El
puerto tamaulipeco, un punto codiciado por células del cártel del Golfo y Los
Zetas, está en disputa. La razón principal es que su embarcadero se conecta a
otros 125 puertos de todo el mundo y es una de las zonas principales de entrada
y salida de gasolina del país
Cada dos horas, el crimen organizado
perfora un ducto para extraer de manera ilegal gasolina, diesel, crudo, gas y
petroquímicos
146 millones de pesos destinó este año
la Gerencia de Administración Patrimonial de la paraestatal para pagar
seguridad y patrullaje a la red de ductos
142 extracciones ilícitas se cometieron
solo en los primeros 11 días de enero, de acuerdo a cifras oficiales
1,548 por ciento creció el robo de
combustible desde el 2000 hasta el año 2013
17,000 millones de pesos fueron las
pérdidas que reportó la Sener en enero de este año por el robo de combustible
durante el 2014
4,127 ordeñas detectó Pemex el año
pasado
60 años de prisión es la condena que
aprobó el Senado para quien robe combustible
1,134 perforaciones clandestinas se
detectaron en Tamaulipas, entre el 2013 y el 2014
4,865 extracciones ilícitas se
detectaron durante todo el sexenio de Felipe Calderón
En
las últimas semanas, Altamira -uno de los puertos más importantes en
Tamaulipas- vivió días de terror.
Bloqueos,
incendios, balaceras, decomisos, enfrentamientos entre miembros del crimen
organizado y elementos de las Fuerzas Federales fueron el pan de cada día.
La
captura de un presunto líder del cártel del Golfo desató al diablo en el
puerto. Incluso el alcalde, Armando López, reconoció que la población estaba
atemorizada y a la expectativa.
Pero
toda esa violencia pudiera tener un trasfondo más complejo.
Expertos
navales consultados por Reporte Indigo aseguran que para una organización del
narcotráfico es fundamental contar con una ciudad portuaria, porque es una
herramienta geopolítica estratégica para incrementar sus ganancias.
Y
Altamira es un punto codiciado por células del cártel del Golfo y Los Zetas
pues el puerto se conecta a otros 125 embarcaderos de todo el mundo a través de
diversas líneas navieras y es uno de los puntos principales de entrada y salida
de gasolina del país.
El
intento de rescatar a José Tiburcio Hernández ,“El Gafe”, líder de la plaza
detenido la semana pasada, es el ejemplo perfecto del atrevimiento de los
subordinados de esta célula para defender su territorio.
Ahora,
explicó una fuente naval que pidió el anonimato, están en la etapa de
reorganización para no perder el control de Altamira, un punto fundamental para
sus múltiples negocios ilícitos, principalmente el robo de combustible y el
tráfico de drogas.
De
acuerdo a la información de expertos navales, para las grandes mafias es
fundamental controlar un puerto, pues de esa manera pueden mantener el negocio
de toda la mercancía que entra y sale del país desde los embarcaderos.
Eso,
asegura la fuente, explica que el Cártel de Sinaloa domine Mazatlán y las
costas del Pacífico, pues desde ahí trafica amapola y químicos que llegan en
barcos de China, para después convertirlos en heroína y cocaína en laboratorios
clandestinos.
Esta
droga se trafica en gran parte hacia las costas de California y Miami en
Estados Unidos, y otra por vía área.
También
explica por qué Los Caballeros Templarios se apoderaron del puerto de Lázaro Cárdenas,
en Michoacán.
Reporte
Indigo publicó ayer que esta organización criminal había extendido su presencia
en todos los renglones económicos de la entidad, incluso en las empresas
acereras del puerto, las cuales eran suministradas de mineral por parte de las
células del cártel.
El
negocio de este cartel se basaba en el robo y exportación nacional de hierro,
esto para la producción de acero.
Los
Caballeros Templarios obligaban a la acereras que les compraban su “mercancía”
robada.
Para
la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y Acero, en 2013, el robo de este
material generó pérdidas por mil millones de dólares.
En
noviembre de ese año, la Secretaría de
Marina tomó el control del puerto de Lázaro Cárdenas, y el pasado 1 de abril
asumió el de Manzanillo.
UN NEGOCIO MILLONARIO
Aunque
Petróleos Mexicanos gasta anualmente 146 millones de pesos por servicio de
seguridad a las secretarías de Marina (Semar) y de la Defensa Nacional
(Sedena), cada dos horas, el crimen organizado perfora un ducto para extraer de
manera ilegal gasolina, diésel, crudo, gas y petroquímicos que comercia en el
mercado negro y por los cuales obtiene ganancias que se equiparan con el
tráfico de drogas.
En
enero de este año, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, estimó que
el robo de combustible durante el 2014, representó pérdidas para el país por
encima de 17 mil millones de pesos.
“Están
trabajando muy fuerte las autoridades en la materia, se han dado golpes muy
importantes a grupos de la delincuencia organizada y esperamos que se disminuya
la incidencia porque sí causan un perjuicio muy fuerte a la economía nacional y
en especial a los usuarios, el año pasado las perdidas por robo de gasolina
alcanzaron 17 mil millones de pesos”, reconoció el titular de la Sener.
En
cambio, para los miembros del crimen organizado, las ganancias que genera el
mercado negro de las gasolinas y el diesel ascienden a cerca de 2 mil 300
millones de pesos diarios, un promedio de 850 mil millones de pesos anuales.
De
acuerdo a Juan Pablo González Córdova, presidente de la Asociación Mexicana de
Empresarios Gasolineros (Amegas), este ilicito sigue ganando terreno, a pesar
de las acciones instrumentadas por las autoridades federales, estatales y
municipales.
En
entrevista para el portal Oro Radio, el funcionario aseguró que actualmente
esta actividad acapara el 20 por ciento del mercado, siendo Tamaulipas,
Michoacán, Guerrero, Jalisco y Sinaloa las entidades que registran el mayor
impacto.
De
acuerdo a cifras oficiales, del 2000 -fecha en la que Pemex comenzó a
documentar el robo de combustible- hasta el 2013, este delito creció mil 548
por ciento, al pasar de 155 a 2 mil 612 tomas ilegales identificadas.
El
sexenio de Enrique Peña Nieto ya implantó una cifra récord en robo de
hidrocarburo, pues de enero de 2013 hasta diciembre de 2014 se detectaron 6 mil
739 extracciones ilícitas por la red de ductos del país, cuando en todo el
sexenio de Felipe Calderón hubo 4 mil 865, de acuerdo a cifras ofrecidas por
las autoridades en respuesta a una solicitud de información dirigida por el
portal Criterio.
Para
obtener las ganancias, el cártel del Golfo -a base de amenazas- obliga a los
dueños de las gasolineras en Tamaulipas y Nuevo León a que adquieran el
combustible robado.
Otra
parte del hidrocarburo lo vende de manera clandestina en carreteras del norte
de México, es por eso que se empeñan en controlar todas las vías de Tamaulipas.
Además,
amenazan a los transportistas para que trasladen el combustible hacia
contendores y estaciones de gasolina.
LA DISPUTA POR EL PUERTO
Al
principio de la separación entre el cártel del Golfo y su brazo armado, Los
Zetas, a éste último no le importaban las ciudades del sur de Tamaulipas, como
Altamira, Ciudad Madero y Matamoros.
Pero
al darse cuenta las ganancias que podrían tener con el robo de gasolina y la
importancia de contar con una ciudad portuaria, iniciaron la pelea por todo el
estado fronterizo.
Mientras
el cártel del Golfo controlaba vía marítima el robo de combustible, Los Zetas
tenían el tráfico de droga vía terrestre por brechas en su bastión: Nuevo
Laredo y la llamada Frontera Chica, conformada por Miguel Alemán, Camargo y
Cuidad Mier. Pero al buscar ampliar su dominio comenzaron a pelear por
Altamira.
Iniciaron
con el robo de gasolina de los ductos de Pemex en Tamaulipas para competir al
cártel del Golfo y comenzaron a disputar las carreteras de este estado.
Los
Zetas empezaron a poner “tienditas” de gasolina robada bajo la fachada de
vulcanizadoras.
Este
grupo formó un dique para evitar que las células del cártel del Golfo de
Tampico y Matamoros, se comunicaran con Ciudad Victoria y Reynosa, pues es por
ese corredor por donde pasa toda la gasolina robada de Altamira.
Este
puerto ocupa el cuarto lugar a nivel nacional por su manejo de carga y el
primero en manejo de fluidos petroquímicos.
Después,
Los Zetas extendieron su operación de robo de gasolina hacia Nuevo León y
Coahuila.
LA RESPUESTA DE ‘EL GOLFO’
El
cártel del Golfo al ver el avance de sus rivales hacia Altamira, comenzaron a
pelear los municipios de la Frontera Chica.
Aplicaron
un “toque de queda” a los pobladores, para defender su plaza.
Circular
por los caminos de noche para los lugareños era casi la muerte.
SE DESATA LA VIOLENCIA
El
intento de rescatar a José Tiburcio Hernández ,“El Gafe”, líder de la plaza
detenido la semana pasada, provocó caos en Altamira. Bloqueos, balaceras y
enfrentamientos se desataron en el puerto tamaulipeco.
> Destemplan la economía
EL PUERTO DE LÁZARO CÁRDENAS
Reporte
Indigo publicó ayer que Los Caballeros Templarios extendieron su presencia en
todos los renglones económicos de
Michoacán, incluso en las empresas
acereras del puerto de Lázaro Cárdenas, las cuales eran suministradas de
mineral por parte de las células del cártel.
(REPORTE
INDIGO/ JESÚS PADILLA / Jueves 30 de abril de 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario