La Dirección de Seguridad Pública
Municipal de Ensenada ocultó un parte donde aparecía señalado el hijo del
Regidor del Partido del Trabajo, Máximo Rivas García. La denuncia de una joven
fue por un probable levantón. El del PT asegura que su hijo fue víctima de las
mujeres –la joven denunciante y su madre—, pues su júnior “solo pasaba por ahí”
Involucrado en un supuesto
“levantón” de una mujer de 21 años, quedó asentado en un reporte del C4 el
nombre de Máximo Rivas García. El señalado es hijo de Máximo Rivas Valencia,
regidor por el Partido del Trabajo (PT) en el Ayuntamiento de Ensenada.
Las autoridades omitieron el
parte correspondiente, que debió haber emitido la Dirección de Seguridad
Pública Municipal (DSPM).
El reporte refiere que a las
07:38 de la mañana una mujer caminaba por el fraccionamiento Valle Dorado,
cuando un grupo de cinco hombres a bordo de una camioneta color gris sin placas
la acechó. Se le acercaron para pedirle el número telefónico, y le
expusieron la intención de realizarle
una sesión fotográfica, a lo que ella accedió, les dio sus datos y siguió su
camino.
Momentos después vio a Máximo
Rivas merodeando cerca de su trabajo en la maquiladora UXMA, que se encuentra
en el mismo fraccionamiento. Lo describió como un hombre con cabello largo y
“agarrado”, vestía “short”. En ese momento recibió una llamada de una de las
personas que, momentos antes, la había abordado en la camioneta.
“Quien manifiesta que le
hicieron una entrevista posterior –tras facilitarles el número de celular—, la
quisieron subir a la fuerza a una Astro color gris modelo viejo sin placas”,
precisa el reporte del C4.
A las 07:39 el encargado de
guardia de la estación Punta Banda se enteró de la situación por lo que la
unidad 2419 llegó al lugar y tres minutos después detuvieron ahí al hijo del
regidor. El resto de los involucrados se dieron a la fuga en la misma
camioneta. La Policía Estatal Preventiva (PEP) fue avisada de la situación,
pero se advirtió que la DSPM sería la corporación que se haría cargo del
caso.
A pesar que se trató de un
posible delito o intento de privación ilegal de la libertad, ninguna autoridad
municipal aceptó conocer el hecho, ni el Síndico Procurador Iván Barbosa Ochoa,
menos el cuerpo de regidores ni el alcalde Gilberto Hirata Chico. Todo quedó en
secrecía.
“MI HIJO CAMINABA POR AHÍ…”
Por dos días ZETA intentó
hablar con el edil Máximo Rivas Valencia. No fue sino hasta en la última sesión
de cabildo cuando se le pudo abordar: “¡Pues ya me encontró!”, respondió
sentado en la sala de regidores.
La versión del regidor
petista es que él vive a la vuelta de la maquiladora y calle donde ocurrieron
los hechos y donde fue detenido su hijo. Explicó que con frecuencia la familia
usa esa ruta para llegar a la Ciudad Deportiva.
“Ese día me llamó mi hijo
como a las seis o siete de la mañana para decirme que se lo habían llevado a la
delegación, yo fui y pedí que me dijeran por qué estaba ahí”.
Narró el edil: “Ya cuando me
pusieron de frente con la muchacha y la mamá, quienes pusieron el reporte, les pregunté el motivo y
me respondieron que porque él estaba en el momento en que una panel la había
querido levantar”.
Seguro de que su vástago fue
víctima de las mujeres, le preguntó a la ofendida si ella lo vio bajar de la
unidad, a lo que aquélla respondió que no y que tampoco lo podía relacionar con
el resto de los hombres.
“Le pregunté entonces por qué
lo señalaban” –continúo el regidor— y respondieron que porque mi hijo pasaba por ahí al momento
en que me intentaron levantar a la muchacha, por lo que me dieron a entender
que así como él iba pasando por ahí igual pudo ser cualquier otra persona,
porque tengo otros tres hijos que también hacen ejercicio en la Ciudad
Deportiva, así como mi esposa y todos los vecinos de la cuadra”.
Dijo el regidor Rivas estar
desconcertado porque esto sucedió hace dos o tres meses, cuando Máximo, su
hijo, abandonó el edificio de la comandancia sin pagar multa, ni aparecer en un
parte policiaco alguno.
“Yo como ciudadano común fui,
aclaré las cosas delante de las personas que estaban ahí haciendo el reporte y
al no existir acusación tal, y directa, pues lo dejaron ir y me lo llevé a mi
casa”, sostuvo.
— ¿Usted acudió por su hijo
en calidad de regidor o ciudadano?
“Fui como padre y si hay
alguien que me acuse, pues que me lo compruebe y no hay ningún parte porque…la
verdad, ni sé si hubo parte porque ni siquiera pedí verlo, solo llegué a
aclarar de viva voz y cara a cara, y en base a su declaración dejaron que mi
hijo se fuera”.
— ¿Entonces, por qué no
respondía usted a las llamadas de ZETA?
“Simplemente porque hay una
persona que atiende mis llamadas y mi teléfono si no te tengo grabada como
persona de contacto constante, pues…por lo regular no contesto. La oficina está
abierta y el trabajo del regidor no es estar sentado detrás del escritorio, el
trabajo es andar haciendo labor fuera, el regidor que se la pasa detrás del
escritorio no está haciendo su trabajo como tal”.
“DEBEMOS PONER EL EJEMPLO”
La regidora y coordinadora de
la Comisión de Seguridad, Columba Domínguez Delgadillo, dijo sobre el incidente
que en un caso como éste el servidor público tiene que separar el trabajo de
los problemas familiares.
La regidora del PRI reprobó
estas acciones, ya que lo correcto es que los servidores públicos pongan el
ejemplo a la ciudadanía, aseveró.
“A ver, primero te voy a
comentar que como padres y servidores públicos tenemos que separar una cosa con
la otra, y aunque desconocía ese tema, créeme que voy a investigar qué fue
exactamente lo que sucedió”, indicó.
Reiteró que el actuar de los
hijos es independiente y que a pesar de tener un cargo oficial es importante
que los hagan responsables de sus actos.
“Si él cometió una falta es
importante que en coordinación con Seguridad Pública se lleve a cabo el
procedimiento que se tiene que llevar para cumplir con lo establecido y
malamente porque los servidores públicos tenemos que ser honestos y tenemos que
hacer nuestro trabajo como debe ser”.
La edil se dijo muy
respetuosa del actuar de quienes hayan intervenido en ese incidente, no
obstante, lo apersonó y aseguró que si se tratara de su familiar asumiría el
problema para solucionarlo como establece el reglamento para cualquier otro
ciudadano.
ACOSO AMERITA APREHENSIÓN
Cualquier persona que esté
siendo molestada de una manera con acciones con tendencia de índole sexual, la
ley en su momento prevé que puede ser sancionado, indicó el subprocurador de
Justicia de Zona Ensenada, Marco Chavarría López.
“No tenemos una gran cantidad
de denuncias en ese sentido, pero es bien sencillo, es solo denunciar y acreditar que ha habido ese tipo de actos, ejercer acción
penal al juez”, resumió.
Al cuestionarlo sobre el
delito de abuso, advirtió que del mismo se pueden generar diversas conductas
delictivas y que todas prevén orden de aprehensión por el bien jurídico
tutelado que, en ese momento, es la tranquilidad sexual de las personas.
NI SE ENTERARON
En Sindicatura Municipal,
instancia que vigila y sanciona en su caso acciones indebidas que involucren a
funcionarios de la administración municipal, ni por enterada se dio. El síndico
procurador Iván Barbosa, aceptó desconocer el tema e invitó a la quejosa, o a
la que intentaron “levantar”, a que de inmediato haga su queja ante la oficina
para iniciar las investigaciones correspondientes.
“Porque, al final de cuentas,
si no hay una queja, prácticamente ¿en contra de quién me voy?”, reclamó. En
caso de tratarse de un tráfico de influencias por parte del regidor, de un policía
o juez calificador “se sanciona porque se sanciona”, afirmó.
Desde que inició el actual
gobierno municipal la única denuncia por tráfico de influencias que tienen es
en contra del ex alcalde Enrique Pelayo Torres y la demanda fue interpuesta
ante el Ministerio Público por el mismo síndico procurador.
PGJE INVESTIGA CASO DE JOVEN ACUCHILLADO
Mientras celebraba su
cumpleaños número 18 fue asesinado José Antonio Castillo González, la madrugada
del domingo 2 de agosto, tras participar en una riña, informó la
Subprocuraduría de zona. La víctima que se encontraba en su casa en el
fraccionamiento Valle Dorado recibió lesiones con un arma punzocortante en
ambos pectorales y falleció momentos después en el Hospital General de
Ensenada.
Un segundo implicado que
resultó con heridas leves, también con arma blanca, en una mano y flanco
izquierdo, es Carlos Arturo Hernández González, quien es uno de los 21
activistas del movimiento #YoSoy132 que fueron detenidos el 15 de septiembre de
2012 en Ensenada cuando el gobierno de Enrique Pelayo Torres reprimió una
manifestación durante el acto del grito de Independencia.
Hernández González ya fue
dado de alta del hospital, y la subprocuraduría investiga el hecho en el que
los presuntos responsables huyeron. La agrupación #YoSoy132, la cual sigue
activa en Ensenada, dijo desconocer a Carlos como miembro del movimiento.
Las redes sociales forman
parte importante de la investigación que realiza el Ministerio Público sobre el
asesinato del joven la madrugada del 2 de agosto, informó el subprocurador de
Justicia de Zona Ensenada, Marco Antonio Chavarría López.
Comentó que por tratarse de
una fiesta juvenil hay varios testigos del homicidio, en el que participaron 15
hombres contra tres entre éstos el lesionado y el fallecido.
“Hemos estado al tanto, han
venido a declarar los que estuvieron en ese evento”, respondió.
Chavarría López se reservó
más datos sobre incidente pero aseguró que tienen información valiosa y que
seguirán recibiendo pruebas. Se sabe que existe un video de lo ocurrido esa
noche, pero se abstuvo de dar detalles en relación a la grabación.
(SEMANARIO ZETA / REPORTAJEZ/ Lorena
Lamas / 10 de Agosto del 2015 a las
12:00:27)
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