Cada semana el Grupo de
Coordinación Tamaulipas, que reúne a los más altos mandos de la seguridad en el
gobierno estatal y los jefes militares de la región, así como del CISEN y la
Policía Federal, revisan los objetivos prioritarios dentro de su lucha contra
el narcotráfico y planean las operaciones para neutralizarlos. Uno de los temas
en lo alto de la agenda ha sido el descabezamiento de los liderazgos del Cártel
del Golfo y Los Zetas, que no sólo afectan la vida cotidiana, sino que están
metidos en la política y los procesos electorales. Esta es una gran
preocupación, reflejada la semana pasada por el Instituto Nacional Electoral,
que colocó a Tamaulipas entre el quinteto de entidades que tienen en junio
elecciones para gobernador en semáforo rojo, por la amenaza al proceso.
La semana pasada, uno de esos
objetivos cayó. Fuerzas federales capturaron a Marco Antonio Haro Rodríguez, a
quien apodaban El Toñín, o El R2 –su hermano Silvestre, detenido en agosto del
año pasado, era El R1–, jefe del Cártel del Golfo en la zona sur de Tamaulipas,
cuyo rango de actividades criminales, como extorsiones, cobro de piso,
secuestros y robo de combustible, que es el negocio más redituable de la
organización, se extendía al norte de Veracruz. Otro de los criminales que
figura entre las más altas prioridades sigue sin ser aprehendido: Francisco
Pancho Carreón, el jefe de plaza de Los Zetasen el centro y sur de Tamaulipas,
que controla también la ruta hacia San Luis Potosí.
Para efectos electorales, de
acuerdo con funcionarios en Tamaulipas, Carreón es más importante que Haro
Rodríguez por la forma como se ha entreverado con los políticos y cómo puede
incidir en las próximas elecciones. Carreón, que opera desde el municipio de
Xicoténcatl está afiliado a la Sección 103 del Sindicato de Azucareros, que
tiene como uno de sus líderes principales a César Augusto Verástegui, que fue
secretario de asuntos políticos del sindicato a nivel nacional, desde donde
brincó a la presidencia municipal de Xicoténcatl y a una diputación federal.
Verástegui es uno de los
nombres más mencionados en el Grupo de Coordinación Tamaulipas, porque es el
enlace, de acuerdo con las investigaciones militares y federales, con Pancho
Carreón. Su prominencia en la estrategia obedece a que además de líder cañero,
Verástegui es desde enero de 2015 el presidente del PAN en Tamaulipas y uno de
los respaldos más fuertes que tiene el candidato del partido al gobierno del
estado, Francisco Javier Cabeza de Vaca, quien ha sido señalado desde hace años
por tener nexos con el crimen organizado en el estado. Cabeza de Vaca siempre
ha negado esas relaciones, y durante el gobierno de Felipe Calderón –de quien
era amigo–, fue obligado a tomar dos veces el polígrafo para poder determinar
si tenía o no vínculos con los cárteles de la droga. Los resultados del
polígrafo dieron negativo por cuanto a conexiones con criminales, aunque fueron
positivos en lo que llamaron eufemísticamente “abusos administrativos”, que no
tuvieron consecuencia alguna para él.
Las presuntas relaciones de
Cabeza de Vaca con el narcotráfico resurgieron a finales del año pasado, cuando
trascendió a la prensa un extracto de la declaración del empresario Antonio
Peña Argüelles en la Corte Federal de San Antonio, quien cumple una sentencia
de dos años y medio tras declararse culpable de los delitos de lavado de dinero
y nexos con el narcotráfico. Peña Argüelles fue acusado de ser intermediario
entre el exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, yLos Zetas, y en las
declaraciones que aparecieron en la prensa, aseguraba que Cabeza de Vaca había
recibido medio millón de dólares para su campaña por la alcaldía de Reynosa, en
2005. Según Verástegui, las imputaciones formaban parte de una “guerra sucia”
contra el candidato del PAN, y tendrían que verse en ese contexto.
Cabeza de Vaca no ha sido
mencionado directamente en el Grupo de Coordinación Tamaulipas, pero el
presidente del PAN estatal, que llegó ahí bajo el manto protector del candidato
a gobernador, quien lo ha respaldado a lo largo de su carrera política, sí.
Verástegui, apodado El Truco, es también miembro activo de la Confederación
Nacional Campesina y de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales. No
extrañamente, como miembro de la Asociación Nacional de Alcaldes, fue de la
mayoría de ediles que se opuso –posición que se mantiene hasta hoy en día– al
mando único policial.
La información de
inteligencia que se maneja dentro del Grupo de Coordinación Tamaulipas sí
establece una relación con PanchoCarreón, aunque no se ha podido determinar con
precisión qué tipo de nexos tiene. El ascenso de Verástegui en las estructuras
de poder panistas coincidió con un relajamiento en la seguridad de la zona que
controla Carreón, como la eliminación de retenes militares en la carretera hacia
El Mante, San Luis Potosí, la ruta que utiliza el cártel de Los Zetas para
llegar hasta la capital, Ciudad Victoria.
Se desconoce en este momento
en qué fase se encuentra la investigación sobre Verástegui y cómo es la
calendarización de acciones que tiene el Grupo de Coordinación Tamaulipas. Lo
que no es difícil entender es que si se decide legal y políticamente emprender
una acción en contra del presidente del PAN en el estado, tiene que ser ahora.
De lo contrario tendrán que dejar que pase la elección para no contaminar el
proceso, salvo que el beneficio sea mayor que el costo.
Twitter: @rivapa
(DOSSIER POLITICO/ Raymundo Riva
Palacio/ El Financiero/ 2016-04-13)
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