Vecinos denuncian que a mayor
alumbrado público descompuesto, más delitos. Reclaman a la autoridad, pero no
obtienen respuesta. Asesinatos, asaltos violentos en vía pública, comercios y
casa habitación, se registran principalmente en asentamientos como Villa del
Campo, Sánchez Taboada, Mariano Matamoros, El Pípila -por mencionar solo
algunos-, lugares carentes de un servicio de iluminación eficiente. Ciudadanos
refieren que el problema se ha agudizado
en los últimos seis años
Como si tuvieran toque de
queda, la mayoría de los vecinos de Villa del Campo, al Este de Tijuana, se
repliegan en sus hogares al caer la noche.
Desde hace seis años carecen
de un adecuado servicio de alumbrado público, así lo han reportado a las
autoridades municipales, pero lejos de corregirse, el problema se ha agudizado
hasta convertir todo el asentamiento en una sola sombra.
Salvo la iluminación de los
comercios que operan en el fraccionamiento, desde su acceso, vialidad
principal, calles aledañas y parque principal, ninguna luminaria funciona.
A la par de que se ha quedado
a oscuras, Villa del Campo ha registrado un incremento en sus índices
delictivos, incluyendo el de homicidio, conforme a estadísticas y registros de
la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE).
La señora María del Refugio
habita el fraccionamiento desde hace ocho años, y asegura que desde hace seis,
las lámparas comenzaron a descomponerse “y nadie las reparó, y ahora estamos
completamente a oscuras”.
Otra vecina, la señora
Cecilia, cuyo domicilio se ubica sobre la calle Cenzontle, asegura ya haber
visto de todo en su colonia, desde una mujer quemada, asesinatos, robos a
abarrotes, Oxxos, hasta el asalto a una unidad blindada. “Si los asaltan a
ellos (custodios), que están armados, ¿imagínese a nosotros que estamos
indefensos?”, cuestionó.
Al igual que Villa del Campo,
otras colonias de Tijuana coinciden en dos aspectos: déficit de alumbrado
público y liderar la lista de índices delictivos.
Estas son: Sánchez Taboada,
Amparo Sánchez, El Pípila, Mariano Matamoros, Montes Olímpicos, Urbi Villas del
Prado, Produtsa, Miramar, Jardín, Manuel Paredes, Loma Dorada y Francisco
Villa.
El propio alcalde Jorge
Astiazarán reconoce: “El alumbrado público es una de las deudas que aún
tenemos”.
“Pero sus acciones han
carecido de una falta de planeación”, señaló el regidor Luis Alejandro García,
solo así se explica por qué de 14 mil luminarias que dice haber reparado en lo
que va de su gobierno, 10 mil han dejado de funcionar, por lo que en cuestión
de iluminación, “Tijuana continúa igual o peor de cómo se recibió del anterior
gobierno”, subrayó.
“TENEMOS MIEDO”: VECINOS
“Aunque hay patrullaje,
tenemos miedo, sobre todo en las noches”, expresa el señor Lucas Ramírez,
vecino de la colonia Niño Artillero, de la delegación Sánchez Taboada,
asentamiento del cual solo el diez por ciento del sistema de alumbrado público
funciona.
La vivienda de Don Lucas se
asienta sobre la calle José Vasconcelos, vialidad cuyas luminarias se
encuentran a oscuras desde hace dos años. “Parece como si estuviéramos en la
sierra”, comparte.
Los asaltos se han disparado
y se atribuye a la falta de ese servicio, por lo que los vecinos han optado por
ya no salir de sus casas después de las ocho de la noche.
Quienes se atreven son
víctimas de los delincuentes, como un empleado de la tortillería Luz, a quien
le robaron una camioneta del negocio inaugurado apenas hace un mes.
La inseguridad se ha
apoderado de las colonias de la delegación Sánchez Taboada, a la par que sus
calles se observan cada vez más oscuras. Acaso un 30 por ciento funciona, así
lo constató ZETA en un recorrido.
La colonia Produtsa es un
ejemplo de ello, ni las calles
principales de este asentamiento pueden contabilizar más de un 40% de bombillas
funcionando.
Los habitantes reportan esta
anomalía, “pero no nos atienden”, se queja Don José, vecino del callejón Ópalo,
a oscuras desde hace meses, “por eso hay mucha muerte aquí, mucho asesinato sin
detenidos, porque fácilmente los delincuentes se pierden en la noche”, asienta.
Mariano Matamoros, Centro o
Norte, El Pípila, son colonias con escaso alumbrado público y vigilancia
policiaca, se quejan sus habitantes, como la señora Gabriela Gutiérrez, a quien
asaltaron hace una semana en una esquina de la calle Río Chapultepec, y aunque
hizo un reporte al 066, “la patrulla nunca llegó”, se quejó.
En esa calle, como en las
demás, de cada 10 luminarias, al menos seis no prenden.
También es común observar en
las vialidades de acceso, como el Bulevar El Refugio, que se combine una
luminaria funcionando por una apagada.
Los parques industriales no
escapan a esta situación, así se observa en el de Otay, Pacífico o El Florido.
LAS ESTADÍSTICAS
De acuerdo a la organización
Semáforo Delictivo, Tijuana tuvo en el primer trimestre del año 116 muertes
violentas, lo que la coloca como una ciudad con señal roja, de alerta.
En robos a casa
habitación negocios, lesiones y
extorsión, tampoco tiene buenos números, su luz se encuentra en amarillo.
De acuerdo a datos
proporcionados por la SSPE, de un promedio de 9 mil delitos contabilizados en
Baja California, alrededor de 3 mil 700 se han registrado en Tijuana, lo que lo
convierte como en el municipio más inseguro de la entidad.
Loma Dorada, Mariano
Matamoros -Centro y Norte-, Camino Verde, El Pípila, 10 de Mayo, Zona Centro,
son los puntos que registran los mayor índices de delitos que ameritan atención
policiaca.
Villas del Campo, Valle de
Las Palmas, Reforma y Buenos Aires Norte, son las colonias con más víctimas de
homicidio.
En robo con violencia a casa
habitación, los asentamientos que más destacan son: Ampliación Guaycura,
Delicias, Sánchez Taboada, Tres de Octubre, El Dorado y Pedregal de Santa Julia.
En robo violento a comercio,
las colonias Murúa, Mariano Matamoros, El Dorado, El Florido -Primera y Segunda
Sección-, Villa Fontana y El Refugio, son las que sobresalen.
Pero en robo con violencia en
vía pública, colonias como Mariano Matamoros Centro, 10 de Mayo, El Pípila, El
Florido, Camino Verde, Manuel Paredes y Libertad, son las de más alto índice,
hechos que en su mayoría se registran después de las 8:00, durante la noche.
CUENTO SIN FIN
A decir del presidente
municipal, Jorge Astiazarán Orcí, su administración recibió aproximadamente más
de 10 mil luminarias apagadas, “se repararon alrededor de 14 mil y, a pesar de
la reparación, hay 10 mil apagadas, se reparan y vuelven a descomponer”.
Se tiene que atender de raíz
este problema, anotó, no solamente cambiar la luminaria, sino cableado y varias
cosas, “estamos trabajando en el tema”, afirmó, pero en la calle los habitantes
no ven resultados.
Respecto a la inseguridad,
consideró: “Lo que tenemos que hacer ahorita, independientemente de la prevención
que va de la mano, es equipar –Seguridad Pública- con la cantidad suficiente de
elementos para poder cubrir toda la ciudad, actualmente la ciudad de Tijuana
cuenta con alrededor 2 mil 100 policías preventivos, requerimos cuando menos 4
mil.
Y remató: “Por más que
sectoricemos la ciudad no tenemos los suficientes elementos para cubrirla al
cien por ciento”.
GASTO INÚTIL
En el Presupuesto de Egresos
del municipio de Tijuana, para el pago del servicio de energía eléctrica, tanto
en 2014 como en 2015 se etiquetaron más de 142 millones de pesos.
La cantidad es superior en 30
millones a lo que se pagaba antes de que el gobierno de Carlos Bustamante
pusiera en marcha su programa de “modernización” de luminarias que costó 144
millones de pesos al Municipio.
“Estamos pagando por un
servicio que no tenemos, porque aunque no funcionen las luminarias, la
facturación de la Comisión Federal de Electricidad no disminuye, porque el
sistema marca el consumo, aun con la lámpara apagada”, informó el regidor de la
Comisión de Hacienda del Cabildo de Tijuana, Luis García.
De acuerdo a información
proporcionada por Servicios Públicos Municipales, las colonias que registran el
mayor déficit de iluminación son: Villa del Campo, Urbi Villa del Prado,
Produtsa, Loma Dorada, Sánchez Taboada, Amparo Sánchez, Monte de Los Olímpicos,
Miramar, Jardín, Francisco Villa, Manuel Paredes, El Pípila y Mariano
Matamoros.
FALLA PROGRAMA DE MODERNIZACIÓN
La mayor parte de las
lámparas de alumbrado público que no funcionan fueron colocadas por la empresa
Sola Basic en colonias que ahora se encuentran a oscuras y “con índices de
delincuencia atípicos”, señaló el secretario de Desarrollo Urbano de Tijuana,
Roberto Sánchez Martínez.
Aunque la empresa inició un
programa de reparación, actualmente lo tiene suspendido, en espera de firmar un
acuerdo para que sea el propio gobierno de Tijuana el que se haga cargo de la
rehabilitación.
De 75 mil luminarias
instaladas en toda la ciudad, precisó el funcionario, el 15 por ciento no
sirve. Del 100% del alumbrado, un 20% tiene el sistema medido, es decir, el
Municipio paga a la Comisión Federal de Electricidad por lo que consume; del
80% restante se cubre una cuota fija, “funcione o no funcione”.
El programa de modernización
de alumbrado contempló la 64 mil 300 lámparas, de las cuales 25 mil, la
concesionaria reemplazó en forma total, mientras 39 mil 300 fueron
rehabilitadas en sus componentes.
Son los aparatos reparados
los que han fallado, explicó, detectándose 10 mil con anomalía al inicio de la
administración, por lo que el XXI Ayuntamiento hizo valer la garantía del
contrato signado con la empresa.
La concesionaria reparó 5 mil
200 bombillas, quedando pendientes 4 mil 800 por componer, cifra a la que se
han añadido casi 3 mil luminarias más que se han descompuesto en lo que va del
gobierno de Jorge Astiazarán.
Pero Sola Basic detuvo la
rehabilitación y prepara un nuevo acuerdo para que sea el municipio de Tijuana
el que realice, con su equipo y personal, la reparación de las bombillas, con
financiamiento de la firma. “Estamos en espera de la propuesta para evaluarla”,
dijo Roberto Sánchez.
En total, del programa de
modernización un promedio de siete lámparas no funcionan y se encuentran ubicadas en colonias de las
delegaciones La Presa, La Presa Este, Cerro Colorado, La Mesa, Zona Centro y
Playas de Tijuana.
Es en esas demarcaciones
donde la incidencia delictiva registró un repunte, por lo que el titular de
Desarrollo Urbano indica que se ha dado una coordinación con la Secretaría de
Seguridad Pública para que, en los lugares donde no se implementó el programa
de Sola Basic, se reparen las lámparas sin funcionar o con baja luminosidad. A
la fecha “se han reparado alrededor de 3 mil lámparas en el programa de
mantenimiento preventivo”, precisó.
Pero en las colonias Sánchez
Taboada o en Villa del Campo, el programa de modernización no llegó, y ahí el
alumbrado registra una alta deficiencia, situación que Sánchez Martínez
atribuyó al vandalismo que impera particularmente en las colonias de la
periferia.
No obstante, el funcionario
subrayó: “Se trabaja para poder resolver de tajo el problema de las luminarias
en la ciudad de Tijuana”.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Isabel
Mercado Juarez / 11 de Mayo del 2015 a
las 12:00:00)
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