Informes ministeriales indican que
criminales de Guadalajara están compitiendo la zona a narcotraficantes de
Sinaloa. En la guerra de células, Baja California contabiliza a la fecha 363
asesinatos, la mayoría en Tijuana. Esta semana, mujeres fueron asesinadas y
torturadas, y narcomensajes dejados. Titulares de los gobiernos siguen
minimizando la ola de violencia
Mientras Tijuana va por su
quinto mes envuelta en homicidios constantes, y persiste el reclamo de los
grupos de la sociedad organizada hacia los tres órdenes de gobierno para evitar
que la violencia se recrudezca, el alcalde Jorge Astiazarán reconoció ante
reporteros locales “el incremento de las muertes violentas”, pero pretendió
compensar asegurando que el resto de los delitos siguen a la baja.
El secretario de Seguridad
Pública Municipal, Alejandro Lares, también hizo su parte en la evasión de
responsabilidad, y repitió aquello de que el 98 por ciento de los homicidios
ocurre entre personas dedicadas al narcomenudeo, como si la muerte de esas
personas no fuera considerada un delito que está obligado a combatir.
Con 363 asesinatos violentos
sumados en el año, las autoridades han identificado un nuevo elemento en la
pugna que desde el año pasado protagonizan las células locales por el
territorio y la venta de enervantes al menudeo.
Según datos de las áreas de
Inteligencia, traficantes de Guadalajara han ofrecido apoyo y droga a los
grupos que acepten oponerse a las células de Alfonso Arzate “El Aquiles”. Lo
han hecho con criminales de los Arellano,
de los Uriarte y del propio equipo de los Arzate; algunos han aceptado.
“Por eso les llegan tan
fácil, porque de los homicidas de la
misma célula están asesinando a sus distribuidores y vendedores,
acusándolos de traidores” expuso un elemento del Grupo Coordinación.
EL CAF VS. SINALOA EN LA ZONA NORTE
Dos homicidios resaltaron en
el reciente período.
Entre las ocho y nueve de la
noche del jueves 30 de julio, asesinaron a balazos a Eufrosina Alvarado
Sánchez, de 65 años de edad. Le dispararon en la cara, en el cuello, en el
hombro, en el tórax, en el abdomen. Todos los impactos del lado derecho.
También recibió un tiro en la región púbica, y después del lado izquierdo, en
un muslo y en un glúteo.
La mujer estaba sobre la
calle Michoacán, entre Avenida Niños Héroes y F. Martínez, frente al número
141. Pese a que fue abatida con extrema violencia, en el lugar la autoridad
solo localizó dos proyectiles deformados. La mujer resultó ser la madre de Alberto Ávila Alvarado “El
Chacal”-capturado el 7 de mayo de 2015-, y durante un tiempo, la suegra de Luis
Toscano Rodríguez “El Mono”, asesinado el 9 de abril de este año, después de
desempeñarse desde antes de 2011 como cabecilla criminal de la Zona Norte,
siempre al servicios de Cártel Arellano Félix.
Guadalupe Verónica Alvarado,
hija de la víctima, quien fuera esposa de “El Mono”, reconoció el cuerpo de
Eufrosina. En sus primeras entrevistas con elementos municipales informó que
había recibido amenazas de otros dos narcomenudistas identificados por el
Consejo Estatal de Seguridad como principales sospechosos del homicidio: Raúl
Miranda Ordaz “El Alejo” y José Luis Martínez Hernández “El Secre”.
Debido a ello, la hija
suponía el ataque era contra ella y no su madre.
Los investigadores agregaron
que la amenaza y la balacera habrían sido porque la familia política de “El
Mono” continuaba controlando, de manera criminal, la Zona Norte. Pero mientras
elementos de la Policía Municipal insisten que Guadalupe Alvarado es la
principal sospechosa de ser la líder, las indagatorias ministeriales indican
que la mujer no estaba fuera del negocio, “la señora era muy respetada en la
zona, ella hacía la parte administrativa, y sus parientes se encargaban del
resto”.
A pesar del “respeto” que le
tenían, nadie ha proporcionado oficialmente indicios de sus agresores
materiales.
Oficialmente, la declaración
ministerial de Verónica Alvarado fue que no sabe por qué mataron a su madre, ni
qué problemas traía, pero que era una persona ya mayor, y creía que podía ser
por su hermano que estaba en la cárcel, porque unos policías federales le
pusieron unas armas.
Al día siguiente del
homicidio, en la Avenida Internacional -a un costado de la Zona Norte- apareció
un auto estacionado en lugar ilegal con un narcomensaje: “Luis tienes 24 horas
para entregar la plasa, si no eso le ba a seguir pasando a tu Familia. AttE La
Sinta Negra”.
“Los primeros indicios
aportados por algunos delincuentes detenidos en la zona, indican que Luis es un
sujeto joven al que identifican como hijo del fallecido Luis Toscano, así que
la hipótesis es que Raúl Miranda Ordaz está corriendo a la familia de Toscano
para quedarse con la administración delictiva en la delegación Centro”, explicó
un investigador a ZETA.
“EL GROSS” Y SU “TRAICIÓN” A SINALOA
El segundo narcomensaje de la
semana fue dejado sobre el cuerpo de una mujer:
“AITA TU GENTE MUGROSOS GROS Y PIOLIN PAQUE LA PIENSEN
EN BOLTEARSE SEA HOMBRE O MUJER LES CARGARÁ LA VERGA A TODOS LOS DE LA SANCHEZ”
(sic).
El cadáver de la joven, sobre
quien dejaron el mensaje, fue tirado sobre la vía pública en el fraccionamiento
El Lago de la delegación Cerro Colorado, desnuda. Tenía abajo una cobija y el
cartón lo colocaron sobre el abdomen, dejando expuestos sus pechos y genitales.
La ahorcaron, pero antes, la
hincaron y la golpearon con las manos amarradas a la espalda, y le quemaron la
boca.
La víctima no ha sido
identificada, tiene entre 20 y 25 años y un tatuaje que dice “Mariela”
Los delincuentes mencionados
en el cartón son reconocidos por la autoridad. Definieron a ZETA:
* Juan José Pérez Vargas “El Piolín” está incluido en
“Los Más Buscados” de la Policía Municipal, señalado por cruzar a Estado Unidos
la droga de los criminales que controlan la
Sánchez Taboada.
* Arturo Govanni Gómez Herrera “El Gross” estuvo
preso, pero al salir se dedicó a administrar la droga en la delegación, al servicio
de Alfonso Arzate “El Aquiles”.
Pero el análisis de los
investigadores a partir de declaraciones de detenidos, les refiere que desde
abril, “El Gross” ha cambiado de cártel, y empezó a delinquir con “La Gente de
Guadalajara”. Suponen que “Los Aquiles” se dieron cuenta y René Arzate “La
Rana” ordenó atacarlo a él y a los que delinquen para él.
El mismo abril, una versión
similar la conocieron los investigadores en la zona de la Obrera. Criminales
aseguraban a las policías que los hermanos Lucre (cabecilla) y Marco Antonio
Cerda Pacheco (recientemente detenidos) delinquían en la zona para el Cártel de
Sinaloa con “El Aquiles”, y se habían aliado con los de Guadalajara. Que
incluso, robaban droga a quien antes sirvieron.
En la misma delegación, el 4
de agosto de 2015 asesinaron a Reyes Salvador Moreno Rodríguez en el interior
de un taller de carrocería en la calle Vía Láctea, recibió la herida mortal en
el pecho y cuatro casquillos 9 milímetros fueron localizados en la escena del
crimen, en la que no encontraron ningún testigo.
MÁS EJECUTADOS
Los primeros 15 minutos del
viernes 31 de julio, el cadáver de Ernesto López García fue encontrado en el interior de un patio
ubicado en el número 511 de la calle
Coromuel de la colonia Las Torres en El Centenario. Lo mataron con una pistola
calibre 45. Un vecino dijo que llevaba pocos meses viviendo en esas cuarterías
y que sabían que consumía heroína, una jeringa fue localizada a un lado del
cuerpo.
La tarde del 1 de agosto, en
la Zona Centro, mientras caminaba por la calle Ocho, balearon a Héctor Carrera
Gómez, tenía entre 55 y 60 años y su cadáver presentaba siete heridas de arma
de fuego. La autoridad solo sabe que pertenecía a un grupo de ciclistas y
estaba relacionado con tiendas que venden artículos de deportes.
Por este homicidio la Policía
Municipal presentó a Humberto Octavio Serrano Sánchez. Un testigo lo vio pasar
en un vistoso auto varias veces por el lugar donde estaba la víctima antes de
ser atacada.
Ya el 2 de agosto, alrededor
de las ocho de la noche, encontraron el cadáver de Rodrigo Alberto Martínez
Aspe “El Oso” en la privada Hacienda San Miguel, en el área de asadores del
fraccionamiento Las Delicias III, Delegación Los Pinos. Lo mataron con un arma
calibre .380.
En 2006 lo habían detenido
por balear a dos policías municipales en la delegación Mesa de Otay, pero él
responsabilizó al sujeto que lo acompañaba y se dio a la fuga. También tenía
antecedentes por portación de arma de fuego, robo de vehículo con violencia y
robo a casa habitación. Entre sus pertenencias le encontraron marihuana, y su
concubina informó a las autoridades que el hombre fallecido se dedicaba a
venderla.
Para la Procuraduría estatal,
el principal sospechoso de este crimen es un hombre de apodos “El Shine” o “El
Skyboy”.
El mismo día, pero a las 9:45
pm, en el fraccionamiento Los Altos, balearon a Cristian Fabián Vázquez Zúñiga
en la puerta de su vivienda. Su esposa declaró que había discutido con el de
nombre Melesio Angulo por 2 mil pesos que le debía de una cundina, hasta él
fueron. Lo detuvieron, pero salió libre por falta de elementos.
El 3 de agosto, en la
delegación La Mesa, dentro de un pick-up mataron a José Eduviges Osuna y a
Aurora Cruz Yépez, cada cuerpo presentaba 11 heridas. La tesis principal es que
la pareja entregaba droga. Les encontraron una libreta con una lista de
vendedores y 10 puntos de venta presuntamente de droga en la zona de Sánchez
Taboada y la colonia Emperadores.
El miércoles 5 de agosto,
pasadas las siete de la noche se reportó el asesinato a balazos del joven
Daniel Medel Herrera en el Pedregal de Santa Julia, le pegaron en la cara, en
el cuello y los brazos.
A las 8:20 pm del mismo día, en la colonia Jardín Dorado
del Cerro Colorado, levantaron el cadáver de Jessica Maldonado Ochoa, tenía
heridas en los pechos, el tórax y los glúteos, en la mano del cadáver los
peritos reportaron el hallazgo de “seis envoltorios blancos, al parecer droga”.
En el lugar fue herido César Maldonado Gutiérrez, pero 24 horas después, no lo
habían declarado.
El cuerpo de Rodolfo García
Pérez, muerto a balazos que le atravesaron el pecho, fue localizado a las 9:45
pm del miércoles en el Bulevar 2000, a la altura del Puente Yaqui. Lo único que
dijo antes de morir, según la policía, fue su nombre.
Los asesinatos arrecían al
análisis de una escisión del Cártel de Sinaloa hacia el de Guadalajara,
mientras los titulares de las corporaciones e instituciones de seguridad,
minimizan la violencia.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/
Investigaciones ZETA / 10 de Agosto del
2015 a las 07:00:27)
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