Una inspección realizada en
días pasados por la delegación federal de la Secretaría del Trabajo en Baja
California Sur, acordada durante la Reunión Consultiva del Sector Laboral
Federal entre diversas dependencias laborales, se efectuó en distintos ranchos
agrícolas de la entidad, en particular en Comondú y La Paz.
En Comondú principalmente se
detectaron serias irregularidades en el transporte agrícola que traslada a
jornaleros agrícolas a los distintos centros de trabajo.
Las condiciones de las
unidades de transporte son precarias, dentro de ellas los jornaleros han
padecido por la falta de ventilación, uno de los inspectores lo corroboró al
preguntar quién se haría responsable de ellos en caso de un percance.
“La empresa, de hecho hay en
ocasiones en tiempo de calor que se sienten mal y arrancamos aquí a Zaragoza al
Centro de Salud, pero la empresa es la que encarga”, se escucha en una
grabación.
Además, en muchos de los
casos, se sientan en las cubetas con las que trabajan, sin una sola medida de
seguridad.
“Físicamente estos vehículos
no cuentan con ninguna seguridad para la transportación de los jornaleros
agrícolas, cabe hacer mención que no cuentan siquiera con asientos y usan los
baldes de recolección del producto para poderse sentar dentro del transporte
durante el trayecto, sin dispositivos de seguridad, sin la acreditación de la capacitación de los
operadores”, expone la dependencia en un comunicado de prensa.
En el video grabado durante
la inspección, se observa que algunas unidades de transporte de personal usan
baldes para sentarse en el interior del vehículo; en las imágenes, platican con
personal encargado de las unidades y dicen que ninguna de las autoridades de los
tres niveles de gobierno hace lo propio por exigir que las condiciones del
traslado sean idóneas, o por lo menos seguras.
En el material, personal de
la delegación del Trabajo, plante: “¿Cuáles son los requisitos
que les pone la autoridad para poder tener un documento de manera formal? Si
son muchos los requisitos que ustedes necesitan para formalizar su unidad, es
decir, si tránsito les pide un permiso especial para transitar por la ciudad o
la carretera, ¿la Policía Federal les pide algún documento?”.
El responsable responde:
“Nomás la concesión, que nomás esté vigente y el seguro, hace poquito fue el de
Transportes y nos dio chanza de un mes para regularizar el seguro”.
También se pueden apreciar la
bancas improvisadas y en algunos casos, un balde con el cual realizan su labor
y allí se sientan hasta 21 jornaleros dentro de la unidad, “pues trae sus
bancas, yo no soy de las que eche gente que venga como venga, no; veinte
gentes, 21, 17, como 16, pero vienen cómodos, 21 gentes con todo y chofer”.
Los trabajadores agrícolas
carecen de seguro social, esto fue captado por el video: “¿Tú tienes seguro,
Blanca? ¿No? ¿Doña Ángela?” ‘Sí’ (al fondo). Doña Elena, ¿sí, verdad? ‘Sí’ (al
fondo). Doña Lourdes, ¿sí, verdad? No, ¿social? ‘No, anda más o menos como la
mitad, porque los dan de baja cuando se sale la mitad de la gente, cuando se
acaba el corte, pues, y ya empiezan otra vez y se empiezan a dar de alta’”,
evidencia.
Aunque constantemente se deja
ver el maltrato del que los trabajadores agrícolas son objeto, cada año se
convierte en un tema que da de qué hablar.
Según el secretario de
Desarrollo Social en el Estado, José Luis Perpuli Drew, es complejo tener un
padrón de los trabajadores y mantener un orden en todos los ranchos agrícolas,
sobre porque “tenemos gran cantidad de jornaleros agrícolas que nos visitan,
principalmente de Estados expulsores como Oaxaca, Guerrero, Chihuahua, Sinaloa,
ahorita hemos estado llevando a cabo una mesa de trabajo en coordinación entre
las tres instancias de gobierno con la finalidad primeramente de identificar
los ranchos”.
Según datos proporcionados,
el último padrón realizado arrojó que existen 84 campos, de los cuales se
tienen registrados 17 mil jornaleros que se espera visiten Baja California Sur
en 2016.
Aunque cada año se ratifica
la intención de brindar mejores condiciones a estos trabajadores, no existe un
programa específico por ninguna instancia para atender el tema.
Algunos jornaleros se quedan
como indigentes en la ciudad y, al no tener un empleo, recurren al delito, sin
embargo, tampoco existe un plan o programa que brinde atención a indigentes.
“Vine a trabajar a un campo agrícola aquí para
El Pescadero, pero no nos pagaron lo que nos dijeron, además de que el trabajo
no duró todo el tiempo que dijeron, nos trajeron con engaños y venos aquí,
trabajamos en grupo en el mercado de abastos para traer comida o juntamos
botes”, dijo Manuel Arteaga, quien vino desde Guerrero en busca de una
oportunidad de trabajo.
De acuerdo con el presidente
de la Comisión Estatal de Derechos
Humanos (CEDH), Silvestre de la Toba Camacho, la mayoría de estos trabajadores
provienen de Estados aledaños y posteriormente se quedan desempleados; la
última base de datos elaborada por la Comisión registró al menos noventa
campos.
“Es un tema de cultura, que
nosotros estamos llevando, estamos revisando estos campos, nosotros como
Comisión estamos realizando una certificación de los campos agrícolas donde
revisamos precisamente esos aspectos, al campo que cumple con los requisitos,
el que sí, se les otorga un certificado, el que no, se le convoca a que realice
las acciones necesarias. Un promedio de noventa campos agrícolas.
“Ya hemos revisado y queremos
entregar más o menos una certificación alrededor de doce, desde luego es muy
amplio el panorama, existen algunos que no tienen mucha gente trabajando”,
confirmó De la Toba.
Sólo el 10.2 por ciento de
los campos agrícolas en BCS ofrecen las condiciones requeridas para que se les
otorgue una certificación, esto por el trato digno que ofrecen a los jornaleros;
el resto debe solventar y brindar las condiciones humanas para seguir operando.
Según servidores públicos de
la Secretaría del Trabajo, falta que se realice un censo para conocer realmente
las condiciones de los ranchos agrícolas, determinar cuántos operan, así como
la cantidad de trabajadores con que cuentan.
“Hemos atendido un asunto que
tenía que ver con el Rancho ‘El Cerezo’, algunas condiciones desfavorables en
el Rancho ‘El Piloto’, todo eso en Vizcaíno pero que ya entraron en algunos
programas, que inclusive tienen que ver con algunos recursos que bajan a través
de SEDESOL e implican mejoras”, puntualizó el titular de la CEDH.
Aunque la Secretaría de
Desarrollo Social trabaja para a través de comedores para brindar condiciones
favorables y erradicar la pobreza, existe mucho trabajo por realizar, ya que no
existe un programa piloto que atienda a jornaleros e indigentes.
(SEMANARIO ZETA/ Ezenario BCS/ Antonio Cervantes Martes, 26 abril, 2016
01:00 PM)
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