A partir de las declaraciones –obtenidas
mediante tortura– de un exmarino presuntamente ligado con el crimen organizado,
varios efectivos de la Armada –entre ellos, dos capitanes de navío– fueron
aprehendidos a mediados del año pasado por sus compañeros de armas y por
agentes de la PGR. Estuvieron secuestrados e incomunicados durante mes y medio,
sometidos a torturas y amenazas contra sus familias, para obligarlos a
declararse culpables de trabajar para Los Caballeros Templarios. Ahora, presos
en el Campo Militar Número Uno, se han amparado y dos de ellos ya están libres.
El caso de la Semar contra los suyos se desmorona.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- En
mayo de 2014 los aprehendieron. Durante mes y medio sus compañeros de armas los
tuvieron secuestrados e incomunicados en alta mar. Los llevaron de nave en nave
y los torturaron física y mentalmente. Los obligaron a estampar sus firmas en
declaraciones fabricadas, en las cuales confesaban trabajar para Los Caballeros
Templarios. Falsificaron las rúbricas de quienes, pese a todo, se negaron a
firmar. Son 15 marinos y dos capitanes de la Décima Zona Naval (DZN) de la
Secretaría de Marina (Semar).
Mientras tanto, en la DZN
–con sede en Lázaro Cárdenas, Michoacán– les mentían a las esposas de los
detenidos: “Están de comisión”, se justificaban ante la falta de noticias de
sus cónyuges. Denunciaron también que sus domicilios eran “acechados y
fotografiados” por personas a bordo de vehículos de la Semar.
No conocieron la situación de
sus maridos sino hasta los últimos días de junio de ese año, cuando se
oficializó su detención y los trasladaron al Campo Militar Número Uno, en la
Ciudad de México, acusados de delitos contra la salud y traición a las fuerzas
armadas.
De acuerdo con testimonios
que obran en la causa penal 197/2014 –de la cual este semanario tiene copia–,
la mayoría de los detenidos asegura que fueron obligados a firmar sus
declaraciones después de que los torturaron agentes de la Subprocuraduría
Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR y
de la Unidad de Inteligencia Naval (UIN) de la Semar, quienes los amenazaron
con dañar a sus familias.
(Fragmento del reportaje que publica la
revista Proceso 2022, ya en circulación)
(PROCESO/ PATRICIA DÁVILA /1 DE AGOSTO
DE 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario