CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La
investigación que lleva a cabo la justicia de Brasil sobre los sobornos que el
gigante de la construcción Odebrecht repartió en América Latina y dos países
africanos para obtener contratos millonarios, conocido como caso “Lava Jato”
alcanzó al expresidente Felipe Calderón, según una investigación de Mexicanos
Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Según un reportaje realizado
por los periodistas Raúl Olmos y Daniel Lizárraga, una de las evidencias que
involucra a México es un correo electrónico entre dos ejecutivos de Odebrecht:
Roberto Prisco Ramos y Alexandro Alencar, quienes gestionaron una reunión entre
Calderón y el entonces presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva como
parte de su estrategia de negocios en Pemex.
El mensaje, que forma parte
del expediente al que MCCI ha tenido acceso, está fechado el 8 de diciembre de
2009, justo a la mitad del gobierno calderonista y cuando estaba por cerrar un
negocio con Braskem, filial de Odebrecht, que le dejaría ventas estimadas en
dos mil millones de dólares anuales: la planta Etileno XXI, que se encuentra en
Coatzacoalcos, Veracruz.
Pemex le cedió a Braskem y a
la compañía mexicana IDESA la construcción de la planta Etileno XXI. A cambio
de esta inversión, México dejaría de importar polietileno y habría empleos,
según las estimaciones oficiales.
Además Pemex canceló tres
proyectos de infraestructura propios, para no competir con la inversión de
Odebrecht. A partir de 2010 la empresa dejó de invertir nueve mil 644 millones
de pesos, para darle prioridad al proyecto Etileno XXI.
El mensaje entre Prisco y
Alencar y que involucra a Calderón en el caso dice textual:
“Querido tricolor.
Necesito tu ayuda con respecto a este tema:
Hacer un esfuerzo para que LILS acepte una invitación
especial de Calderón de ir a México a principios de febrero.
Cuando puedas, me llamas, para hablar al respecto.
Abrazo
R.”
“LILS”, es el acrónimo del
expresidente Lula y era utilizado frecuentemente en los correos recuperados
para el caso “Lava Jato”. Roberto Prisco Ramos, quien envió este mensaje y
firmó como “R”, en ese momento era director de Braskem, la filial de Odebrecht
que estaba por cerrar el negocio por la planta de Etileno XXI, en Veracruz.
Las relaciones políticas de
Odebrecht en México le facilitaron llegar hasta la residencia oficial de Los
Pinos.
El 23 de febrero del 2010,
Calderón y Lula tuvieron un encuentro privado en México dentro de la Cumbre de
la Unidad Latina y del Caribe organizada en Quintana Roo. Habían pasado dos
meses y medio del correo entre Roberto Prisco Ramos y Alexandro Alencar quienes
buscaban esa reunión.
Al final de la reunión los
entonces mandatarios emitieron un comunicado en el que se felicitaron por la
inversión de dos mil 500 millones de dólares que realizaría el grupo mexicano
IDESA y la brasileña Braskem para la construcción de un complejo petroquímico
en Veracruz.
Ese no fue todo el apoyo que
recibió Odebrecht durante el gobierno de Calderón. Dos bancas de desarrollo
otorgaron créditos a Braskem: Nacional Financiera (Nafin) les prestó 280
millones de dólares y el Banco Nacional de Comercio Exterior(Bancomext) otros
120 millones de dólares.
Para la edificación del
complejo petroquímico de Etanol XXI, el exgobernador de Veracruz, Fidel
Herrera, hizo una gira de trabajo a Sao Paulo, Brasil, durante la cual tuvo
reuniones con Marcelo Odebrecht.
De acuerdo con los
testimonios de ejecutivos de Odebrecht difundidos por el Departamento de
Justicia de Estados Unidos –de quienes no se conocen sus nombres-, los sobornos
en México por 10.5 millones de dólares se repartieron en dos momentos
distintos.
Primero fueron 4.5 millones
de dólares entre los años 2010 y el 2012, en el último tramo del gobierno
calderonista y posteriormente entregaron seis millones de dólares, entre 2013 y
el 2014, ya con Enrique Peña Nieto habitando Los Pinos.
En octubre de 2011, un año y
medio después de la reunión en la Riviera Maya, el entonces director de
Odebrecht fue invitado a comer a la residencia oficial de Los Pinos.
En aquella reunión, Odebrecht
le compartió a Calderón los avances en Etileno XXI, proyecto que es señalado en
el juicio que se lleva en Brasil, como resultado de un posible tráfico de
influencias que involucra al expresidente Lula da Silva, según un comunicado de
Los Pinos y el expediente del caso “Lava Jato”.
Calderón estuvo acompañado en
esa reunión por uno de sus colaboradores de mayor confianza: Jordy Herrera
Flores, quien en distintas etapas fue su secretario particular, y ya instalado
en la presidencia, Calderón lo colocó como director de Pemex Gas y Petroquímica
Básica en 2010. Luego lo nombró Secretario de Energía, y con esa investidura
acudió a una reunión con Marcelo Odebrecht en octubre de 2011.
En febrero de 2010, los
entonces presidentes de Brasil y de México, Lula da Silva y Felipe Calderón,
atestiguaron la firma del convenio de Pemex con la división petroquímica de
Odebrecht.
LOS SOBORNOS
Según la investigación de
MCCI, Roberto Prisco Ramos, uno de los personajes mencionados en el intercambio
de correos que involucraban a Lula, también negoció años después el pago de
sobornos desde México.
La Policía Federal de Brasil
tuvo acceso a los correos electrónicos en los que Prisco Ramos le pedía a un
ejecutivo de Odebrecht, Hilberto Mascarenhas Alves da Silva Filho (a quien
llama ‘Tío Bel’), la entrega de más de 50 ‘acarajés’, que es el nombre
coloquial con el que llamaban a los sobornos, y que hace referencia a unos
panecillos típicos de Brasil, elaborados con frijol y rellenos de distintos
ingredientes.
“Tío Bel, ¿puede usted
conseguirme más de 50 acarajés el día 4 (de febrero) por la tarde (alrededor de
las 15 horas) en la oficina de OOG en Río?”, preguntó Prisco en un mensaje
enviado el 27 de enero de 2014, a las 14:33 horas. “Estoy en México, pero
vuelvo por la mañana del día cuatro”.
“OK programado. Sus acarajés
llegaron calientes”, respondió el ‘Tío Bel’.
Prisco Ramos estaba de visita
en México en la supervisión de la planta Etileno XXI, construida y operada por
la empresa Braskem, en la que él era directivo.
A partir de los mensajes que
envió desde México, la Policía Federal de Brasil inició la ‘Operación Acarajé’,
enfocada a detectar el pago de sobornos.
Otros dos de los principales
personajes de la mayor trama de corrupción de Latinoamérica, actualmente presos
en Brasil, extendieron su red de operaciones a México, según expedientes
judiciales del caso consultados por MCCI.
Glauco Colepicolo Legatti,
quien durante 35 años trabajó para Petrobras –la empresa petrolera de Brasil-,
confesó que intervino como gestor de la empresa Odebrecht ante autoridades
mexicanas.
En su declaración rendida el
9 de noviembre de 2016 ante la Policía Federal brasileña, reveló que había
recibido siete millones de dólares en sobornos entre 2011 y 2014 de parte de
Odebrecht, a cambio de contratos, asesoría e información privilegiada. Y al
menos uno de sus servicios consistió en recomendar a Odebrecht en México,
aunque no reveló el pago recibido esa vez ni los funcionarios mexicanos a los
que contactó.
La obra en México a la que
hizo referencia Legatti en su declaración, al parecer es Etileno XXI, la planta
petroquímica que Odebrecht opera en Veracruz gracias a un contrato de
suministro de gas etano a 20 años firmado con Pemex el 23 de febrero de 2010,
ante los entonces presidentes de México, Felipe Calderón Hinojosa, y Luiz
Inacio Lula, de Brasil.
La planta fue inaugurada en
junio del año pasado, con una capacidad anual de un millón de toneladas de
petroquímicos, con la que se proyecta sustituir el 40% de las importaciones
totales de polietilenos.
La meta anual de ventas
propuesta era de dos mil millones de dólares y para alcanzarla Pemex debía
suministrar 66 mil barriles diarios de gas etano a “precios preferenciales”,
canalizados a la planta Etileno XXI.
Sin embargo, desde aquellos
años el precio del gas etano es un secreto y así permanecerá por 20 años con
posibilidad de prorrogarse por cinco más, al haberse clasificado como
“información reservada”, según una respuesta oficial de Pemex ante una solicitud
de acceso a la información hecha por MCCI.
El argumento para mantener en
secreto la fórmula del precio del etano, es que si se hace público se causaría
un daño comercial a Odebrecht y a su socia mexicana.
Además, un juzgado de
distrito emitió sentencias, en las que concedió amparo a favor de Braskem e
IDESA, para que se mantenga en secreto la información contenida en el contrato
de suministro de etano suscrito con Pemex, y la fórmula del precio del gas.
Y en otro juicio promovido
por la filial de Odebrecht, también se otorgó suspensión definitiva para que el
IFAI se abstenga de requerir a Pemex a entregar información sobre el contrato y
el precio del etano.
Tras una serie de solicitudes
de acceso a la información, señaló MCCI, Pemex elaboró una versión pública del
contrato, pero censuró toda la información sobre el precio al que vende el gas
a Odebrecht, así como el volumen que suministra, las condiciones y
características de las entregas programadas, el pago de costos, los términos de
pago, y las obligaciones de compra-venta.
(PROCESO/ LA REDACCIÓN / 2 MARZO, 2017)
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