En Sinaloa, por el tema de las
desapariciones se acusa la participación del crimen organizado, pero hasta
agosto de 2016 sólo había dos denuncias reportadas y ningún detenido. Un grupo
de mujeres llamadas “Las rastreadoras” iniciaron un movimiento con madres de
personas desaparecidas. Sus únicas herramientas son mapas, a veces llamadas
anónimas, picos, palas, machetes y sus manos, con las que más de una vez han
tenido que remover la tierra para encontrar los restos de alguien que podrían
ser sus hijos.
Ciudad de México, 28 de mayo,
(SinEmbargo/Infobae).- Hace tres años a Myrna Medina le arrancaron la vida,
como ella dice: su hijo de 21 años, fue levantado en una gasolinera de Sinaloa.
En México ser levantado significa que tal vez no vuelvas a aparecer.
Cuando preguntó en el
Ministerio Público sobre los avances del caso de su hijo, la respuesta fue que
ahí se investigaba, no se buscaba, por lo que se fue sola al monte a buscar a
su hijo entre las tantas fosas clandestinas que existen en los alrededores de
El Fuerte, una población que, irónicamente, cuenta con la denominación de
“Pueblo Mágico” por su historia, por lo que tiene una gran oportunidad para el
aprovechamiento turístico.
Otras madres se enteraron de
lo que estaba haciendo, algunas con hijos desaparecidos desde el año 2010, y
decidieron formar un grupo que hiciera lo que no hacían las autoridades:
encontrarlos. En 2014 buscaban a 34 desaparecidos, ahora buscan a 428 y la
lista crece en la medida que pasan los días. En tres años han encontrado 84
cuerpos, de los cuales 54 ya fueron entregados a sus familiares.
Las madres intentan suplir la desidia
judicial en la búsqueda de sus hijos. Foto: Infobae
Sus únicas herramientas son
mapas, a veces llamadas anónimas, picos, palas, machetes y sus manos, con las
que más de una vez han tenido que remover la tierra para encontrar los restos
de alguien que podría ser su hijo, como le sucedió a Felicitas y a otra integrante
del grupo, quienes escarbando en la tierra encontraron cuatro cuerpos el 31 de
agosto de 2016 en una fosa común del municipio de Ahome, pero fue hasta abril
de este año que las pruebas de ADN les revelaron que entre los restos estaban
los de sus hijos.
“Nunca vas a asimilar que tu
hijo está desparecido, el dolor, la incertidumbre, es lo que te hace llorar.
Nosotras nunca hemos buscado culpables, ni venganza ni siquiera que se haga
justicia sólo queremos saber donde están”, dice Myrna a Infobae.
El grupo busca desaparecidos
todos los miércoles y domingos en los municipios de Choix, El fuerte, Ahome y
Guasave. Se ha pedido también su ayuda en Mazatlán y Guamúchil.
Las amenazas que han recibido
en esta tierra ampliamente codiciada por los cárteles de la droga tampoco las
asustan. “Siempre tenemos mucho miedo al salir de casa y pensar que ya no vamos
a regresar, pero cómo te vas a quedar en tu casa de brazos cruzados esperando
que alguien llegue a decirte que encontraron a tu hijo muerto. Nosotras no
queremos saber quiénes fueron, sólo los queremos a ellos estén como estén
porque sabemos que ya después de tanto tiempo desaparecidos pues lo mas
probable es que los encontremos así…pues enterrados”.
“Cómo te vas a quedar en tu
casa de brazos cruzados esperando que alguien llegue a decirte que encontraron
a tu hijo muerto”.
Colectivo de madres de desaparecidos en
Sinaloa encuentra tres cuerpos en Los Mochis
TRABAJAR CON EL ENEMIGO
En un principio, las
autoridades se negaron a apoyar su labor, pero ahora, cuando hacen la búsqueda
salen acompañadas por un grupo de policías estatales y un equipo canino que
también colabora con el rastreo de fosas o restos.
“Cuando empezamos, se negaron
a apoyarnos, pero cuando vieron que no nos íbamos a dar por vencidas se
tuvieron que unir al enemigo. Hicimos un equipo y trabajamos en conjunto con un
equipo de la Procuraduría (Fiscalía local), con un equipo canino y es muy
importante la coordinación para que se pueda lograr un objetivo”, expresó la
fundadora del grupo cuyo nombre real es “Las Buscadoras del Fuerte”, pero fue a
raíz de una entrevista con el recién asesinado periodista Javier Valdez, quien
las llamó “Las Rastreadoras”, que todos las conocen así.
“Lo único que pedimos cuando
nos ofrecieron ayuda es que no participara ningún policía municipal porque en
casi todos los casos de desapariciones están involucrados policías
municipales”, dijo.
Las mujeres son ayudadas por policías
estatales pero no quieren que intervengan los municipales, a quienes acusan de
complicidad con los secuestros. Foto: Infobae
También cuentan con un radar,
pero hasta ahora no les ha sido útil, pues las fosas y cuerpos que han
encontrado en estos años fueron gracias a sus métodos tradicionales, como
observar si la tierra fue removida, si hay hoyos, o porque la gente les comenta
que en determinado lugar hay restos enterrados.
Un informe especial de la
Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre desaparición de personas y
fosas clandestinas estableció que Sinaloa es el cuarto estado con el mayor
número de desapariciones forzadas.
El estado concentra el 8.24
por ciento de los 32.236 casos revisados por la CNDH en el país. El reporte
abarca el periodo de 2007 a 2016 y documenta el estatus de los denuncias ante
las fiscalías locales.
En Sinaloa, por el tema de
las desapariciones se acusa la participación del crimen organizado, pero hasta
agosto de 2016 sólo había dos denuncias reportadas y ningún detenido.
“Quisiera decir muchas cosas,
quisiéramos que esto no pasara, pero estamos en un mundo de tanta inseguridad
de tanto desparecido, de tanto asesinado… Es triste y no tenemos manera de
parar. Es importante que el mundo sepa lo que hacemos, que buscamos a nuestros
hijos”, finalizó Myrna, quien aseguró que en este momento nada la hace más
feliz que una persona que llega a donarles una pala, un palo o un machete, para
seguir buscando a su hijo.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON
AUTORIZACIÓN EXPRESA DE INFOBAE.
(SIN EMBARGO.MX/ Juliana Fregoso/ mayo 28, 2017, 3:00
pm)
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