Después
de la captura de Víctor Barraza Martínez “El 28” y su traslado al centro de
arraigo de la SEIDO, ahora quieren detener a Abel Nahúm Quintero Manjarrez o
Cruz Alonso Lozoya Uriarte. Para ello la SEIDO abrió la Averiguación Previa
PGR/SEIDO/UEIDCS/605/2014
Después de la captura de Víctor Barraza
Martínez “El 28”, “El Víctor” o “El Vidal”, registrada el 26 de noviembre de
2014 en una casa de seguridad en la calle Gilberto Mendoza de la colonia
Civilizadores de La Paz, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO) inició y puso en marcha un operativo especial
que lleve a la detención de Abel Nahúm Quintero Manjarrez o Cruz Alonso Lozoya
Uriarte “El Grande”, considerado en el último mapa delictivo de autoridades
federales y militares, como el cabecilla del segundo grupo bélico responsable
de la ola de violencia que azota desde el 31 de julio a la capital de Baja
California Sur.
El día
del operativo de su captura, “El 28” reveló que tanto él como “El Grande”,
conformaban el brazo armado de la organización de Dámaso López Núñez “El
Licenciado” y Dámaso López Serrano “El Mini Licenciado” en la ciudad de La Paz,
con el mismo nivel jerárquico dentro de las Fuerzas Especiales de Dámaso
encabezadas por Édgar Amílcar Acosta Reyes “El Rayo”; disponiendo de un grupo
de entre cinco y diez sicarios contratados ex profeso para asesinar a sus
rivales, al servicio de Rolando González Moreno “El Compadrón” y Luis Antonio
Montoya Beltrán “El Montoya”, “Don Carlos” o “El Artista”, de la organización
de Ismael “El Mayo” Zambada.
Durante
el interrogatorio, y en manos de sus captores, “El 28” narró el modus operandi
del grupo delictivo. Por un lado, declaró que él era el responsable de
levantar, torturar, amordazar y ejecutar a sus adversarios, y tirar los cuerpos
en predios y la vía pública; y por otro, “El Grande” perseguía y atacaba a
vehículos de narcomenudistas.
La
intención era recuperar el control del narcomenudeo en la zona norte de La Paz,
porque desde la captura del ex capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, Dámaso López
Núñez “El Licenciado” e Ismael “El Mayo” Zambada habían entrado en pugna por
ese territorio y otros en varias partes del país.
El día
de su captura, “El 28” tenía en su poder un radio Matra, con el número 170,
propiedad de la Policía Estatal Preventiva, el cual estaba bajo el resguardo
del agente Hilario Flores Ramírez “El Yiyo”, familiar del ex comisario Fernando
Ramírez Martínez “El Sabueso” y gente cercana del ex coordinador de Giras del
gobernador, Irineo Martínez Ordaz.
Sin
embargo, y tras conocerse el caso, se pretendió hacer un papeleo de última hora
para que el radio apareciera asignado a un ex agente de nombre Fabián Jaime
Meza, como una estrategia para proteger al policía en funciones.
Por
eso, al ser interrogado por sus captores, no extrañó la versión de “El 28”, de
que todo el tiempo tuvieron la protección de la corporación Estatal Preventiva,
a cargo de Francisco Javier Camacho Manríquez y de la Subsecretaría Estatal de
Seguridad Pública encabezada por Martha Cecilia Garzón López.
Inclusive,
el jefe de sicarios reveló que el compromiso era tal, que el 22 de septiembre
pasado, cuando habían sido detenidos tres sicarios a su cargo en un filtro
carretero en el Kilómetro 11 del tramo La Paz-San Juan de Los Planes, el
director del Centro de Readaptación Social de La Paz hizo una maniobra y, sin
notificar previamente a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE),
ordenó dejar en libertad al pistolero Gustavo Lozoya Portillo, de 22 años,
originario de Badiraguato, Sinaloa.
Obviamente,
dijo, eso generó un conflicto porque cuando llegaron con la orden de
aprehensión en contra de Portillo, éste ya no estaba en prisión.
LAS INVESTIGACIONES
Luego
de ser capturado en el operativo conjunto de la PGJE, Secretaría de Marina y
Ejército Mexicano, Víctor Barraza Martínez “El 28”, junto con cinco de sus
matones, fueron trasladados a los separos de la Procuraduría Estatal, y casi de
inmediato fueron puestos a disposición de la Unidad Especializada en
Investigación de Delitos contra la Salud de la SEIDO, porque casualmente ese
día había llegado un grupo de agentes federales.
Al día
siguiente, los seis detenidos fueron trasladados por la madrugada del
Aeropuerto Internacional “Manuel Márquez de León” de La Paz, al Aeropuerto de
la Ciudad de México, y de ahí, al Centro de Arraigo de la SEIDO, por lo que se
abrió la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDS/605/2014.
Los
sicarios arrestados fueron interrogados sobre la estructura del grupo criminal,
sus redes y nexos; también ofrecieron los nombres de todos los integrantes de
su organización y de las bandas rivales, y hablaron sobre una serie de números
telefónicos encontrados en sus celulares, así como información que fue
encontrada en algunas computadoras y equipos decomisados.
Por
ejemplo, según datos obtenidos por Investigaciones ZETA, fue encontrado un
video donde quedó grabado el asesinato del narcomenudista Carlos Castro Hale
“El Pecas” o “El Güero”, muerto el 22 de noviembre y cuyo cuerpo fue encontrado
en la calle Mantarraya, entre Mero y Camarón, del Fraccionamiento Fidepaz.
En la
videograbación se observa a Juan Manuel Becerra Osuna o José Miguel García
García “El Meño” o “El Recio”, y a Juan Manuel González Montaño “El Millagui”,
golpeando y torturando a su víctima, a quien pretendían sacar información sobre
el paradero de Rolando González Moreno “El Compadrón” y Luis Antonio Montoya
Beltrán “El Montoya”, “Don Carlos” o “El Artista”.
El
momento de la muerte quedó grabado, así como cuando la pareja de “El Meño” o
“El Recio”, Monserrat Guadalupe Villa Arciniega “La Lupita”, comienza a rayar
el cuerpo con una arma punzocortante y pone la leyenda “Perro 100%”; enseguida
otra mujer y un hombre clavan una estaca de madera en algunas parte del cuerpo
de su víctima.
Los
equipos celulares y de computación también tenían videos y fotografías del
momento del asesinato de las siguientes personas:
* Mario Alberto López García “El Junior”,
Tomas Antonio Rico Castro “El 3” y Carlos Antonio Mayoral “El Mayoral”,
torturados, ejecutados y calcinados el 22 de octubre en el Kilómetro 38 de la
carretera La Paz-Ciudad Constitución.
* Iván Castro Sandoval “El Pelón”, Jorge
Molina Alarcón “El Guerrero” o “El Molina”, y Saúl David Gutiérrez Nuño,
torturados y asesinados el 31 de octubre en el Kilómetro 1 + 800 del
Libramiento Santiago Oceguera.
* Adauto Sarabia García, torturado y
muerto el 23 de noviembre en la calle Privada de Las Sirenas, entre Tuparam e
Ignacio Ramírez, Colonia Misioneros.
Dentro
de las investigaciones, la PGJE hizo pruebas de balística a las armas
decomisadas a los sicarios, entre éstas:
* Dos pistolas Pietro Beretta color
negro, 9 milímetros.
* Un fusil de asalto R-15, color negro,
calibre 5.56 milímetros.
* Dos rifles de asalto AK-47, color plata
obscuro, calibre 7.62 x 39 milímetros.
De
acuerdo a un perito de la PGJE, algunas de estas armas dieron positivo en los
homicidios de:
- Gerardo Geraldo Méndez “El Geras”.
- José Federico Gaxiola Osuna “El Pikas”.
- José Heliodoro López González “El
Helio”.
- Refugio Amador Núñez “El Cuco”.
- Cristian Bianchi Díaz “El Cris”.
La
causa principal de esta ola de violencia es que los jefes de sicarios, Víctor
Barraza Martínez “El 28” y Cruz Alfonso Lozoya Uriarte “El Grande” -según
mensajes encontrados en los teléfonos celulares de Barraza- recibieron el apoyo
económico y logístico del jefe de plaza del narcomenudeo de la zona sur, José
Fernando Torres Montenegro y/o José Francisco Ojeda Torres “El Pepillo”,
Alejandro Sánchez Trejo “El Peinado” o “El Frank”, y Ranulfo López Portillo.
LOS ÚLTIMOS DETENIDOS
Mientras
la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud de la
SEIDO, investiga a los grupos criminales involucrados en la ola de violencia,
la PGJE logró la captura de seis sicarios más durante esta semana que termina.
El
primero fue detenido el lunes primero de diciembre, luego de que el Juzgado
Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal, librara una orden de aprehensión
en contra de Abraham Ontiveros García como presunto responsable de la ejecución
del narcomenudista Roberto Efrén Navarro Cárdenas “El Foquemón”, registrado el
28 de noviembre de 2014 en la calle Istmo de Tehuantepec, entre San Joaquín y
Santa Ana de la colonia Santa Fe.
La
víctima, quien tenía 22 averiguaciones previas por el delito de robo y una
orden de aprehensión vigente, misma que no se pudo cumplimentar porque se
encontraba amparado -según la PGJE-, fue asesinado de nueve tiros de pistola
calibre 45 y 9 milímetros, cuando se encontraba fuera de su domicilio
particular.
El
segundo y tercero cayeron durante un operativo especial del Ejército Mexicano,
el sábado 29 de noviembre, mientras circulaban sobre el Bulevar Forjadores,
rumbo al sur de la ciudad, a bordo de un vehículo sospechoso: un Volkswagen
Jetta de color blanco, con vidrios polarizados y placas de circulación
055-PLZ-3 sobrepuestas.
Los
militares marcaron el alto y emprendieron la huida, por lo que después de una
persecución de alto riesgo, fueron detenidos en la colonia El Cardoncito.
Los
tripulantes resultaron ser Teodoro Oroña Quiñonez “El Teo” y Eusebio Oroña
Quiñonez, quienes traían en su poder dos pistolas 9 milímetros.
En base
a datos recabados por ZETA, era la
tercera vez que los detenidos traían consigo armamento, pero habían sido
liberados por los Juzgados Primero y Segundo de Distrito.
Sin
embargo, esta última vez no lograron su libertad, por dos razones:
1.- El
abogado Ramón Ochoa Bañuelos, quien
defendía al grupo de sicarios de las Fuerzas Especiales de Dámaso, sufrió un
ataque armado el 27 de noviembre, en la calle Morelos, entre Héroes de
Independencia y Josefa Ortiz de Domínguez, Colonia El Esterito, por lo que
estaba grave e internado en el hospital “Juan María de Salvatierra”.
2.- Las
pistolas 9 milímetros en poder de los hermanos Oroña Quiñonez, dieron resultado
positivo en el asesinato del narcomenudista Roberto Efrén Navarro Cárdenas “El
Foquemón”. Al cierre de esta edición, eran declarados y posteriormente serían
consignados por el asesinato.
Los
últimos tres detenidos, de nombre Rubén Maldonado Cortés “El Chúntaro”, Jesús
Alberto Méndez Castro “El Chuy” y Miguel
Ángel Méndez López o Ariel Bautista López “El Ari”, son acusados de la
ejecución del ex jefe de la plaza del narcomenudeo de la comunidad El Sargento,
Benigno Lucero Camacho “El Benni”, registrado el 21 de noviembre.
De
igual manera, los integrantes de la banda “Los Flamingos” fueron detenidos y se
les aseguró el vehículo que utilizaron en el homicidio, en cuyo interior la
PGJE encontró un rifle de asalto, un cartucho percutido .223 y cinco útiles,
así como cartuchos útiles 9 milímetros y 38 súper.
Según
testigos, la noche del ataque, agentes
de la Policía Municipal de La Paz y de la Policía Ministerial del Estado en la
comunidad de El Sargento, se negaron ayudar a la víctima cuando solicitó ayuda
después de haber sido baleado.
Inclusive,
refieren los testimonios, la camioneta Dodge Durango de los sicarios no prendió
y, luego del ataque, tuvieron que empujarla hasta abandonarla a la orilla de
una playa, para huir a pie.
Los
policías estaban ahí y no hicieron nada para detener a los criminales, hasta
que fueron detenidos y consignados al juez penal.
El
último en caer, Ariel Bautista López “El Ari”, fue capturado en un retén
policiaco en la entrada de Los Cabos, y en su celular se encontraron mensajes
de grupos criminales, solicitando que ubicara viviendas de narcomenudistas
porque “pronto irían a levantar y matar gente” a ese destino de playa.
Obviamente,
este hecho fue antes de la captura de Víctor Barraza Martínez “El 28”.
(SEMANARIO
ZETA/ REPORTAJEZ BCS/ Investigaciones ZETA/ 09 de Diciembre del 2014 a las 12:00:01)
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