“Las víctimas se desangraron entre tres y cinco
minutos antes de morir”, concluyen los exámenes periciales forenses a cuatro
cuerpos hallados en el Cerro de la Estrella.
En esa zona de la delegación persiste el problema de
los animales sin dueño.
José Antonio Belmont
México • Los
informes periciales forenses practicados a cuatro de los cinco cadáveres
encontrados en la reserva ecológica de Cerro de la Estrella, revelaron que las
lesiones que causaron la muerte de estas personas fueron producidas por cánidos
(perros), y se registraron principalmente en la región toráxica y extremidades.
En las imágenes,
incluidas en el informe pericial, se corroboró que los cuerpos fueron
descarnados por las dentelladas de los animales e inclusive, en algunos casos,
se registraron desprendimientos de brazos o piernas. Todos presentaban
rasgaduras en varias partes más.
De acuerdo con los
documentos, de los que MILENIO tiene copia, los peritos médicos forenses
certificaron las lesiones de Shunashi Elizabeth Mendoza Caamal, de 26 años, y
de su hijo, de un año ocho meses, Cipactli Hari Mendoza Caamal, así como de
Alejandra Ruiz García y Samuel Suriel Martínez de 15 y 16 años,
respectivamente.
Los peritos del
Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal detallan las lesiones que presentan cada uno de los cuerpos encontrados
el pasado 29 de diciembre y el 5 de enero de este año en dicho paraje:
“Se observan
múltiples heridas producidas por mecanismo corto-punzo-contundente distribuidas
en diferentes partes del cuerpo, de predominio en región toráxica y en miembros
torácicos y pélvicos, todas estas de características compatibles a las
producidas por cánidos (fauna depredadora).
“Se aprecian cinco
zonas de arrancamiento por el mismo mecanismo. La primera de 47 por 25
centímetros, que interesa el miembro torácico izquierdo y la cara anterior,
lateral y posterior del hemitórax izquierdo, incluyendo la articulación del
hombro, dejando al descubierto sus estructuras óseas y articulares”, explican
los doctores Braulio Quezada Benítez y Humberto G. Hernández Escorcia, luego de
realizar la autopsia al cadáver de Shunashi.
Tras terminar con la
descripción de las lesiones, ambos peritos presentaron una conclusión del
examen anatómico del cadáver de la mujer encontrado a 200 metros de la calle 5
de Mayo, en la colonia Valle de Luces, el cual también es fechado y firmado.
“Conclusión:
Shunashi Elizabeth Mendoza Caamal falleció de hemorragia externa, secundaria a
las lesiones de paquetes neurovasculares, por cánidos. Finaliza la necropsia a
las 18:55 horas. México, Distrito Federal, 30 de diciembre de 2012”, refiere el
texto.
Según la explicación
del director del Instituto de Ciencias Forenses del TSJDF, Felipe Takajashi,
realizada el pasado 8 de enero, las cuatro víctimas se desangraron entre 3 y 5
minutos antes de morir.
“La hemorragia
normalmente genera pérdida de sangre cuando se trata de vasos importantes, o
sea arterias o venas de grueso calibre, podemos hablar de alrededor de 3, 5
minutos dependiendo de la edad, de las condiciones físicas de cada persona”,
puntualizó.
En cuanto al menor
de un año ocho meses, los doctores que realizaron el estudio Jorge N. Cárdenas
Gómez y Braulio Quezada Benítez aclararon que el cadáver presenta lesiones
antes de morir, las cuales, confirmó, son producidas por cánidos (perros).
“Presenta múltiples
heridas (ante mórtem) producidas por mecanismo completo y punzo- contundente
distribuidas en diferentes regiones del cuerpo predominando en región cefálica,
posterior al cuello (…) todas estas de características compatibles a las
producidas por mordedura de cánidos (fauna depredadora).
“Ausencia completa
de tejidos blandos en todo el miembro pélvico derecho hasta el tercio distal de
la pierna (…) con ausencia de tejidos blandos desde piel, tejido celular
subcutáneo, músculos y huesos fracturando hasta el tercio distal de la tibia y
peroné a dicho nivel. La tercera por arrancamiento del pie derecho”, detalló.
Respecto a Alejandra
Ruiz García, los doctores Jaime Cruz Huerta y Jorge Pérez Espinosa certificaron
el pasado 6 de enero las heridas en el cráneo de la adolescente, encontrada en
dicha reserva un día antes.
“Pérdida de tejidos
pericraneanos, en un área de 23 por 16 centímetros, que abarca las regiones
frontal, parietales y occipital sobre y ambos lados del plano sagital; así como
de la temporal izquierda. Pérdida de piel, tejido subcutáneo y plano muscular
en un área de 19 por 15 centímetros, que abarca la cara anterior y externa del
hemitórax derecho”, precisaron.
En cuanto a Samuel
Suriel Martínez, las heridas provocadas por los animales predominan en las
extremidades, aunque también presentó pérdida del “pabellón auricular, desde su
tercio medio hasta su periferia”, las cuales ratificó fueron producidas por
cánidos.
“En brazo y
antebrazo izquierdo en todas sus caras y que abarca desde la articulación del
hombro hasta la muñeca, respetando de estos segmentos huesos y articulación del
hombro, codo y muñeca, pérdida de los dedos de la mano izquierdas desde la
articulación.
“Múltiples
escoriaciones de formas lineales en 90 por ciento de la superficie corporal,
excepto cara anterior de cuello, tórax, abdomen y dorso de ambos pies”, refirieron
los peritos Gregorio U. Mundo Cancino y Jorge N. Cárdenas Gómez.
Canes sospechosos
Las autoridades
capitalinas capturaron a tres perros salvajes, tipo Dingo, en una cueva del
Cerro de la Estrella, donde elementos de la Policía de Investigación de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal tuvieron que dispararles
dardos para sedarlos y poder atraparlos, debido a la agresividad que
presentaban.
Estos animales son
analizados por peritos veterinarios de la dependencia capitalina en una zona
restringida del zoológico de Chapultepec, para determinar su relación con los
cinco asesinatos en dicha zona.
Los perros Dingo son
originarios de Australia y se les conoce por ser agresivos y de poco contacto
con los humanos.
(MILENIO/ José
Antonio Belmont/ 17 Enero 2013 - 5:09am)
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