Un ciudadano de nombre Roberto Camacho Gómez, tramitó ante el
juzgado de distrito el amparo para Crisóforo Maldonado Jiménez, diciendo
que el supuesto capo había sido detenido ilegalmente por el Ejército y
la Federal.
Cuernavaca • Roberto Camacho Gómez,
representante legal de Crisóforo Maldonado Jiménez, alias “El Bocinas”,
presunto integrante de la cúpula del grupo criminal “Los Rojos”, mintió a
la Justicia Federal para buscar que ésta protegiera al supuesto capo, y
pudiera librar el cerco policiaco y militar que le esperaba afuera del
hospital del IMSS de esta ciudad, donde era atendido de las heridas que
le produjeron disparos de arma de fuego, después de que fue atacado por
varios sujetos en un auto en marcha, el pasado 10 de diciembre.
Lo anterior se desprende de la demanda de amparo indirecto de fecha
10 de diciembre, que derivó en el amparo 1966/2012-III expedido por el
Juez Segundo de Distrito con sede en Cuernavaca, José Leovigildo
Martínez Hidalgo, interpuesta por el ciudadano Roberto Camacho Gómez,
quien asistido de varios abogados, no dice en ningún momento al juez de
distrito en turno que Maldonado se encontraba hospitalizado y herido
después de haber sido atacado por hombres armados, sino que argumentó,
como punto uno de su escrito, que su cliente había sido detenido, en su
casa, por elementos de la Policía Federal y del Ejército mexicano, a las
cuatro de la tarde del día diez de diciembre.
En el numeral uno de la demanda, que obra también en el expediente
que la PGJ integra para reforzar la investigación, el que busca el
amparo para “El Bocinas”, argumenta: “… Crisóforo Maldonado Jiménez fue
detenido cuando se encontraba en su domicilio por aproximadamente siete o
nueve elementos que dijeron ser de la Policía Federal Preventiva y
aproximadamente cuatro elementos que dijeron ser del Ejército mexicano,
so pretexto que tenían órdenes de llevara a declarar sin que mediara
ninguna identificación (… ) y sin que se mostrara orden por escrito de
autoridad competente (…) por lo que se trata de un auténtico abuso de
autoridad y privación ilegal de la libertad.”
Sin embargo, ninguno de las premisas planteadas corresponden a la
realidad, ya que a la misma hora del mismo día, pero en otro lugar
(Cuernavaca), Maldonado Jiménez se encontraba bajo atención médica en el
hospital público, a donde llegó tras ser atacado cuando viajaba a bordo
de un auto particular en compañía de otro de los líderes del mismo
grupo criminal, Antonio Román Miranda “La Moña”, quien resultó ileso y
una hora después de los hechos sucedidos cerca de las once de la mañana,
liberado por el titular de la Secretaría de Protección y Auxilio
Ciudadano (SPYAC), Guillermo Barclay, por no tener “elementos para
detenerlo”.
Más adelante, en la misma invocación de protección, el representante
de Maldonado le pide al juez en la demanda que luego de buscarlo por
varias dependencias como la PGJ y la PGR en la entidad, “me dijeron que
había unos detenidos pero que no me podían decir si eran ellos o no
(sic)”.
Con base en el oficio PGJ/DGJAE/11212/12-12 de la Fiscalía morelense,
y en la tarjeta informativa enviada por el Director General Jurídico,
Amparos y Extradiciones de la misma dependencia, Rubén Flores García al
Procurador, Mario Vázquez Rojas, el amparo promovido por Camacho Gómez a
favor de “El Bocinas” causó sus efectos el día once de diciembre a
partir de las dos de la mañana –cuando fue recibido en la PGJ-- bajo la
tesitura de que a Maldonado se le amparaba “para que cesen de inmediato
los actos reclamados consistentes en la incomunicación, malos tratos y
demás actos prohibidos por el artículo 22 de la Constitución de los
Estados Unidos Mexicanos”.
La resolución que fue otorgada bajo las premisas inexactas, permitió
que “El Bocinas” saliera del hospital sin ser detenido, sin embargo el
mismo Juzgado, el día 14 de diciembre, tres días después, reculó en su
determinación, al reconocer que había sido engañado, luego de haber
recibido el informe de las autoridades al que lo obliga la ley: “Visto
el estado de las autos, específicamente lo manifestado por las
autoridades responsables con su respectivo informe previo de los que se
advierte (sic) que no es cierto el acto reclamado consistente en la
privación de la libertad fuera de procedimiento judicial del directo
quejoso Crisóforo Maldonado Jiménez”.
Para entonces, Maldonado Jiménez, ya estaba en el Distrito Federal. Dos días después, lo mataron.
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