La falta de mecanismos de
vigilancia por parte de la sociedad y de las propias instituciones del Estado
sobre el financiamiento y el manejo del presupuesto público de los partidos
políticos ha repercutido en el aumento de la desconfianza ciudadana hacia los
institutos políticos. Especialistas en transparencia y rendición de cuentas
dicen que están cada vez más lejos de la gente y más cerca del dinero de dudosa
procedencia.
Lorenzo Córdova Vianello, Consejero
Presidente del INE. Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México, 20 de
noviembre (SinEmbargo).— En México los partidos políticos son premiados cada
año con grandes presupuestos de los que no rinden cuentas ni a los ciudadanos
ni a la Federación, que les otorga esos montos millonarios. Un análisis del
Centro de Investigación para el Desarrollo AC (CIDAC) sostiene que, sin contar
las votaciones, los mexicanos no tienen formas de castigar la mala gestión de
los partidos.
El CIDAC cuestiona la manera
en la que los voto nulos están incluidos en el financiamiento de los partidos.
“En la actualidad, el voto nulo no tiene un efecto jurídico en las
prerrogativas de los partidos; es decir, más allá de sus implicaciones
simbólicas, anular el voto no castiga en términos financieros”, cita un
análisis del centro de investigación.
Al momento, la Constitución
Política establece el financiamiento mediante una fórmula en la que se
multiplica el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el 65
por ciento del salario mínimo vigente.
El resultado es repartido: el
30 por ciento a todos los partidos de forma igualitaria y el 70 por ciento
restante conforme el número de votos que se hayan obtenido en la elección
inmediata anterior.
El CIDAC sostiene que el voto
nulo debe de servir como una herramienta ciudadana que castigue dicho
financiamiento. En este sentido, los votos nulos deberían de dejar de ser
considerados para financiar partidos políticos.
Asimismo, Cidac refirió que
retirar el aporte económico de los votos nulos en este proceso no hará, como
sostienen algunos grupos que los partidos busquen mayaro financiamiento
privados, o ilegal, del que ya incurren.
“Los ejemplos son varios: en
2010, el ex Gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, fue
extraditado a Estados Unidos por nexos con el Cártel de Juárez; ese mismo año,
la Procuraduría General de la República (PGR) libró una orden de aprehensión
contra el ex Diputado federal Julio Cesar Godoy por los delitos de operación de
recursos de procedencia ilícita y de delincuencia organizada, y el caso reciente
de José Luis Abarca Velázquez, Alcalde de Iguala, Guerrero, quien actualmente
se encuentra acusado de secuestro de los 43 normalistas”, cita el análisis de
CIDAC.
El académico Fullbright de la
Universidad de Baltimore, José Fernández Santillán, agrega que México está
lejos de poder tener un financiamiento privado de los partidos políticos como
lo hace Estados Unidos, porque no hay un estado de derecho sólido, que al mismo
tiempo restrinja la incursión de dinero por parte del crimen en las gestiones
de la política nacional.
Además, explica, los votos
nulos en México no son lo suficientemente representativos como para generar un
castigo a los partidos políticos. De acuerdo con el propio CIDAC, en los
últimos años, el voto nulo ha oscilado entre el 2 y 3 por ciento de la
votación.
Por su parte, Nicolás Loza
considera que si bien restar los votos nulos podría parecer atractivo, sí haría
que los partidos aumentarán su búsqueda de financiamiento ilegal.
“Creo que no debe perderse de
vista la finalidad del financiamiento público, para que los grupos económicos
no decidan quién va gobernar y quién no”, afirma.
FALTA DE CREDIBILIDAD
Diversas encuestas muestran
la pérdida de credibilidad en los políticos de parte de la población. Foto:
Cuartoscuro
Diversas encuestas muestran
la pérdida de credibilidad de la población en los políticos. Foto: Cuartoscuro
De acuerdo con el CIDAC, hay
una “seria crisis de credibilidad” que se ha reflejado en las elecciones a
través de las candidaturas independientes, aparición de nuevos actores como el
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y llamamientos al voto nulo.
Datos oficiales expuestos en
el análisis revelan que menos del 20 por ciento de los mexicanos confía en los
partidos políticos. Por su parte, el Latinobarómetro 2015 expone que el 71 por
ciento de los ciudadanos evalúa mal el trabajo de los partidos políticos, y 67
por ciento no se siente identificado con ninguno.
Nicolás Loza insiste en que
las propuestas recientes de restar el voto nulo del financiamiento obedecen a
la pérdida de credibilidad que tiene los políticos ante la población.
“Yo entiendo que a la gente
no le gusta financiar a los partidos. Pero partidos políticos sin recursos
públicos a la larga, lo que van a hacer es depender de fuentes privadas para
que decidan la política”, dice.
SIN AUSTERIDAD
Huchim expuso que las
asignaciones presupuestarios al INE son muy altas. Foto: Cuartoscuro
Eduardo Huchim expone que las
asignaciones presupuestarios al INE por parte de la Secretaría de Hacienda son
muy altas. Foto: Cuartoscuro
Eduardo Huchim May, analista
y ex consejero electoral del Distrito Federal, expone que el problema del
financiamiento que se asigna a los partidos va más allá, ya que está incrustado
en la estructura presupuestal que se hace al INE y a los procesos electorales.
“Habría que revisar el enorme
costo de las elecciones en General en este país que es verdaderamente
descomunal, estaríamos hablando de 35 mil millones de pesos que costó el
proceso electoral 2014-2015. No puede o debería este país gastar esa cantidad
en sus elecciones; estamos hablando también de los presupuestos del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, y de los institutos y tribunales
electorales de los estados”, dice.
Esa cantidad representa casi
el doble del presupuesto de la Procuraduría General de la República, que en la
propuesta del Presupuesto de Egresos de la Federación estuvo en alrededor de 16
mil 500 millones de pesos.
Asimismo, Huchim plante que
el análisis del CIDAC contempla el financiamiento que reciben los partidos por
concepto de financiamiento público, 5 mil millones de pesos este año y 4 mil
millones de pesos para el siguiente, a nivel federal, pero faltaría agregar lo
que reciben a nivel local.
“En la reforma electoral del
2014 se homologó el calculo del financiamiento a nivel local de las versiones
nacionales de los partidos políticos. El resultado fue que aumentó el
financiamiento en los estados. Los partidos políticos recibieron 4 mil 168
millones de pesos a nivel local [para alcanzar en 2015 un financiamiento de
casi 10 mil mdp]”, afirma.
Los mismos políticos han
querido sacar ventaja con estas propuestas de reducción al sistema electoral.
El 27 de octubre, el otrora Diputado federa y ahora Presidente del Partido de
la Revolución Democrática, Agustín Basave, propuso que se dejen de contabilizar
los votos de la fórmula para financiar partidos.
Y ese mismo día desde la
Cámara Alta, el Senador panista Francisco Búrquez Valenzuela presentó una
iniciativa para que el financiamiento de los partidos se redujera en 50 por
ciento. Ambas propuestas no prosperaron.
MECANISMOS DE GESTIÓN
Los programas sociales son
fuente de sesgos partidarios, expuso Loza. Foto: Cuartoscuro
Los programas sociales son
fuente de sesgos partidarios, exponen analistas. Foto: Cuartoscuro
El CIDAC refiere que los
ciudadanos han quedado limitados al voto como mecanismo de evaluación de lo que
hacen los políticos. Pero el investigador Fernández asegura que dichos
mecanismos deben ser vistos desde una perspectiva más amplia.
“La democracia para controlar
a sus gobernantes y representantes populares no solamente tiene el voto, sino
la opinión pública, las organizaciones civiles, es decir, que estén vigilando
permanentemente el ejercicio del poder, la división de poderes, que es de los
fenómenos que menos les hemos puesto atención”, dice Fernández Santillán.
Por su parte, Nicolás Loza
plantea que la mayor parte de la corrupción que impera en México no viene
precisamente de los partidos, sino de los gobiernos federales, estatales y
locales.
“Son los gobiernos, los que
distribuyen programas y recursos con sesgos partidarios para favorecer a sus
candidatos y perjudicar a sus rivales. Yo creo que es mucho más útil para tener
un sistema electoral limpio, que los programas cuenten con padrones único, que
se diseñen con mayor calidad, que esta asociación entre voto nulo y
presupuesto”, opina.
(SIN EMBARGO.MX/ Juan Luis García
Hernández /noviembre 20, 2015 - 00:00h)
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