Denisse Hernández,
especial para SinEmbargo
Ciudad
de México, 29 de abril (SinEmbargo/Zona Franca).– Incomodar a “los de arriba”
fue lo que provocó que Karla Silva terminara debajo de su escritorio bañada en
sangre la tarde de aquel 4 de septiembre.
Y es
que, de acuerdo con Luis Gerardo Hernández Valdenegro, agresor confeso de la
reportera de El Heraldo de León, fue el “señor Alcalde” de Silao, Guanajuato,
Enrique Benjamín Solís Arzola, quien ordenó la golpiza sufrida por la joven
periodista.
Así lo
reveló la Fiscal del caso, Yolanda Ramírez Domínguez, durante la audiencia de
procedimiento abreviado de José Samuel Ornelas Martínez, alias “El Buda”, y
Joaquín Oswaldo Valero Garnica, alias “El Bayo”.
Luego de
haber sido liberado al resultar favorecido por un procedimiento abreviado,
Hernández Valdenegro rindió su testimonio ante el Ministerio Público.
El joven
declaró que su amigo, el director de Seguridad Pública de Silao, Nicasio
Aguirre Guerrero, lo contrató para atentar contra la periodista.
El
culpable reconoce que aceptó el ofrecimiento hecho por el director, quien
también le “pasaba” armas y drogas.
Además
de él, Joaquín Oswaldo y José Samuel consintieron participar. En la siguiente
quincena, 11 días después de realizar la operación, cada uno de ellos recibiría
la cantidad de 5 mil pesos.
El ex
servidor público, quien se fugó luego de la agresión, le dio instrucciones
precisas a su socio y amigo:
“Le dijo
que tenía que dejarle claro, bien claro, a la periodista que tenía que bajarle
a sus notas, porque en éstas le tiraba mucha tierra a ‘los de arriba’”, apuntó
la Fiscal.
Hernández
Valdenegro asegura que nunca habló con las personas que Nicasio Aguirre refirió
como “los de arriba”; sin embargo, antes de hacer el “jale” el funcionario le
mostró la pantalla de su celular, en ésta decía “señor Alcalde”.
Hernández
Valdenegro tras su liberación. Foto: Zona Franca
El ex
director, relató Luis Gerardo, le prometió que si tenía problemas la gente de
“arriba” se encargaría de ayudarlo y si caía a la cárcel lo sacarían.
Ante el
Ministerio Público, el responsable describió que durante casi una semana,
Nicasio lo condujo a El Heraldo para ubicar a la periodista.
Sostiene
que al mirarla, él se negó a realizar su parte del trato e intentaba esconderse
del entonces servidor público, quien ya estaba desesperado por la tardanza del
joven.
Pero
éste no era el único que se encontraba desesperado:
Luis
Gerardo testificó que escuchó una conversación de Nicasio con quien éste tenía
registrado en su teléfono como “Señor Alcalde”. El interlocutor le cuestionaba
al ahora fugitivo si “le faltaban huevos para hacer el jale, y si no podía para
poner a otra persona”.
Posteriormente,
Hernández Valdenegro narró lo que ocurrió la tarde del 4 de septiembre.
Es aquí
donde la historia que se dio a conocer en audiencias pasadas dio un nuevo giro.
De
manera previa, la hipótesis de la Fiscalía apuntaba a que fue Jorge Alejandro
Fonseca Durán, director operativo de la Policía Municipal, quien condujo a Luis
Gerardo, Joaquín Oswaldo y José Samuel hacia la oficina de El Heraldo.
No
obstante, el testimonio del infractor asienta que, en realidad, Fonseca Durán
los condujo hasta la casa de Aguirre Guerrero y que fue éste último quien los
llevó al lugar a bordo de una camioneta RAM blanca, propiedad del municipio.
Jorge
Alejandro Fonseca y Nicasio Aguirre. Foto: Especial
Luis
Gerardo describió lo que ocurrió en la pequeña redacción: él amenazaba a la
secretaria, Adriana Elizabeth Palacios, con un cuchillo; José Samuel golpeaba a
Karla para después robar sus pertenencias y Joaquín Oswaldo tomaba lo robado
luego de haber cerrado el portón.
El
mensaje que dejaron aquella tarde sí fue claro: “Bájale a tus pinches notas o
te va a cargar la chingada”.
No
tardaron más de cinco minutos en cometer el delito; cada uno sabía qué tarea le
correspondía.
“(Luis
Gerardo) no sabe cómo golpeó “El Buda” a Karla, pues él se enfocó sólo en lo
que iba a hacer, pero sí supo que “El Buda” había hecho lo suyo por los gritos
y la sangre que le vio en las manos, tenis y ropa. Karla y Adriana gritaban,
pero más Karla”.
Salieron
caminando con normalidad y después corrieron hacia el punto en el que los
esperaba el ahora ex funcionario, para conducirlos de regreso a su casa.
En el
trayecto, Nicasio le preguntó al inculpado, que viajaba como copiloto, quién
había golpeado a la reportera y “si la habían madreado bien”.
El joven
respondió que había sido “el buda”, quien además de acomodarle guantones y
patadas, le dio el mensaje de acuerdo con la orden recibida.
LÁGRIMAS
Y EL FALLO
La
periodista Karla Silva. Foto: César Solórzano, especial para SinEmbargo
Ésta
audiencia de más de 10 horas de duración fue una de las más difíciles para la
periodista Karla Silva.
Mientras
“El Buda” y “El Bayo” exigían ser liberados como lo fue su compañero, la
informadora exigía justicia y respeto.
De
manera firme, la reportera señaló que parte de la defensa de los indiciados,
así como el sujeto que se encargó de golpearla, se mofaban de ella e intentaban
intimidarla.
“Yo creo
que parte de esta justicia que yo solicito no es estar sujeta a este tipo de
situaciones […] ¿qué trato debo de merecer yo como víctima? Lo que solicito es
justicia conforme a lo que marca la ley”, reclamó.
El juez,
José Luis Argüello Uribe, sugirió a la parte acusada ser prudente;
posteriormente, Karla Silva recibió una disculpa por parte de la defensora de
José Samuel.
Luego
ocurrió que la joven rompió en llanto al escuchar que la Fiscal, Yolanda
Ramírez, afirmaba que con la agresión su vida corrió un grave riesgo.
Yolanda
Ramírez exponía sus argumentos ante el juez. Foto: César Solórzano, especial
para SinEmbargo
Asimismo,
la Ramírez Domínguez aseveró que la razón por la que fue agredida y amenazada
no fue otra sino su labor periodística, la cual era crítica con la
administración que encabeza el señor Alcalde de Silao, Enrique Benjamín Solís
Arzola.
Cabe señalar
que en contraste con la última diligencia celebrada el sábado 25 de abril, a la
que no acudió la Fiscal y no justificó su ausencia, en esta última cita, la
servidora pública no sólo estuvo presente, sino que fue acompañada por Manuel
Ángel Hernández Hernández, subprocurador de Investigación Especializada de la
Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato (PGJEG).
Al
finalizar la exposición del Ministerio Público, éste solicitó a Argüello Uribe,
dar a “El Buda” y a “El Bayo” –culpables confesos tras solicitar el
procedimiento abreviado– la máxima pena por los delitos de lesiones, robo y
amenazas.
Esta
petición fue reprobada por los imputados, los cuales exigieron ser juzgados de
la misma manera que Hernández Valdenegro, quien disfruta de su libertad desde
enero pasado.
Luego
del debate, el juzgador determinó emitir un fallo condenatorio. No obstante,
será hasta el próximo jueves 30 de abril que detalle cuál es la sentencia
definitiva para José Samuel y Joaquín Oswaldo.
Jorge
Alejandro Fonseca, el único de los inculpados que no ha solicitado el
abreviado, se encuentra esperando que su caso llegue a la etapa intermedia.
Vale
recordar que Solís Arzola fue citado a declarar por lo menos en dos ocasiones
ante PGJEG. Ambas invitaciones fueron declinadas.
Los tres
acusados permanecen en prisión preventiva en el Centro de Readaptación Social
(Cereso) de Irapuato, mientras tanto, uno de los autores intelectuales del
hecho continúa prófugo de la justicia.
(SIN EMBARGO.MX/
REDACCIÓN / ABRIL 29, 2015 - 10:45H)
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