Luis Téllez es un personaje carismático.
Astuto. Ambicioso. Todos los defienden: lo mismo el presidente Enrique Peña
Nieto que el titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videraray, y el PRI.
También lo hacen las empresas donde ha trabajado y en las que aún labora, como
Sempra y su filial Ienova. Y cuando algún diputado llama la atención sobre el
conflicto de interés en que está incurriendo como consejero independiente del
Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, sus amigos
dicen que no hay tal. ¡Claro!, es el alfil de Peña Nieto para sacar adelante la
reforma energética.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El
pasado 10 de septiembre, el diputado mexiquense del PVEM, Domitilo Posadas, le
preguntó al secretario de Hacienda, Luis Videgaray:
“¿Cuál es su opinión sobre el
conflicto de intereses en que presumiblemente puede estar incurriendo el señor
Luis Téllez Kuenzler, si fuera nombrado consejero independiente del Fondo
Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo?”
Y añadió: “Por el interés de
la nación y el respeto a la legalidad, sería muy conveniente que se observara
ésta última.”
Y Videgaray, quien comparecía
en San Lázaro para detallar el programa económico de 2015 y hacer la glosa del
II Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, respondió:
“Al enviar sus propuestas el
Ejecutivo federal al Senado de la República, se cuidó que no existiera ninguna
violación o conflicto de interés conforme a las labores que realizarán los
integrantes del Comité Técnico. Y esto aplica para el caso al que usted se
refiere, como para el resto de los otros tres integrantes que propone el Ejecutivo
al Senado para integrar el Comité Técnico del Fondo Mexicano del Petróleo para
la Estabilización y el Desarrollo.
“Estoy seguro que el Senado,
que está ya trabajando en este proceso, habrá de examinar a detalle las
implicaciones legales y la existencia de conflictos de interés, pero
naturalmente es condición del Ejecutivo que en ningún caso, en ninguno de los
nombramientos propuestos al Senado, existe la figura de conflicto de interés”.
La Ley del Fondo Mexicano del
Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, en su artículo 9, fracción VI,
señala expresamente que un requisito para ser miembro independiente del Comité
Técnico de dicho fondo es “no ejercer un empleo, cargo o comisión simultáneo
que le impida el adecuado ejercicio de su función de miembro independiente”.
Y la fracción VII del mismo
artículo explicita lo anterior. Para ser miembro independiente, el postulado
debe necesariamente “no haber sido accionista, socio o dueño, funcionario,
directivo, representante legal o asesor importante de cualquier asignatario o
contratista, en los dos años anteriores a su nombramiento, ni tener litigio
pendiente con cualquier asignatario o contratista el día de la designación”.
El artículo 10, por si
faltara, establece que los miembros independientes “no podrán realizar
actividades o prestar servicios en el sector privado cuando ello implique un
conflicto de interés”.
Pero resulta que Téllez
Kuenzler no sólo es presidente del Consejo de Administración y director general
de la Bolsa Mexicana de Valores –cargos que dejará el 1 de enero de 2015–, sino
que forma parte, desde 2010, del consejo directivo, en calidad de director
independiente, de Sempra Energy, una poderosa trasnacional estadunidense con
matriz en San Diego, California, dedicada a la construcción de infraestructura
energética y pionera en la explotación del gas shale (o de lutitas), que se
obtiene mediante la fracturación hidráulica de rocas.
Apenas el 9 mayo pasado
Téllez Kuenzler fue ratificado por la asamblea anual de accionistas de Sempra
Energy, que se efectuó en el hotel Hyatt Regency de Newport Beach, en
California.
Sus méritos, según los
proponentes de la ratificación, son: su amplia experiencia y conocimientos de
las actividades comerciales trasnacionales, de los mercados internacionales de
energía y de los sectores normativos y financieros de México.
Todo eso hace de él, según el
reporte enviado a la bolsa de valores de Nueva York (New York Stock Exchange,
NYSE), “un miembro valioso del Consejo, especialmente porque desarrollamos y
operamos proyectos internacionales de energía”.
Es decir, Téllez será juez y
parte en su calidad de miembro independiente del Comité Técnico del fondo, pues
sirve y participa en empresas interesadas en el mercado energético nacional
–Sempra y su filial Ienova, que ya están presentes en el país– y, a un mismo
tiempo, tomará parte en las decisiones del fondo, que es, por ley, el que
reciba y administre todos los ingresos que el Estado mexicano capte por la
producción de petróleo, gas natural y demás hidrocarburos.
UNA RENUNCIA TARDÍA
Luis Manuel Enrique Téllez
Kuenzler, su nombre completo, volvió a la palestra la semana pasada. El martes
21 presentó su renuncia como presidente del Consejo de Administración y
director general de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) –cargos que ocupaba
desde 2009–, con efectos a partir del 1de enero de 2015; justo el mismo día en
que empezó sus funciones el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización
y el Desarrollo (FMPED) que, según el artículo 1 de la ley correspondiente, son
recibir, administrar, invertir y distribuir los ingresos derivados de las
asignaciones y los contratos.
También, como señala el
artículo 7 de la misma ley, fracción II, el Comité Técnico del Fondo, del que
forma parte Téllez, realizará “el cálculo de las contraprestaciones que,
conforme a los contratos, correspondan a los contratistas respectivos, así como
instruir el pago de las mismas”.
El anuncio de la renuncia de
Téllez a la bolsa se hizo 24 horas después de que se instaló y tuvo su primera
sesión ordinaria el Comité Técnico del fondo.
En esa instancia participan
también como miembros independientes Arturo Manuel Fernández Pérez, rector del
ITAM; Rafael Rangel Sostmann, exrector del sistema ITESM, y el politólogo y
académico Federico Reyes Heroles González Garza.
Como representantes del
Estado, en el comité figuran los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray Caso,
y de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, así como el gobernador del Banco de
México, Agustín Carstens.
La renuncia de Téllez a la
BMV se hizo aparecer como lógica y necesaria, para evitar las prohibiciones de
la Ley del FMPED, como la de no prestar servicios en el sector privado cuando
ello implique conflicto de interés.
Y es que, como presidente y
director de la BMV, Téllez –que de por sí ya es un servicio al sector privado–
operó eficazmente para que Ienova, filial de Sempra Energy, se listara en la
bolsa.
En su sitio electrónico, esta
última se refiere así de su subsidiaria en México: “es líder en la industria de
la infraestructura de energía en México. Hemos invertido más de 2 mil 400
millones de dólares en infraestructura de gas y electricidad y en los próximos
tres años tenemos planes de invertir un monto adicional de mil 500 millones de
dólares.
“Ienova lanzó con éxito una
oferta pública inicial de 600 millones de dólares, convirtiéndose en la primera
empresa privada de energía que aparece en la Bolsa Mexicana de Valores.”
También: “En Ienova, estamos
convencidos de que la energía es un factor clave para el desarrollo de México.”
Y es una de las empresas que,
apenas se mencionó al inicio del actual gobierno la reforma energética, estaban
más que apuntadas.
Ienova es dirigida por Carlos
Ruiz Sacristán, quien también es presidente de su consejo de administración.
Fue compañero de Téllez en los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y de
Ernesto Zedillo.
En el gobierno del primero
tuvieron una carrera ascendente pero sólo llegaron a nivel de subsecretarios.
Bueno, Ruiz Sacristán fue director de Pemex en el último año de Salinas de
Gortari. Pero ya con Zedillo, mientras Téllez era el secretario de Energía,
Ruiz Sacristán lo era de Comunicaciones y Transportes. Esta última secretaría
fue encabezada por Téllez en el gobierno del panista Felipe Calderón.
Casualmente, Ruiz Sacristán
también fue director independiente en Sempra Energy entre 2007 y 2012.
Actualmente es director en Southern Copper Corporation, minera controlada por
el Grupo México, de la familia Larrea. Depredador e impune son los
calificativos que se ha ganado públicamente ese grupo.
Y entre muchas otras chambas,
Ruiz Sacristán también integra la junta directiva de OHL Concesiones México, la
constructora consentida de Enrique Peña Nieto –filial mexicana de la española
OHL– desde que era gobernador del Estado de México.
TODOS CONTENTOS
Pero la salida de Luis Téllez
de la BMV no acaba con el conflicto de interés, por los servicios que presta a
Sempra Energy, así sea como miembro independiente de su junta directiva,
trabajo por el cual percibe ingresos, bonos, premios y diversas compensaciones.
De acuerdo con el reporte que
llegó a manos de los accionistas de Sempra en su junta del 9 de mayo pasado,
Téllez recibió en 2013, como director independiente, 85 mil 500 dólares por
comisiones; 110 mil dólares por premios y bonos, y otros 110 mil dólares que
cubren el valor de determinado número de acciones de diverso tipo. Total: 305
mil dólares.
UNA PISCACHITA DE CASI 4 MILLONES DE PESOS.
Y a ese ingreso en efectivo,
Téllez sumó 3 mil 582 acciones de Sempra Energy de diversa denominación y
alcance.
Con todo y que es un ingreso
muy superior al sueldo oficial del presidente Peña Nieto –que es de 3.1
millones anual neto–, lo que percibe Téllez es, sin embargo, apenas un pelo de
gato para una trasnacional que reportó activos totales, al segundo trimestre de
2014, por 38 mil 307 millones de dólares y que tiene un valor de
capitalización, en la bolsa neoyorkina, de 26 mil 200 millones de dólares.
Una empresa, además, que
tiene más de 31 millones de consumidores en todo el mundo y cuenta con más de
17 mil empleados.
Por eso quiere tanto Sempra
Energy a Téllez, quien –según la página web de aquella– participa en sus
comités de gobierno corporativo, medio ambiente, salud, seguridad y tecnología
y alianzas estratégicas.
Le sale barato y es mucho lo
que le aporta de información privilegiada, toda vez que, como pocos, conoce las
entrañas del gobierno mexicano, de las facilidades que da su sistema
regulatorio. Y también, como pocos, conoce las finanzas públicas del país,
tiene amplias relaciones e intereses en la iniciativa privada y se mueve como
pez en el agua en el mundo de los negocios de la energía y las
telecomunicaciones…
Eso, entre muchas otras
ventajas que le ha dado su paso por la Oficina de la Presidencia en el gobierno
de Ernesto Zedillo, la Secretaría de Energía en la misma administración; por la
vicepresidencia del Grupo DESC, una de las firmas industriales más poderosas
del país; por Fomento Económico Mexicano (Femsa), el consorcio embotellador de
Coca Cola más grande de América Latina, y dueño de la que fue segunda cervecera
más grande del país; por la minera Grupo México; por The Carlyle Group, un
potente conglomerado estadunidense de inversiones con presencia en todo el
mundo; como secretario de Comunicaciones y Transportes en el gobierno de Felipe
Calderón… y como presidente y director de la BMV.
Pero no sólo Sempra quiere a
Téllez. También el presidente Peña Nieto, que lo postuló, y el secretario
Videgaray, que lo defiende a capa y espada.
Y no es gratuito: Téllez será
uno de los alfiles presidenciales para darle salida rápida a la reforma
energética que, dicho sea de paso, oficialmente ya se reconoció que no dejará
gran cosa, al menos durante lo que resta de esta administración y la próxima.
En efecto, el miércoles 22,
la subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener), María de
Lourdes Melgar Palacios, les dijo a senadores en una reunión de trabajo que
sólo en el caso de una implementación efectiva de la reforma Pemex podrá
incrementar –gracias a las asociaciones que logre con empresas privadas– en
apenas 500 mil barriles su producción diaria de crudo.
Que de 2.350 millones de
barriles en 2014 podrá pasarse a una producción diaria de 2.850 millones en
2018, dijo.
Otra: que el primer barril de
petróleo, producto ya de la reforma energética, se empezará a ver “hacia el
2016”.
Y, peor: “El primer barril de
petróleo en aguas profundas, puede uno tardarse 10 años en verlo”, porque, dijo
sabiamente la funcionaria de Sener, “los proyectos petroleros llevan cierto
tiempo en su implementación; algunos llevan más tiempo que otros”.
Mientras tanto, Téllez
–licenciado en Economía por el ITAM, maestro en administración por la
Universidad de Harvard y doctor en economía por el Tecnológico de
Massachussetts, pero que ejerce sin cédula profesional– está feliz.
Su sueño se hizo realidad. “Me
cae que extraño al PRI”, dijo en 2009, siendo funcionario del gobierno panista
de Felipe Calderón.
(PROCESO Reportaje Especial/ Carlos
Acosta Córdova/ 30 de octubre de 2014)
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