En su discurso de renuncia a la
dirigencia nacional del PRI, y después de su caída electoral, Manlio Fabio
Beltrones hace un recuento de fallas propias, pero sobre todo de las ajenas, de
las que pudieron haber venido de las más altas esferas del poder. Además viene
el reclamo: Gracias a mi capacidad política, parece decir, se lograron las
reformas y como pago recibí el abandono. Y como lo revela el estudio de un
especialista, en el fondo de todo siempre estuvo el dinero… en este caso, la
falta del mismo en el accionar priista.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-
Los hechos violentos de Nochixtlán, Oaxaca, el domingo 19; las movilizaciones
de los maestros de la CNTE en varios estados; y la turbulencia financiera
provocada por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, opacaron la
noticia de la renuncia de Manlio Fabio Beltrones Rivera a la presidencia
nacional del PRI.
Los resultados desastrosos
para el PRI en los comicios del pasado domingo 5 han sido objeto de múltiples y
variadas explicaciones, análisis y conjeturas. Pero Beltrones, hasta el lunes
20 dirigente nacional priista, no duda en cargarle a los gobiernos federal y
estatales la mayor parte de la responsabilidad en el fracaso electoral
reciente.
En su largo discurso de
renuncia, 11 y media páginas, a veces críptico, a veces elocuente, plantea –así
sea de manera elíptica– que el gobierno abandonó a su suerte al PRI.
Dice: “El partido requiere
establecer una más fluida relación con sus gobiernos. No basta el diálogo
permanente y fructífero que existe con el presidente de la República y con los
gobernadores. El partido en el gobierno debe apoyar y su gobierno debe
comunicarse y comprometerse más con su partido. Es necesario que haya
correspondencia y retroalimentación en las agendas de gobierno y partido,
respetando el ámbito de competencia de cada parte”.
Pero también sugiere que el
gobierno no sólo no apoyó al partido, sino que incluso jugó en su contra, pues
poco hizo para sancionar o corregir a funcionarios y gobernantes priistas
señalados y criticados recurrentemente por la sociedad:
“Es imprescindible, diría que
es urgente y prioritario, que reforcemos la rendición de cuentas de los
servidores públicos, legisladores y gobernantes que emanan de las filas del
PRI, que oigamos y atendamos las demandas de castigo a la corrupción y a la
impunidad.
“Requerimos hacer efectivo el
papel político del partido como vigilante de la gestión de los gobiernos
priistas, con facultades estatutarias para actuar con determinación y a tiempo
para reconocer y premiar aciertos; corregir errores y sancionar conductas
irresponsables”.
Fragmento del reportaje que se publica
en la edición 2069, ya en circulación
(PROCESO/ CARLOS ACOSTA CÓRDOVA /25
JUNIO, 2016)
No hay comentarios:
Publicar un comentario