Afianzan compromiso del gobernador para ir a una
asamblea general comunitaria.
"Este clima de inseguridad que se percibe en
varias partes del estado y creemos que se requiere de una gran
responsabilidad", señaló Pablo Guzmán Hernández.
Acapulco de Juárez •
La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) lamentó el clima de
inseguridad que prevalece en la Costa Chica de Guerrero y llamó a evitar que
haya más brotes armados espontáneos y sin orden, para evitar enfrentamientos
que tendrían un costo muy alto para la población.
La noche del
miércoles 16 de enero, una comisión de la CRAC integrada por Pablo Guzmán
Hernández, Claudio Carrasco Hernández y Asunción Ponce Ramos acudió a la
residencia oficial Casa Guerrero para reunirse con el gobernador Ángel Aguirre
Rivero.
La coordinadora
opera en 90 comunidades de 13 municipios ubicados en la Montaña y Costa Chica
del estado desde hace 17 años, tiene una policía comunitaria con más de 700
elementos y los niveles de inseguridad en su zona de influencia es de apenas 5
por ciento.
Acordaron que el
jefe del Poder Ejecutivo local acudirá el lunes 21 de enero a la cabecera
municipal de San Luis Acatlán para encontrarse con la asamblea general de la
CRAC, la máxima autoridad en el sistema de Seguridad y Justicia Comunitaria y
que se integra por comandantes regionales; comisarios y ancianos de las
comunidades.
Previendo la
posibilidad de que haya problemas de agenda, los coordinadores dejaron abierta
la posibilidad de que el mandatario estatal acuda entre el 21 y 25, pero el
gobernador aseguró que estará el próximo lunes de manera puntual.
Preocupan brotes de
autodefensa sin organización
El encuentro se
desarrolló a puerta cerrada, al término los comisionados de la coordinadora
manifestaron la preocupación que les genera la forma en que se gestó el
movimiento anti-crimen en los municipios de Tecoanapa y Ayutla de los Libres,
del que se deslindaron desde la mañana del 7 de enero.
“Lo que podemos
decir es que nos parece afortunado este clima de inseguridad que se percibe en
varias partes del estado y creemos que se requiere de una gran responsabilidad
de la gente que está participando en el levantamiento del 5 de enero”, señaló
Pablo Guzmán Hernández.
Consideró que
Guerrero vive un momento muy delicado, que demanda una gran responsabilidad de
pare del Gobierno estatal, de los dirigentes de las comunidades que están en el
movimiento de Ayutla y también de la CRAC.
“Es muy importante
que todo esto no derive en una confrontación y que podamos evitar la
posibilidad de que se genere una situación similar a guerra civil, misma que
traería consecuencias que pagaría la ciudadanía que en estos momentos demanda
paz y tranquilidad”, apuntó.
Destacó que la mayor
parte de la población de Guerrero está desarmada y sin el ánimo de ir a un
escenario de confrontaciones, por eso es que debe abrirse un espacio para la
reflexión y rectificar lo que sea necesario.
Por eso dijo que los
cuerpos de seguridad deben asumir su responsabilidad y adoptar todas las
medidas posibles para evitar que la tensión social crezca.
En los actores del
movimiento que se vive en la Costa Chica desde los primeros días del año,
insistió en que debe prevalecer la prudencia.
“Hay que tomar las
medidas adecuadas para no generar mayores problemas, porque la ciudadanía tiene
el derecho de gozar de seguridad, paz y progreso”, insistió.
Planteó que los
movimientos de autodefensa están justificados por el complicado momento que
vive el país en materia de inseguridad, pero señaló que la organización no debe
ser espontánea y que se requiere la aplicación de un esquema como el que
implementa la CRAC desde hace más de 17 años.
Para poder caminar
en una ruta como la que plantea la Policía Comunitaria dijo que es necesario
dejar atrás la clandestinidad, porque los ciudadanos deben ser conocidos por la
población que aspira a proteger y por lo tanto enfatizó: “En la CRAC se tiene
como norma no usar capucha”.
Invitó a las
comunidades a informarse más sobre cuales son los mecanismos más adecuados para
asumir la autodefensa, en un afán de frenar el surgimiento de brotes armados
espontáneos que pueden resultar contraproducentes.
Reconoció que hay en
Guerrero un ambiente de mucha tensión y reiteró que es obligación de todos los
implicados propiciar que las cosas regresen a la normalidad, sobre todo si se
trata de gente que conoce el modelo de seguridad y justicia comunitario.
(MILENIO/ Rogelio Agustín Esteban/17 Enero 2013 -
9:21am)
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