ROMA (apro).- ¿Qué ocurrió la
noche del domingo 1 de abril en la habitación del seminarista legionario
Anthony Joseph Freeman en Roma? Es la pregunta que ronda entre los reporteros
de la fuente religiosa en la capital italiana y que ha provocado la apertura esta
semana de un sumario sobre el caso por parte de la Fiscalía de Roma.
El joven seminarista
estadunidense, originario de Luisiana, en Estados Unidos, y quien el sábado
anterior había participado en una misa con el Papa Francisco en la Plaza de San
Pedro, fue encontrado muerto el pasado lunes en su habitación en el colegio
internacional de la congregación mexicana de los Legionarios de Cristo en Roma,
en la vía Aldobrandeschi, en los suburbios norte de esta ciudad italiana.
“De momento, las causas de la muerte todavía
están siendo investigadas por las autoridades, aunque pareciera que (ha
fallecido) por causas naturales”, escribió, horas después, en una escueta nota,
John Lane Connor, el director de los Legionarios en el llamado territorio de
Norteamérica (Estados Unidos y Canadá), luego de que la noticia empezara a
circular en foros privados de legionarios y exlegionarios.
“El hermano Anthony Freeman
fue encontrado muerto en su habitación en nuestro seminario en Roma. (…) Anthony
habría sido ordenado diácono este verano. Tanto así que ya había terminado sus
ejercicios espirituales para prepararse para ese momento”, añadió Connor, quien
en estos días es uno de los participantes de la reunión del Capítulo
Extraordinario de la Legión que se celebra hasta el sábado 7 en Roma.
De esta manera, y sumado al
hecho de que Freeman era un apuesto joven de apenas 29 años y un gran
aficionado del deporte, comenzaron a surgir todo tipo de especulaciones y
conjeturas sobre las circunstancias de su deceso.
En efecto, la reconstrucción
de las últimas horas del legionario es el final de una historia plagada de
puntos poco claros.
De acuerdo con algunos de sus
compañeros, Freeman, quien el lunes 2 tenía previsto un viaje en tren con otros
legionarios hasta una localidad marítima en la sureña región italiana de
Campania, se había regresado a su cuarto el domingo 1 después de una cena en la
capital italiana y todavía a las diez de la noche de ese día envió un mensaje a
través de un conocido servicio de mensajería telefónica instantánea.
No obstante, no fue hasta el
día después en la tarde que un asistente legionario fue a tocar a la puerta del
seminarista y, después de insistir varias veces, abrió finalmente la habitación
y lo halló muerto, sin evidentes marcas de violencia en el cuerpo y en una
habitación todavía ordenada y en la que Freeman se encontraba aún vestido con
las prendas de la anterior noche, según un primer relato de los testigos hecha
a los investigadores italianos.
Unas circunstancias que,
desde el principio, han hecho sospechar sobre por qué nadie lo buscó por tantas
horas, más aún que el cuerpo ya inerme de Freedman apareció en un avanzado
estado de descomposición, en momentos en los que en Roma las temperaturas no
son particularmente altas.
“¿Cuándo murió realmente?”,
se ha preguntado Il Corriere, en tanto otro diario, el rotativo La Repubblica,
explicó que, tras la autopsia al cadáver –que se llevó a cabo este miércoles en
el hospital romano Gemelli–, se está tambaleando la primera hipótesis de los
forenses de una muerte ocurrida mientras el legionario dormía, como ha ocurrido
recientemente con un futbolista muy conocido en Italia, Davide Astori, defensor
del equipo de la Florentina.
Por ello, la fiscal romana
Nadia Plastina ha decidido abrir un sumario con la hipótesis de muerte
originada por “otros delitos”, aunque de momento no hay personas investigadas
por el fallecimiento de este joven que se había hecho conocer en su comunidad
por la publicación del libro “One step closer (Un paso más cerca)”, en el que
argumentaba sobre la vida de los millennials católicos.
De hecho, Freeman era muy
activo en las redes sociales, en particular en Instagram, desde la cual antes
de la Pascua había informado que se había tomado unos ocho días de retiro en
vista de su ordenación como diácono.
“¡Después de un retiro de
silencio de ocho días tuve la bendición de encontrarme con el Papa Francisco
hoy y servir en la Misa de Pascua!”, escribió finalmente el sábado anterior el
legionario.
Por su parte, al cierre de
este artículo, el encargado de prensa de la Legión de Cristo, Aaron Smith,
todavía no había respondido a una petición de información sobre el caso enviada
por esta reportera. De igual manera, también la cúpula de los Legionarios se ha
rehusado a hacer declaraciones oficiales a la prensa sobre el suceso.
No obstante, el caso cobraría
relevancia en los próximos días tras la llegada a Italia de los padres de
Freeman, Brian y Debbie, quienes son los que deben decidir sobre el destino de
los restos mortales de su hijo y, eventualmente, expresar sus dudas acerca del
repentino y extraño fallecimiento.
Freeman había entrado en
noviciado de la Legión de Cristo en Cheshire, en el estado estadunidense de
Connecticut, en 2005 y, tras un período transcurrido en España y Estados
Unidos, desde hace cinco años se encontraba residiendo en Roma. Según la
información difundida por la Legión de Cristo, su ordenación como diácono se
iba a llevar a cabo el 7 de julio de este año, en Houston, Texas.
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ IRENE SAVIO/ 4 ABRIL,
2018)
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