lunes, 12 de junio de 2017

FERNANDO, ERES EL ALCALDE


Una comunicación directa, coloquial, sencilla, recomiendan los expertos a los políticos en funciones de gobierno.

Se trata con ello de acercar al político con las personas de la calle, agobiados por sus problemas cotidianos y que frecuentemente ven al político muy distante de su mundo.

Sin embargo, como todo tiene un límite, recomiendan no traspasarlo para lograr el clic que necesita la relación gobernante-ciudadano.

Este, que es el ABC de la comunicación política, muchas veces los políticos lo desconocen e interpretan como estar a tono con los interlocutores y eso los lleva a vulgarizar esa relación para  poder generar empatías inmediatas.

Pero lo que no sabe ese tipo de gobernante,  es que con esa actitud deteriora la figura de gobierno. La vuelve algo chabacano, motivo de cualquier meme y termina por la pérdida de todo respeto que, ojo, no se trata solo del gobernante en turno, sino lo que permanece por encima de colores y anagramas partidarios.

Fernando Pucheta en su relación con los gobernados raya en la vulgaridad y eso se dimensiona a través de los medios y redes de comunicación masiva, y es que el alcalde mazatleco actúa como si fuera el propietario de la marca Mazatlán. Que puede hacer y decir lo que se le antoja sin consecuencias. Bueno, no tanto, como veremos.

No se trata solo de quien lo interpela en el momento de la tala de árboles en el Centro Histórico de Mazatlán, sino de la audiencia que escucha sorprendido con la frase desafortunada de “sólo la mía les gustó”, una expresión fálica, propia del ambiente de los arrabales y el sexo interminable que en boca del gobernante delata su origen, sus preferencias, su mal gusto, su verbo procaz.

Pero hay algo más, no entiende que no entiende, él está en un cargo electo y si seguimos su expresión vulgar es responsable de lo que suceda en Mazatlán y más en un tema tan sensible como es el de la ecología.

Talar árboles es un asunto de interés público y si es eso está reglamentado, claro que a la población le interesa que su alcalde haga valer su autoridad para proteger la ciudad del vandalismo de las empresas constructoras, él se debe a ellos, no como parece ser el empleado de las constructoras que tiene hecho un desastre esta área de la ciudad sin que se vea el protagonismo del alcalde; en ese sentido se le extraña a Alejandro Higuera que hacia valer su investidura y peleaba porque no se dañara la infraestructura.

Me explica uno de esos constructores taladores, que del corte de árboles estaba enterado el alcalde, que no se hiciera tonto, que lo que pasaba es que no quería que le fuera afectar sus pretensiones reeleccionistas en el 18 y por eso salía con la ofensiva frase de “solo la mía les gustó”. Lo cierto es que ya le afectó tanto por sus expresiones que lo presentan como un alcalde grosero, altanero e irresponsable; como también porque asume que hay vacío de gobierno, que las decisiones no pasan por su escritorio sino que las ejercen personas no electas; es el caso del hermano del gobernador, quien da órdenes a personal del ayuntamiento, cuando es un constructor que evidentemente al tener obra pública se encuentra en conflicto de interés, y finalmente, esa ausencia ante los acontecimientos del Centro Histórico se ha hecho patente cuando le renuncia Elsa Bojórquez, directora de Ecología, quien en un acto de dignidad profesional, no aceptó recibir órdenes del ya hermano incómodo del gobernador para justificar la tala de árboles.

En definitiva, se dice que en política no hay vacíos, que todos los hoyos se llenan inmediatamente, y Fernando, que quiere ser reelecto, está mostrando que hoy no sirve a los ciudadanos mazatlecos, mucho menos servirá para continuar en el cargo luego de 2018, que la Hora Municipal no lo hará continuar en el cargo y que los ciudadanos porteños quieren un alcalde de verdad, no de frases coloquiales lastimosas y penosas. Vamos, vergonzantes.


(RIODOCE/ ERNESTO HERNÁNDEZ NORZAGARAY/  12 JUNIO, 2017)

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