sábado, 8 de noviembre de 2014

VIDEO: LAS DECLARACIONES DE CÓMO CALCINARON LOS CUERPOS


México, DF.- El procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, tras los hechos del 26 y 27 de septiembre en Iguala, se detuvo a Patricio Reyes, Jhonatan Osorio Gómez y Agustín García Reyes, quienes narraron cómo secuestraron, asesinaron y calcinaron a un grupo de personas.

El procurador presentó varios videos con la reconstrucción de los hechos, donde los implicados dan a conocer detalles de ese homicidio y cómo se deshicieron de los cuerpos, que calcinaron en el basurero de Cocula.


Esas declaraciones indican que los restos calcinados fueron colocados en al menos ocho bolsas plásticas para basura, que después arrojaron al Río San Juan por órdenes de un sujeto apodado “el Tuerto”.

Los detenidos aseguraron también que elementos de la policía municipal de Iguala les entregaron al grupo de personas, que luego trasladaron a bordo de dos vehículos hasta el citado basurero.

Los restos óseos encontrados en las bolsas ya son analizados por peritos de la PGR y del grupo de peritos argentinos, quienes determinaron que por su alto nivel de degradación sería difícil la extracción de ADN, expuso Jesús Murillo.

Por ello, ambos grupos de especialistas coincidieron en que las evidencias deben ser analizadas por laboratorios altamente especializados, y se determinó que el idóneo es el que se localiza en la Universidad de Innsbruck, en Austria; aunque no estableció fecha para la entrega de los resultados.

INNSBRUCK, EL TOP EN GENÉTICA FORENSE

Walther Parson, uno de los jefes científicos del Instituto Forense de la Universidad de Innsbruck, es experto en ADN mitocondrial. Foto tomada de http://gerichtsmedizin.at/schillercode.html

El Instituto Forense de la Universidad de Innsbruck, en Austria, está entre los más avanzados del mundo en la identificación humana en casos criminales.

Según la información de su página de internet, el profesor Richard Scheithauer dirige la institución y preside el Grupo de Expertos de Supervisión de ADN de la Policía Internacional (Interpol), integrado entre otros por el profesor Walther Parson, uno de los jefes científicos, miembro entre otras de la Sociedad Internacional de Genética Forense y de la Comisión Internacional de Personas Extraviadas para la Identificación de Víctimas en las Guerras de los Balcanes.

A fines de la guerra de los Balcanes, la comunidad internacional decidió crear un centro intergubernamental forense con el objetivo de identificar a los cientos de miles de víctimas del conflicto que abarcó a Bosnia, Croacia, Kosovo y Serbia.

Parson supervisa en particular la Unidad de Investigación sobre Biología Molecular Forense, que ha desarrollado investigaciones sobre genética forense y médica en los últimos cinco años.

El trabajo del Instituto Forense incluye la creación y mantenimiento de una base de datos internacional de ADN que puede ser consultada por expertos de todo el mundo. El Instituto desarrolla trabajos incluso a nivel de ADN mitocondrial (organismos celulares), los cuales se abrevian como ADNmt.

Así, Jesús Murillo Karam, titular de la PGR, aseguró ayer que se intentaría identificar a los normalistas de entre las cenizas y restos humanos hallados en Cocula. Incluso científicos han logrado conocer la genética de las tribus nativas de Estados Unidos.

Asimismo, el Instituto ayuda a la Interpol y ha trabajado en investigaciones como la identificación de víctimas del tsunami asiático de 2004, en Sri Lanka; la identificación de los restos de los hijos del zar Nicolás II, muertos por los revolucionarios bolcheviques en 1918; los esfuerzos por verificar la autenticidad de la calavera del compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart y la búsqueda de los restos del filósofo alemán Federico Schiller.

Si este Instituto ha sido reconocido como de los mejores del mundo es por su gran experiencia en el análisis de ADN modificados ya sea por condiciones climáticas o por el tiempo. Debido a la ubicación geográfica del laboratorio, sus científicos han tenido que identificar cadáveres de personas que murieron en accidentes alpinos y quedaron enterrados bajo el hielo por décadas.

El laboratorio austriaco aceptó la misión de analizar la ceniza y restos humanos de los mexicanos, la cual varios países como Alemania y España rechazaron por el alto grado de carbonización; el Instituto tuvo la enorme tarea de identificar 30 años después a decenas de víctimas de la dictadura de Pinochet en Chile.

En el país sudamericano el material genético estaba en muy mal estado por su antigüedad y la alta acidez y humedad de la fosa común donde fue encontrado.

Por ejemplo, en 2000, el Instituto logró la identidad de los asesores de Salvador Allende: Enrique Paris Roa y Héctor Pincheira, que en 1973 fueron capturados, asesinados con metralleta, lanzados a un pozo vacío de 10 metros y explotados con dinamita para borrar sus rastros.


(ZOCALO/ Excélsior / 08/11/2014 - 09:07 AM)

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