Alumnos graban riñas en celulares y las presumen en YouTube
Estadísticas publicadas por la SEP en 2012, arrojan que el 8 por ciento de los jóvenes bajacalifornianos entre 14 y 17 años de edad, han consumido drogas ilegales dentro de sus planteles escolares. Alcohol, marihuana e inhalables encabezan la lista. “Sí nos llama la atención, porque estas situaciones se daban al exterior, y sí nos preocupa un poco porque sea al interior”, dijo a ZETA el Comandante Luis Alberto Tolosa Espinoza
Ricardo Meza Godoy
Igual que como se ha reportado en el caso de los
colegios de Tijuana y Mexicali, alumnos de escuelas de educación básica
en el municipio de Ensenada también enfrentan riñas, consumo de drogas y
uso inadecuado de dispositivos electrónicos. Sin embargo, esta realidad
no es tan evidente.
Según la delegación del Sistema Educativo estatal (SEe)
en el puerto, en lo que va del actual ciclo escolar, a partir de agosto
de 2012, de todas las escuelas de educación básica en la entidad solo se
han registrado dos llamadas al C-4 reportando situaciones relacionadas
con consumo de drogas. Ninguna de las dos se comprobó, de ahí en fuera,
no hay más incidentes.
Esto significaría que en el municipio existe un saldo
totalmente blanco en lo referente a problemas de drogas, tanto en
primarias como en secundarias. Un periodo de casi cinco meses en la
entidad, con cero actividad.
A la par de esta versión del Gobierno del Estado, los
hechos narrados y registrados por distintos actores, incluyendo la
propia Secretaría de Educación Pública (SEP), plasman una realidad
distinta.
En Ensenada, como en el resto del estado, sí hay
problemas vinculados con drogas en educación básica, dentro y fuera de
los planteles. Y el consumo va en aumento.
La maestra Eunice Vargas Contreras, quien actualmente trabaja en una iniciativa denominada “Programa de Intervención Breve para Adolescentes que Inician el Consumo de Alcohol y Otras Drogas”, es especialista en temas de adicciones en adolescentes, y asegura que este problema no ha disminuido en los últimos años.
En entrevista con ZETA, detalló que estadísticas
publicadas por la SEP en 2012 arrojan que el 8 por ciento de los jóvenes
entre 14 y 17 años de edad, han consumido drogas ilegales dentro de sus
planteles escolares. Alcohol, marihuana e inhalables, encabezan la
lista. En el estado consumen drogas ilegales el 1.5 por ciento de los
jóvenes adolescentes.
De acuerdo al Comandante Luis Alberto Tolosa Espinoza,
de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Ensenada, las
llamadas de apoyo para escuelas son una constante a lo largo del año.
Refiere que los problemas de riñas afuera de las escuelas son comunes
entre los propios estudiantes y con personas ajenas al plantel, amigos o
familiares de otros alumnos. No obstante, 2012 ha sido para la Policía
local un año tranquilo en ese aspecto, no así en lo referente al consumo
de drogas.
Tolosa explicó que hace unas cinco semanas, “a un joven y
una jovencita se les sorprendió consumiendo y uno vendiendo, fueron
puestos a disposición del juez calificador”, esto en la Escuela
Secundaria “Héctor A. Migoni Fontes”, ubicada en la esquina de Avenida
Pedro Loyola y López Mateos.
Además de ser estudiantes de la secundaria, los menores
fueron encontrados haciendo dichas actividades dentro de las
instalaciones, sin embargo, debido a su edad y considerando que la
cantidad de enervantes que portaban era mínima, el juez los dejó ir
para después entregarlos a sus padres. “Sí nos llama la atención porque
estas situaciones se daban al exterior, y sí nos preocupa un poco
porque sea al interior”, refirió el ex director de Policía y Tránsito.
Para el director de la Secundaria Migoni, Onésimo
Contreras Cuellar, los problemas de consumo y venta de drogas sí son una
preocupación constante, pese a haberse reducido radicalmente, aseguró,
en relación a años anteriores.
Los alumnos se ven expuestos a oferta de drogas en
distintos puntos al salir del plantel, en especial en paradas de
autobuses como la esquina de Calle Juárez y Aldama, o en Avenida Reforma
y Diamante.
A finales de octubre de 2012, un padre de familia de la
misma secundaria había denunciado ante las autoridades educativas que
había venta de marihuana y pastillas controladas al interior del
plantel. Específicamente un estudiante de tercer grado, quien le vendió
drogas a su hija.
El hecho fue del conocimiento del director Contreras,
pero al menos a principios de noviembre, no habían podido comprobar que
el menor vendía drogas, ya que no las traía consigo.
De acuerdo al padre de familia, la joven ya presentaba
un problema de adicción, por lo que fue retirada de clases e internada
en un centro de rehabilitación en Playas de Rosarito, donde aún
permanece.
A principios de diciembre, en la Secundaria Número 9
“Mariano Sánchez”, ubicada en Avenida México y Bulevar Adolfo Ramírez
Méndez, también se registró un incidente donde, de acuerdo a
declaraciones de familiares de estudiantes, maestros advirtieron un
fuerte olor a marihuana en uno de los baños de mujeres y llamaron a la
Policía para inspeccionar el sitio.
Refirieron que en la búsqueda del responsable, y en
pleno horario de clases, personal de la prefectura desfiló por los
salones, oliendo las manos de las estudiantes para ver si atrapaban a
alguna que hubiera estado fumando el cigarro prohibido. No tuvieron
éxito.
Junto a la Migoni, la Secundaria 9 es una de las escuelas ensenadenses en las que se implementó el programa “Vigilante de Seguridad Escolar”.
Durante su quinto informe de actividades, el gobernador del Estado de
Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, habló de este programa,
con el que pretenden disminuir la incidencia de delincuencia y/o
accidentes afuera de escuelas; al tiempo que dan empleos temporales a
través de la Secretaría de Desarrollo Social federal.
El Quinto Informe de Gobierno de Osuna refiere que en
2012, un total de 203 personas fueron contratadas con ese recurso para
127 planteles entre Ensenada y Mexicali.
Tan solo en el puerto hay 421 planteles, por lo que si
se dividiera en partes iguales, se estaría cubriendo apenas el 15 por
ciento de las escuelas de la localidad.
Aun así, Ana Gloria Pedrín Cisneros, delegada del
Sistema Educativo estatal (SEe) en Ensenada, lo considera una ventaja:
“Imagínate que el ‘profe’ pues es responsable de lo que pasa, y
el director adentro de la escuela, pero afuera es ya muy difícil.
Entonces el tener una persona que esté todo el día desde la entrada
hasta la salida, que aparte haga actividades de tráfico, que logre ver a
alguna gente extraña, que traiga teléfonos a la mano y pueda hacer una
denuncia, eso es una gran ventaja”.
Cuestionada respecto a la medición de los resultados del programa, expresó:
“Lo vamos midiendo por dos índices, primero a través del
C4, los índices han bajado, las denuncias afuera de las escuelas, y
luego también lo medimos a través de las mismas problemáticas al
exterior a través de Secretaría de Seguridad Pública. Entonces ya hay
menos, cada vez menos denuncias afuera de las escuelas a través del C4.
Traemos una estadística de los índices de algún delito afuera de una
escuela, que afortunadamente se ha logrado reducir”.
Las estadísticas le fueron solicitadas, y el resultado
fue de dos llamadas en el ciclo escolar, ninguna comprobada, según el
SEe. Solicitar la información directamente a C4, de acuerdo a su titular
en Ensenada, Francisco Domínguez Niebla, no arrojaría datos correctos,
al no existir depuración en el centro que permita confirmar si un asunto
fue a final de cuentas real o no, aunado a que las llamadas falsas son
muchas.
YouTube y celulares
La falta de claridad en los reglamentos del propio
sistema educativo, sobre qué hacer con los teléfonos móviles al interior
de las escuelas de educación básica es, de acuerdo a Ana Gloria Pedrín,
una de las razones por las que no se ha podido controlar el mal uso de
los dispositivos entre los estudiantes. Particularmente los videos de
peleas dentro y afuera de la escuela, que son publicados en internet.
En los últimos nueve meses, el portal de videos YouTube
registra al menos cinco videos públicos, de peleas entre estudiantes en
Ensenada: “Michel contra Arely” en la Secundaria 57; “Karen contra
Niza”, también de la Secundaria 57; “Ángel vs. El Bigotón”, en el CET
74; “Gema vs. Teresa” en la Secundaria Diurna Número 2; y “Hainas se Dan
el Tiro en el Cobacholos”, frente al Colegio de Bachilleres del Estado
de Baja California, Plantel Ensenada.
Decenas de videos son subidos anualmente al portal desde
las diferentes escuelas preparatorias, secundarias y primarias del
estado. Peleas dentro y fuera de las instalaciones escolares grabadas
con frecuencia por los mismos compañeros de clase de los actores
centrales de los videos. No obstante, los celulares y otros dispositivos
con videograbación se siguen permitiendo.
“Los niños aprovechan de un tiempo a otro de clases, de
que se cambian de grupo, para hacer a veces este tipo de acciones
totalmente desafortunadas”, refiere Pedrín.
— ¿No se pueden prohibir los celulares?, se le cuestionó.
“Fíjese que lo hemos intentado en algunas escuelas, y
quiénes creen que son los primeros que nos…. ¡los papás! Son los
primeros que nos invitan a que no lo hagamos, entonces sí hay algunas
escuelas en las que ya no les están permitiendo, pero tiene mucho que
ver con la organización al interior. Yo soy una de las maestras que está
en contra de que exista un teléfono en una escuela, pero no tengo la
facultad suficiente para poner en un reglamento prohibir teléfonos o
celulares o Nexteles”.
La delegada del SEe en Ensenada plantea una solución:
“Irnos hacia los teléfonos de casetas telefónicas, que podamos tener
tres, cuatro en las escuelas, en las cuadras, en las manzanas donde el
niño va caminando”.
Y concluyó: “Hay jóvenes que traen teléfonos, pero
carísimos, entonces también ahí es una doble responsabilidad, tanto para
el director como los padres. Yo he ido a visitar escuelas y veo a
jóvenes que traen teléfonos que yo no tengo, cómo alegar, ¿no? O sea,
muchos padres de familia no tienen. (Los jóvenes) Traen su BlackBerry,
traen teléfonos carísimos, entonces también en ese tenor el padre de
familia tendría que estarse cuestionando cuál es la ventaja de comprarle
a un hijo un teléfono tan caro. ¿Vale la pena? Son cuestionamientos que
los padres nos tenemos que hacer, ¿qué utilidad le está dando? Habrá
niños y jóvenes que le dan una utilidad adecuada y responsable, pero
habrá otros que desafortunadamente no, y el padre de familia a veces ni
enterado está del uso que le está haciendo su hijo”.
Según cifras del gobierno estatal, el sector público en
Ensenada cuenta con 67 mil 605 alumnos inscritos en nivel básico,
cubriendo el 91 por ciento de la demanda; en tanto que el sector
privado, con 6 mil 687 estudiantes, cubre el 9 por ciento restante. De
las 421 escuelas existentes en nivel básico, 43 son privadas.
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