
el proceso de sentencia.
Además de acusarla
de homicidio, la Fiscalía le había fincado a Dawkins el cargo de “crimen
capital”, por el que automáticamente hubiera purgado cadena perpetua, sin
derecho a libertad condicional.
Sin embargo, al
final el veredicto fue por “homicidio” únicamente.
Ayer, en el tercer
día de juicio contra Dawkins, se realizaron los argumentos finales anteriores a
la fase de deliberación por parte de los miembros del jurado, algunos de los
cuales habían entrado antes en shock al ver las fotografías de la autopsia de
la niña Milayna Harris.
La defensa basó su
discurso de cierre en recordar al jurado que las señales de abuso físico que
presentaba la pequeña empezaron a ser notorios a partir de febrero del 2008,
cuando regresó a la casa Nakia, el esposo de Shawntrell, quien se encontraba
prestando servicio militar fuera del país.
De acuerdo al
abogado Víctor Parra, de la defensa, entre octubre de 2007 y febrero de 2008,
Dawkins, cuidó por su cuenta a Milayna y a su hermano Jaylan de 4 años.
Los niños se
quedaron bajo la protección de su madrina —Shawntrell— mientras su madre Sheree
Harris prestaba su servicio al Ejército Estadounidense en Alemania.
La defensa presentó
nuevamente las frases dichas por Nakia Dawkins, el día que Milayna perdió la
vida –el 7 de abril de 2008- cuando fue detenido y ubicado en una patrulla de
la Policía.
“Sé que voy a ir a
la cárcel, sé que todo indica que esas marcas que tiene la niña han sido hechas
por mí, pero no es así. ¡Oh, hombre, me voy a ir a la cárcel!”, dijo entonces
Nakia.
El esposo de la
acusada fue condenado en octubre de 2009 por herir a la menor, pero el jurado
se declaró incapacitado de imponerle una sentencia. Se espera que un juicio
para fijarle el término en prisión sea programado para el hombre de 36 años.
Por su parte, la
fiscal asistente Penny Hamilton le aseguró al jurado que Milayna fue asesinada
por Shawntrell con su esposo y la tildó no sólo de asesina, sino de mentirosa,
pues dijo en su testimonio que la niña se había caído por las escaleras, que
estaban alfombradas, antes de perder la vida.
Hamilton dijo que
era obvio y había sido probado por el médico forense, Juan Contín, que la causa
de muerte de la pequeña de 2 años había sido ocasionada por un traumatismo
contuso de 10 fuertes golpes consecutivos.
La asistente del
fiscal le pidió al jurado abogara por la justicia de los niños que,
desprotegidos y vulnerables, no se podían defender de manos asesinas como las
de los Dawkins.
(DIARIO DE JUAREZ/ Juliana Henao/ El Diario de El Paso
| 2013-01-17 | 00:45)
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