“Conmigo se acabaron
las cortesías”, afirma el dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete; “no me
verán en un evento” con el presidente (Enrique) Peña Nieto.
“No tengo motivo.
¿Para qué? ¿Para llenar una silla en el presídium?, ¿Para aplaudir un
discurso?, ¿Para saludar al gabinete?… No hay razón”, dice al marcar distancia
del gobierno federal, con el que, anuncia, habrá confrontación.
En política “hay
tiempos de diálogo, tiempos de acuerdo, tiempos de diferenciación y tiempos de
confrontación, vienen tiempos de confrontación” dada la cercanía de las
elecciones de 2015, prevé el perredista.
“Nunca me imaginé lo
que iba a encontrarme (…) para mí fue una verdadera sorpresa” lo que halló al
asumir el cargo, pues en cuestión de horas detonó el caso de la desaparición de
normalistas de Ayotzinapa, protagonizado por un gobierno perredista, en Iguala,
Guerrero, entonces a cargo de José Luis Abarca, ahora detenido.
Por eso proyecta a
partir del 10 de enero un “nuevo rostro” para su partido, que en el 2015 se
juega su futuro, pues se verá si sigue siendo útil o no a la sociedad.
(Eje Central)
(RIODOCE/
REDACCION/diciembre 10, 2014)
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