Javier Valdez Cárdenas |
Culiacán.- Joaquín 'El Chapo' Guzmán e Iván Gastélum, 'El Cholo', llegaron a
Los Mochis, cabecera municipal de Ahome, la noche del pasado jueves procedentes
de La Cruz, comunidad perteneciente al municipio de Elota, ubicada 100
kilómetros al sur de Culiacán.
Versiones extraoficiales
recogidas por el semanario Ríodoce indican que ambos permanecieron en esa
pequeña comunidad, y de ahí Guzmán decidió moverse a Los Mochis, 300 kilómetros
al norte, a pesar de las resistencias de Gastélum, quien advirtió sobre los
riesgos de trasladarse a esa zona urbana, pues en el medio rural y montañoso
habían tenido éxito en resguardarse de los operativos de la Marina.
Llegaron a Elota luego de
haber permanecido en la zona serrana de Cosalá, Sinaloa, y el municipio de
Tamazula, Durango, donde la Marina había realizado intensos operativos de
búsqueda.
El sector donde fue capturado
El Chapo junto con El Cholo, en el fraccionamiento Las Palmas, permanece
custodiado por personal de la Secretaría de Marina Armada de México, y el
Ministerio Público Federal mantiene investigaciones, tanto en esa zona como en
el motel donde presuntamente fue capturado, aunque otras versiones indican que
los marinos lo detuvieron en la vía pública y lo trasladaron a este inmueble,
en espera de refuerzos.
FESTEJO TRUNCO
Desde la madrugada del
domingo 12 de julio, cuando la noticia del escape de El Chapo por el túnel del
Altiplano se esparció globalmente, el festejo de los integrantes del cártel de
Sinaloa fue con música y alboroto.
A la tercera semana de la
fuga se acabó la fiesta. Los jefes exigieron a la tropa, familiares y allegados
mantenerse en bajo perfil.
No, oiga, de ese tema ya
nada. Ya nos comentaron que no. Más delante, dijo un trabajador que brinda
servicios profesionales a personajes ligados al cártel de Sinaloa. Otro más,
encargado de la venta de drogas al menudeo, comentó que les advirtieron: nada
de desmadres en esos días de julio y agosto.
La censura total y el
silencio de sepulcro fueron mantenidos. En realidad se trató de unas cuantas
palabras, mensajes cortos, pero precisos. Se van pasando de boca en boca. Sin
discusión. Nadie sabe quién los envía o desde qué nivel podría llegar la orden,
pero se va acatando. Nadie habla. Obtener cualquier indicio ahora sobre lo que
sucede es casi imposible, expresó un abogado allegado a familias ligadas al
narcotráfico en la capital sinaloense.
Lo mismo pasa en la Sierra
Madre, en las comunidades del municipio de Badiraguato.
Otras versiones indicaron que
los primeros días luego de la fuga, en julio de 2015, los integrantes del grupo
que comanda Guzmán Loera fueron concentrados en alguna región de Sinaloa por
órdenes de arriba.
No se puede hablar, ahorita
es peligrosísimo. Es la línea que se ha girado entre toda la gente que anda
metida en esto. De hecho ha habido reuniones de carácter social, familiar, de
gente metida en el negocio y nadie pregunta ni comenta nada. Es parte de esto,
de estarse cuidando, dijo.
Versiones extraoficiales
indican que Guzmán Loera mantuvo su hegemonía, junto con Ismael Zambada, dentro
del cártel de Sinaloa, y que su liderazgo no fue trastocado, pero lo referente
a la venta de droga al menudeo en Culiacán fue depositada en manos de Iván
Archivaldo Guzmán, El Chapito, aunque la seguridad en la región centro sigue en
manos de El Mayo Zambada.
(ZOCALO/ La Jornada/ 10/01/2016 - 12:08
PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario