Aseguran
que el derrame de desechos tóxicos en el río Sonora “es una bomba de tiempo”.
El
derrame de desechos tóxicos en el Río Sonora, la lucha del pueblo yaqui contra
un acueducto que lo dejaría sin agua, inestabilidad en la creación de empleos,
escuelas públicas en condiciones no óptimas para niños y falta de atención en
hospitales públicos, son algunos de los principales problemas que Guillermo
Padrés heredará a la gobernadora electa, Claudia Pavlovich.
“En
los últimos cinco años reconocemos que se han generado empleos estables aunque
no a los niveles que quisiéramos. De 20 mil que se crean anualmente, la
realidad es que se necesitan cerca de 33 mil. Requerimos estabilizar los
números porque las cifras varían; a principios de año hay muchos, a mediados se
reducen y al final del año bajan”, afirmó Marcelo Meouchi, presidente de
Confederación Patronal de la República Mexicana en Sonora.
Como
es natural, explicó, el contexto electoral afectó en su momento al rubro
económico porque causó mucha distracción. Por ejemplo, dijo, se detuvo todo
tipo de pagos y licitaciones, lo que implicó una parálisis parcial de la
economía.
“En
los últimos años la deuda ha crecido casi al doble de como inició la
administración, lo cual es preocupante. Aunque claro, faltaría ver la
radiografía completa del caso. Sin embargo, los empresarios no queremos más
deuda en el estado, hay que revisar las finanzas y esa es una responsabilidad
muy grande para la próxima gobernadora” consideró Meouchi.
FALTANTES EN HOSPITALES
Hace
seis meses la organización civil Sonora Ciudadana desarrolló el proyecto “La
rebelión de los enfermos”, una página web donde los usuarios de los servicios
públicos de salud denuncian las irregularidades que se enfrentan día a día.
La
principal conclusión del estudio, donde el sistema de salud estatal fue
comparado con un enfermo, es: “Un sistema cuyos principales padecimientos son
el síndrome de la espera, el padecimiento crónico de desabasto de medicamentos
y la epidemia de maltrato hacia las y los pacientes”.
Estadísticamente
el mayor número de quejas fue en el IMSS (29 por ciento), Seguro Popular (28
por ciento), Issste (26 por ciento) e Isssteson (17 por ciento).
En
este último, las principales denuncias fueron falta de medicamentos, de
atención y demasiada espera; los nosocomios con mayores denuncias fueron el
Centro Médico Ignacio Chávez (77 por ciento) y el Centro Integral de Atención a
la Salud (23 por ciento).
De
ahí que la principal recomendación sea que el gobierno y las autoridades
involucradas mejoren la calidad de sus servicios y de los recursos con que
cuentan.
BOMBA DE TIEMPO
Pese
a las millonarias indemnizaciones que Grupo México pagó a alcaldías y ejidatarios
para compensar el derrame de desechos tóxicos en el río Sonora, el daño
ambiental y ecológico continúa. “Es una bomba de tiempo”, aseguró Rubén Molina,
empresario turístico e integrante del grupo Movimiento Pro Defensa del Río
Sonora.
“El
problema es el desenfoque del problema. Los daños se convirtieron en una
especie de regateo del asunto ecológico-social. ¿Cuánto me debes, cuánto te
debo, con cuánto te sientes conforme? Y los actuales gobiernos no han querido
hacer mucho ruido porque tienen la suerte de que, en realidad, el problema lo
heredará su sucesora y eso es muy complejo”, señaló.
Los
integrantes del grupo (conformado por 14 líderes y 2 mil 600 aliados) señalaron
que si bien hay un fideicomiso de 2 mil millones de pesos, los daños causados
con los 40 millones de litros de desechos tóxicos y materiales pesados que
desembocaron en el río siguen latentes porque están depositados en la presa del
Molinito, principal abastecedora de agua en Hermosillo.
“Los
problemas de salud aún no comienzan”, afirmó Molina.
El
gobierno estatal —destacó— jugó al principio un papel clave. “Trató de
participar de manera impetuosa y al final quedaron mal, obviamente estamos
hablando de un problema partidista porque no se podían poner de acuerdo los
azules y los rojos”.
FACHADAS BONITAS
El
año pasado padres de familia de diversos partes del estado denunciaron ante la
prensa dos principales problemas en planteles de educación básica: uno, fallas
en la energía eléctrica por el cableado viejo, lo que impide el uso de
ventiladores y aire acondicionado en las aulas donde el calor es mayor que el
que se registra regularmente en la calle (entre 35 y 40 grados centígrados). La
situación se agrava en donde los techos de cemento fueron sustituidos por
láminas.
Y
dos, bebedores de agua en malas condiciones. No obstante, la prioridad del
gobierno estatal fue mejorar la fachada pública de los planteles escolares, a
través de un programa gubernamental.
MAL USO DEL PRESUPUESTO
Sonora
Ciudadana documenta desde 2006 deficiencias en el ejercicio del gasto público
estatal. Específicamente en el estudio que corresponde a 2012, evidenció tres
malas prácticas.
“Presupuestan
y hacen lo que quieren”. El estudio cita subejercicios y sobreejercicios en
varios rubros, lo que da como resultado un presupuesto diferente al aprobado
por el Congreso estatal.
“Ocultan
el gasto en programas”. No es posible “saber cuál ha sido la evolución del
presupuesto de programas tan importantes como el de combate al dengue, que debe
ser prioridad en el gasto público.
“Pagos
a una deuda desconocida”. La cita más importante en este rubro dice “según
datos de la SHCP, la deuda en Sonora ha tenido un alza considerable de 15 por
ciento del cierre 2012 al primer semestre de 2013, posicionando al estado en el
segundo lugar a escala nacional con el mayor incremento porcentual en ese
periodo”.
(DOSSIER
POLITICO/ Erika Flores / Milenio/ 2015-07-19)
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