Claudia dormía con su esposo cuando Los
Marinos llegaron y se los llevaron a la fuerza
Claudia Medina Tavariz habla durante una
entrevista en las oficinas de Amnistía Internacional en la ciudad de México.
VERACRUZ (AP) .-Claudia
Medina Tamariz dormía en su casa en el puerto de Veracruz, en la costa del
Golfo de México, junto a su esposo, cuando miembros de la Marina entraron a la
fuerza y los arrestaron en agosto de 2012.
Con una venda en los ojos y
esposada, Medina cree que fue trasladada a una base naval cercana, donde sus
captores la acusaron de trabajar para el crimen organizado. Durante varias
horas fue golpeada, agredida sexualmente, y torturada con descargas eléctricas
y ahogamiento simulado. Dos examinadores médicos independientes encontraron
evidencia que respalda su versión. Se le obligó a ducharse enfrente de sus
captores.
Después, Medina y otros
desfilaron frente a las cámaras de televisión junto a armas y drogas, y se les
imputaron múltiples cargos de crimen organizado. Más tarde descubrió que su
declaración, misma que no se le mostró antes de ser firmada, fue alterada para
que pareciera una confesión en la que los marinos indican que la arrestaron
junto a su esposo cuando conducían un vehículo con drogas y armamento.
"Las autoridades, cuando
te ponen en exposición, lo hacen con esa finalidad, de que una se quede callada
como mujer", declaró Medina el lunes.
"ELLOS SABEN DÓNDE HERIRTE COMO MUJER".
El grupo de derechos humanos
Amnistía Internacional afirma que la experiencia de Medina es común entre las
mujeres arrestadas en México. En un reporte difundido el martes, la
organización señaló que en entrevistas realizadas a 100 mujeres mexicanas encarceladas,
72 reportaron tortura sexual durante su arresto, y 97 fueron golpeadas o
recibieron algún tipo de abuso físico. Las 100 reportaron acoso o abuso
psicológico.
Claudia Medina (Foto: Ariel Ojeda/EL
UNIVERSAL)
"Lo que vemos es que las
mujeres son un blanco por su género, a menudo sus cuerpos son utilizados de
cierta forma. Continuamente vemos que las mujeres que vienen de situaciones
adversas son los objetivos más fáciles para las autoridades", dijo
Madeleine Penman, investigadora de Amnistía Internacional.
Amnistía Internacional mostró
el lunes su reporte al gobierno, pero la Procuraduría General de la República
no respondió a una solicitud de comentario para The Associated Press antes de
que se difundiera la investigación.
Penman dijo que Amnistía Internacional
decidió enfocar su reporte en las sobrevivientes de tortura sexual debido a que
no han recibido mucha atención. Agregó que a los investigadores les hubiera
gustado entrevistar a muchas más mujeres, pero que las autoridades mexicanas
obstaculizaron el proceso.
Gran parte de los abusos se
han relacionado con la guerra de México al narcotráfico, y las mujeres a menudo
resultan detenidas cuando las autoridades arrestan a los hombres o simplemente
porque buscan presentar resultados públicos, se señala en el reporte.
El informe afirma que la
naturaleza sexual de la tortura y el estigma que conlleva hacen que sea menos
probable que las mujeres denuncien lo sucedido.
El caso evidencia que se ha vuelto
práctica de Estado la fabricación de culpables.
Foto: Centro Prodh
Medina, una madre de tres
hijos que trabajaba vendiendo productos naturistas, está libre y no es una de
las 100 mujeres entrevistadas en el reporte. Pero ella y Amnistía Internacional
afirman que su experiencia es igual a las recabadas en la investigación.
Cuando los marinos entregaron
a Medina a los investigadores federales, inicialmente no mencionó la tortura.
"PORQUE TENÍA MIEDO, PORQUE ELLOS ME HABÍAN
AMENAZADO QUE SI HABLABA DE LO QUE HABÍA PASADO EN ESTAS 36 HORAS IBAN A
ENCONTRAR MIS HIJOS".
Pero el día después de ser
trasladada a una cárcel de mujeres, Medina le dijo a un juez que había sido
torturada. Tres días después, el juez desechó el cargo de crimen organizado más
grave.
Luego de 23 días en prisión,
Medina consiguió libertad bajo fianza y pelear su caso. Se desecharon todos los
cargos con excepción del de posesión de armas de fuego. Introdujo una queja
ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre el trato que recibió y
comenzó a alzar la voz, pero hasta la fecha, el órgano no ha publicado una
recomendación sobre su caso.
Claudia Medina Tamariz. Foto: Amnistía Internacional.
Un año y medio después de su
arresto, la fiscalía emitió una nueva orden de arresto contra Medina por todos
los cargos previos. Lo considera una obvia amenaza y el mensaje es que guarde
silencio. Luego de otro año de disputas, un juez exoneró a Medina de todos los
cargos.
Su esposo sigue en prisión a
la espera de que un juez falle respecto a sus acusaciones.
"Yo considero que es
algo ya de rutina que hacen las autoridades castrenses", dijo Medina sobre
la tortura y demás abusos. "Yo siempre lo he dicho, siento que es como la
enfermedad, el cáncer que va creciendo y creciendo y creciendo".
El reporte de Amnistía
Internacional resalta que los legisladores mexicanos debaten una nueva
legislación sobre la tortura, y que la Procuraduría General de la República
creó una nueva unidad para investigar la tortura. Pero de miles de quejas de
tortura desde 1991, sólo 15 han resultado en condenas federales.
(EL DEBATE/REDACCION/ 29 DE JUNIO 2016)
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