A la luz de los resultados, el desempeño
de Luis Videgaray al frente de la Secretaría de Hacienda ha sido un fracaso. Su
mal manejo de las finanzas nacionales –en lo único en lo que no ha fracasado es
en su propósito de desmantelar a Pemex– tienen a la economía nacional al borde
del colapso, a las puertas de una de sus peores crisis. Y los dedos que señalan
a este funcionario favorito de Peña Nieto no vienen sólo de la oposición o de
la ciudadanía… ahora lo hace hasta el Banco de México. Aparentemente ya nadie
cree que haya una adecuada conducción financiera.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-
Las quejas contra Luis Videgaray Caso, el secretario de Hacienda, se
multiplican. “Es omiso, no hace caso, se le dice una cosa pero le entra por un
oído y le sale por el otro”, resume una fuente del más alto nivel del Banco de
México.
En efecto, no sólo el banco
central, sino el Fondo Monetario Internacional, empresas calificadoras, grupos
privados de análisis, grandes empresarios, inversionistas poderosos y la prensa
extranjera han sido insistentes en señalarle –directamente, por escrito o por
terceras personas– que la situación económica del país va de mal en peor. Y
esto se debe, en gran medida, a la labor de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP), que actúa tarde y, a veces, con indolencia.
Los grupos mencionados acusan
que se está incurriendo en un endeudamiento excesivo y peligroso; que el gasto
público, siempre opaco en su ejercicio, en nada contribuye al crecimiento
económico; que se manipulan las cifras económicas; que se prometieron recortes
en el gasto y se realizaba lo contrario; que el gobierno hizo “guardaditos”
para los periodos electorales… que Videgaray se cruzaba de brazos frente a la
tormenta que se avecinaba con el desplome del precio del petróleo y el alza
vertiginosa del tipo de cambio.
Y sí: el secretario de
Haciendo vio cómo durante su gestión el precio del petróleo, que él recogió en
101.96 dólares por barril, se derrumbó a menos de 20 dólares. Nada hizo para
aprovechar los generosos ingresos petroleros de los primeros años de la
administración. Sólo gastar y gastar. Y siguió haciendo lo mismo, sin esos
ingresos, pero endeudando más al país.
Videgaray también vio que el
tipo de cambio de 13.9 pesos por dólar –con el que él inició– voló en algún
momento del mes pasado hasta tocar los 20 pesos por dólar en ventanillas
bancarias y los 19.4 pesos el dólar interbancario el 11 de febrero pasado,
según el Banco de México.
Fragmento del reportaje que se publica
en la edición 2053, ya en circulación
(PROCESO /CARLOS ACOSTA CÓRDOVA/ 5
MARZO, 2016)
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