The Guardian y The Economist hacen un
balance del clima electoral en los estados de Tamaulipas y Veracruz, a poco más
de una semana de que los ciudadanos voten por Gobernador en ambas entidades. En
los dos estados, consideran, existe un hartazgo del PRI por temas como la
corrupción, la violencia y la sospecha de relaciones entre el poder y el crimen
organizado.
Durante mayo se han registrado en la
ciudad una serie de bloqueos por parte de grupos criminales. Ciudadanos acusan
que buscan intimidar a los ciudadanos para no votar Foto: Valor por Tamaulipas.
Ciudad de México, 27 de mayo
(SinEmbargo).- Veracruz y Tamaulipas son la muestra de que algunos de los
estados del país que no conocen la alternancia política, tienen la urgencia de
conocer una propuesta diferente a la del Partido Revolucionario Institucional
(PRI), que los ha gobernado por lo menos 86 años, publicaron medios británicos.
Exasperados, los mexicanos
aseguran que el próximo 5 de junio saldrán a votar seguros de que su sufragio
no significará que sus impuestos vayan a la construcción de más carreteras o
escuelas, sino que seguirán padeciendo males como el secuestro la extorsión y
caminos inseguros.
Doce estados mexicanos
celebran elecciones para Gobernador el 5 de junio, incluyendo Tamaulipas, donde
los votantes están coqueteando con lo impensable: quitar del poder al Partido
Revolucionario Institucional (PRI), que ha gobernado el estado durante 86 años
ininterrumpidos.
En un reportaje sobre los
comicios locales de la próxima semana, el diario británico The Guardian publica
que las elecciones se realizarán en un momento en el que la popularidad del
Presidente de México, Enrique Peña Nieto, emanado de las filas del PRI, se
sitúa en mínimos históricos y los candidatos del PRI en todo el país se
enfrentan a rivales “advenedizos” en los bastiones tradicionales.
PAGAR CUOTA
Manta dejada por los Zetas en Ciudad
Victoria, Tamaulipas. Foto: Breibart Texas
Antonio paga una cuota de
alrededor de 3 dólares [menos de 60 pesos] por día por el derecho a conducir su
taxi en Ciudad Victoria, Tamaulipas, ubicada unas 200 millas al sur de la
frontera de Texas. El pago no es para la administración local, es para el Cártel
de los Zetas, pero Antonio – como la mayoría de la gente – no se atreve
siquiera a pronunciar su nombre.
Nunca trabaja por las noches
– no es seguro salir. Los días son demasiado lentos: las balaceras son comunes,
y la mayoría de la gente se aleja de las calles cada vez que pueden.
Pero Antonio no culpa a la
ilegalidad en Ciudad Victoria contra el crimen organizado. Se fija en la culpa
a los políticos de México – especialmente al partido de Gobierno, el PRI.
“El sentimiento en este
momento es que las personas están culpando al PRI por todo lo que estamos
pasando”, dice Antonio, a la espera de llevar un cliente en un sitio de taxis
de la plaza central. “Nadie – y me refiero a nadie – le gusta el PRI.”
Ante el enojo social, el PRI
ha respondido con anuncios de ataque y las acusaciones de que sus rivales
tienen vínculos con el tráfico de drogas y los grupos armados.
El presidente nacional del
PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, le quitó recientemente las candidaturas a
tres aspirantes a Alcaldías en Tamaulipas, que abiertamente apoyaron la campaña
del Partido Acción Nacional (PAN), alegando que habían sido “comprados y
amenazados por los delincuentes”.
Las acusaciones de
complicidad criminal en la región no son nada nuevo: dos ex gobernadores del
PRI, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, se enfrentan a cargos criminales en
cortes de Texas y son considerados fugitivos de la justicia estadounidense,
observa el rotativo.
Los fiscales alegan que
Yarrington aceptó sobornos para permitir que el cártel del Golfo pudiera
traficar cocaína a Estados Unidos, mientras que Hernández es acusado de
conspiración para lavar dinero. Ambos hombres niegan las acusaciones.
ESTRUCTURAS PARALELAS
Según The Guardian, los
ciudadanos describen que en Tamaulipas existen estructuras paralelas que
incluyen al Gobierno del estado, y también
a los grupos encargados de la imposición de tarifas para protección
estableciendo puertos de control ilegales en carreteras e incluso a la hora de
entregar la ayuda a la población.
“Hay dos gobiernos aquí”,
dijo en 2012 la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, en un acto de
campaña del PAN en Tamaulipas. “Hay un Gobierno 09 a.m.-6 p.m. y otro 6 p.m.-09
a.m.. El primero fue elegido y el segundo se impone a través de secuestros,
extorsiones, desapariciones, las balas y la muerte “.
EL VERACRUZ DE DUARTE
En el caso de Veracruz, The
Economist hace un análisis sobre cómo los candidatos de los principales
partidos se han enfrascado en una guerra sucia en lugar de desarrollar una
campaña con propuestas que ayuden a la ciudadanía a superar el hartazgo y la
molestia causado por el desempeño del actual Gobernador priista, Javier Duarte
de Ochoa.
“Héctor Yunes Landa, el
candidato del gobernante PRI, llama a su rival, Miguel Ángel Yunes Linares, ‘un
pervertido, sexual enfermo’. Advierte a los votantes a ‘cuidar de la seguridad
de sus hijos’. Mientras que Yunes Linares, su primo, quien encabeza una
coalición que incluye al conservador Partido Acción Nacional (PAN) y al izquierdista
Partido de la Revolución Democrática (PRD), niega los informes de que
pertenecía a una red de pedofilia . Dice que su oponente está librando una
‘guerra sucia’”, cita el rotativo.
Con 8.1 millones de personas,
Veracruz es el tercer estado más poblado de México. También, según The
Economist, es uno de los más problemático de los 12 estados que elegirán nuevos
gobernadores. “Tiene una reputación de corrupción. La Auditoría Superior de la
Federación (ASF) encontró irregularidades en el uso de 14 mil millones de pesos
de los fondos federales transferidos a Veracruz en 2014, el más alto nivel de
gasto sospechoso en México”.
Afirma que aunque el estado
no se encuentra entre los que registran los mayores índices de violencia en el
país, es peligrosa para los periodistas que investigan las denuncias de
corrupción y vínculos entre el Gobierno y el crimen organizado. Se estima que
unos 18 periodistas han desaparecido o han sido asesinadas durante la gestión
de Javier Duarte, que acusa a, a su vez, a los comunicadores de asociarse con
el crimen organizado. “Muchos tienen miedo de hacer su trabajo”.
Ejemplifica que la guerra de
lodo en Veracruz muestra no sólo el por qué algunos votantes están desencantados
de los partidos dominantes, sino también por qué tal vez no ganen las
elecciones. “Como su largo Gobierno en Veracruz sugiere, el PRI sigue siendo
una formidable máquina, a veces aplanadora de normas legales, así como la
oposición política. Un funcionario en Veracruz de Prospera, un programa social
federal, renunció el 10 de mayo después de que fue grabado discutiendo la forma
de comprar votos para el PRI. “La democracia no está en los gustos de
Veracruz,” señaló al semanario Jesús Silva-Herzog Márquez, politólogo del
Tecnológico de Monterrey.
Ante éste escenario, hace la
advertencia de que el electorado veracruzano puede no optar por ninguno de los
“primos que se pelean a gritos [los Yuñez] y elegir mejor al candidato del
partido de extrema izquierda Movimiento Regeneración Nacional (Morena),
Cuitláhuac García Jiménez.
“Eso le daría esperanza a
líder populista de Morena, Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial
derrotado dos veces que planea postularse de nuevo en 2018”.
(SIN EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / MAYO 27, 2016 - 6:37 PM)
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