Las acusaciones en contra de Javier
Duarte de Ochoa por primera vez salieron a la luz, y detalle, en Guatemala. Sin
embargo, es desde allá que Duarte podría rechazar los cargos por los cuales
México pedirá su extradición. Pese a estar capturado, su margen de maniobra es
amplio. Su regreso podría ser de alrededor de un año. Y esta oportunidad fue
otorgada por las autoridades mexicanas debido a “errores” en la estrategia de
la Procuraduría General de la República (PGR). Sin la solicitud de aprehensión
con fines de extradición de la PGR, Duarte hubiera sido deportado, han
confirmado autoridades guatemaltecas a SinEmbargo.
La familia del ex Gobernador hasta ahora
ha quedado exenta de cargos. En especial, Karime Macías, su esposa, quien ha
tenido la libertad para viajar a Bogotá y ahora se haya en Londres. ¿Por qué no
fue detenida en Guatemala? Las respuestas parecieran ser circulares: “La PGR no
lo solicitó”, han confirmado altas autoridades guatemaltecas. ¿Ahora, a qué le
apuesta Duarte?
Javier Duarte de Ochoa, tiene en sus
posibilidades rechazar los cargos que se le imputan con fines de extradición.
Foto: William Gularte, Cuartoscuro
Ciudad de México, 21 de abril
(SinEmbargo).- Javier Duarte de Ochoa tiene la posibilidad de rechazar los cargos
que presentará la Procuraduría General de la República (PGR). Un recorrido que
no hubiera iniciado si la propia PGR se hubiera abstenido de solicitar una
aprehensión con fines de extradición, y Duarte sido deportado.
Duarte enfrenta cargos por
delincuencia organizada y manejo de recursos de procedencia ilícita, por parte
de la PGR, y hoy un Juzgado en Veracruz giró una orden de aprehensión por el
desvío de 2 mil 300 millones de pesos en el rubro del Seguro Popular. Este último cargo no se encuentra en la
solicitud de aprehensión enviada a Guatemala el sábado.
El hecho de que Duarte se
rehusara a allanarse a la extradición en Guatemala implicó que no regresará a
México hasta conocer todos los cargos por los que se le persigue en México. De
los cargos contra Duarte, sólo el delito de delincuencia organizada se
considera grave, de acuerdo con el Nuevo Sistema de Justicia Penal.
El ex Gobernador se estaría
cuidando de que más delitos graves, por los que deba guardar una mayor cantidad
de años en prisión, sean añadidos. Y la PGR tiene responsabilidad.
En vez de dejar que las
autoridades guatemaltecas deportaran a Duarte, el Gobierno federal mexicano
envío una solicitud de aprehensión con fines de extradición, una petición que
dio paso a que Javier Duarte se quedara en Guatemala y cuente con una serie de
recursos legales del sistema de justicia guatemalteco.
Duarte puede saber de que se
le acusa. E, incluso, rechazar cargos.
“Él tiene la posibilidad
dentro de la legitima defensa, de aceptar, o rechazar los cargos. Si quiere
retrasar ese proceso puede empezar a rechazar cargos”, explica David
Martínez-Amador, investigador mexicano afiliado a la Red de Investigadores
Insumisos Latinoamericanos, quien se ha dedicado a estudiar el crimen en la
región.
El abogado Sandino Rivero
explicó por su parte que, en caso de sentencia, los delitos graves tienen
prioridad a la hora de pasar tiempo en prisión. “Delincuencia organizada tiene
sentencias de entre cuatro y ocho años, dependiendo la gravedad”.
¿ERRORES O ESTRATEGIA?
El sábado por la noche cayó
Duarte, 12 horas antes las autoridades mexicanas solicitaron mediante “un
mensaje verbal”, una aprehensión con fines de extradición, confirmó la Fiscal
General de Guatemala Thelma Aldana Hernández.
Por su parte, el Ministro de
Gobernación de Guatemala Francisco Rivas Lara afirmó que de no existir una
solicitud de aprehensión por parte de la PGR, Guatemala hubiera procedido a
revisar la irregular situación migratoria de Duarte.
La deportación ha sido un
recurso que ha utilizado este país para expulsar a alguien de manera rápida en
casos de fugitivos capturados en casos recientes y en otros de antaño como el
de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 1993.
En esa ocasión el Procurador
Jorge Carpizo McGregor anunció que el Chapo había sido devuelto a México a
manos de autoridades mexicanas el mismo día que oficializó la captura.
¿ENTRARÁ LA CICIG?
En una breve entrevista, el
investigador Martínez-Amador detalla como el caso de Duarte de Ochoa podría ser
investigado hasta por la Comisión Internacional contra la Impunidad en
Guatemala (Cicig). Un ente, avalado por Naciones Unidas, para desmantelar la
corrupción que coadyuvó a la caída del ex presidente de ese país, el General
Otto Pérez Molina.
Javier Duarte de Ochoa, ex Gobernador
del estado de Veracruz fue detenido en Guatemala la noche del sábado. Foto:
William Gularte, Cuartoscuro
— ¿Cuál es el requisito para
que el caso de Duarte entre dentro del mandato de la Cicig?
— Si se demuestra que hubo
apoyos institucionales para que Duarte pudiera entrar de manera irregular a
Guatemala. Si los apoyos están vinculados con situaciones del Estado, aunque no
fue fueran, directamente, funcionarios, pero personeros de instituciones que
están rompiendo la ley, operando con estructuras paralelas. Encontrar los
puntos ciegos para entrar de México a Guatemala no los encuentras en las
páginas amarillas, alguien con ese conocimiento del terreno tuvo que haber
llevado a Duarte a un punto ciego. No a cualquiera, porque hay unos utilizados
para el tráfico de mercancías y demás, tenía que ser un punto ciego muy
discreto, donde poder pasar sin ser visto para no llamar la atención. Alguien
tiene que darte la información y luego recoger para llegar a los diferentes lugares.
— En caso de que llegue la
solicitud formal de extradición y a Javier Duarte no le parezca el contenido de
los cargos. ¿Es posible que los descarte?
— Él tiene la posibilidad
dentro de la legitima defensa, de aceptar, o rechazar los cargos. Si quiere
retrasar ese proceso puede empezar a rechazar cargos. Decir: ‘perdón, pero yo
no los voy a aceptar’. Y es una maraña más de tecnicismos. Lo que hay que dejar
aquí en claro es que si el acepta esos cargos con los ojos cerrados, y bajando
la cabeza, de todas formas, el proceso en sí de la extradición no es expedito.
Puede dilatarlo por cualquier tecnicismo ridículo. El sistema permite retardar
esto hasta un año. Y me parece que es una opción que tanto el régimen, como él
han considerado.
— Hoy salió en la revista
Time que la Fiscal Aldana está entre las 100 personas más influyentes del
mundo. ¿Hay voluntad y capacidad para rastrear a la red que ayudó a Duarte?
— Yo considero que esa es una
de las prioridades fundamentales del sector de justicia que tiene que enfrentar
en este momento por un detalle, que parece que se ha dejado del lado. Aplicando
el piensa mal y acertarás es muy revelador que el empresario guatemalteco, que
se menciona que le provee el apartamento en la zona turística de Panajachel a
Duarte se presenta como un empresario ganadero. Cualquiera que ha estudiado el
crimen organizado sabe bastante bien que que el sector ganadero en Guatemala
está claramente ligado al narcotráfico. No todos pero, es un tipo de negocio
que bordea esa frontera.
— ¿Cómo interpretar que
Duarte decidió reservarse el derecho de allanarse a la extradición hasta
conocer la solicitud formal de extradición. ¿A qué le apuesta Duarte?
— Lo que yo supongo es que
Duarte está haciendo un cálculo racional, en términos de no poder solventar la
tormenta que se le viene encima. Si tiene disponibilidad de recursos, que
imagino que los debe de tener, y si tiene otro tipo de apoyo local, que, es
claro que lo tiene, me parece que la posibilidad de tratar de incluir el
sistema de justicia guatemalteco que es tan poroso, como el mexicano. Eso
significa que puede estar alejado de su país de origen, comprando algún tipo de
voluntades. Comprando algún tipo beneficios en el sistema carcelario en el que
se encuentra, retrasando con tecnicismos el proceso hasta el momento que se
tenga que regresar.
La esposa de Duarte, Karime
Macías, pudo ser detenida en Guatemala, pero no hubo solicitud de la PGR, ni
aparece en la investigación de la misma. Foto: Juan Pablo Zamora, Cuartoscuro
— ¿Le conviene a Duarte estar
en Guatemala en esos términos?
— A mí me parece que es una
opción racional tanto para él, a eso es a lo que apuesta, a dilatar su
extradición lo más que pueda. Tiene los recursos. Al mismo tiempo no incómoda a
sus pares de la clase política mexicana, que lo tienen lejos, pero no tan
lejos. Si de verdad quisiera volver a México simplemente hubiera dicho yo entré
como mojado, me pueden deportar, y se acabó la canción.
— ¿Si la PGR no hubiera hecho
la solicitud formal de aprehensión con fines de extradición ya tendríamos a
Duarte en México?
— En efecto y lo más
importante con lo que estás diciendo es que el mismo día que tuvo Duarte la
audiencia él se reserva el derecho de aceptar o no esa petición. Por lo menos,
hasta el día de ayer, el Gobierno de México no ha enviado la solicitud formal
de la extradición. El argumento de peso por el que no tenemos a Duarte en
México es porque hay que procesarlo por gravísimos delitos, pero con su ingreso
de manera ilegal a Guatemala, simplemente lo tomas, lo deportas y se acabó.
— ¿Levanta suspicacias sobre
el papel de las autoridades mexicanas?
— Hay una contradicción de
acciones en el Gobierno mexicano, lo que da la impresión de que es una entrega
pactada porque una de dos, o la dependencia federal es muy estúpida para no
saber cómo llevar a cabo este proceso increíblemente lento. O hay algo de fondo.
No puede ser que la solicitud formal de cancillería a cancillería no haya
llegado a Guatemala, siendo que se trata de uno de los Gobernadores más
emblemáticos de la corrupción, vinculado con otras personas, más que todo del
PRI.
Lo único que entonces esto
parece apuntar es que están dilatando lo más que puedan la estadía de Javier
Duarte en Guatemala. De manera que entonces no esté ni tan lejos, ni tan cerca,
lo suficiente como para que el régimen pueda explotar políticamente esa
captura, así como imagino que van a hacer explotar la de Yarringon.Pero que no
esté tan cerca como para obligar al sistema acusatorio penal mexicano a buscar
la justicia.
(SIN EMBARGO.MX/ JUAN LUIS GARCÍA
HERNÁNDEZ/ ABRIL 21, 2017, 5:44 PM)
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