El presunto
narcotraficante pretende, con base en las investigaciones de este Semanario,
impugnar la intervención de la DEA durante su detención en junio pasado. En un
juicio de amparo pide se le realicen pruebas periciales médicas de posible
tortura, y se recaben los videos que atestiguaron su captura en el
estacionamiento de Carl’s Jr. y los de la ruta que lo llevaron a la casa de
seguridad de La Mesa, donde autoridades localizaron 100 mil dólares que lo
mantienen formalmente preso por lavado de dinero.
Mientras Benjamín
Arellano, en un libro de Juan Carlos Reyna y Farrah Fresnedo, ataca a ZETA y a
su fundador Jesús Blancornelas, y clama la inocencia de sus hermanos. La verdad
de Benjamín dista de la consignada en procesos judiciales
Fernando Sánchez
Arellano “El Ingeniero”, ex líder del Cártel Arellano Félix (CAF), detenido
hace cuatro meses en Tijuana, inició su defensa jurídica para acreditar que en
su captura intervinieron autoridades extranjeras, y que presuntamente fue
ilegal. Además, denuncia tortura.
Entre las pruebas y
testimoniales que solicita para confirmar que autoridades de otro país
intervinieron en su captura y que fue torturado requiere, entre otros, la
edición 2100 de ZETA, con fecha del 27 de junio al 3 de julio de 2014.
La misma semana, en
el semanario Proceso se publicó un fragmento del libro “El Extraditado,
Benjamín Arellano Félix”, de la coautoría de Juan Carlos Reyna y Farrah
Fresnedo, donde en el capítulo mencionado por la revista, el líder del clan
criminal Arellano Félix, refiere que Jesús Blancornelas y ZETA contaron
mentiras sobre su vida. Además, se dice inocente de casos y defiende a sus
hermanos, al asegurar que solo él encabezaba y desarrollaba el cártel.
LA SOLICITUD DE AMPARO DE FERNANDO SÁNCHEZ ARELLANO
Desde el 21 de julio
de 2014, el sobrino de los fundadores del CAF, considerada una de las
organizaciones criminales más peligrosas y violentas de México, promovió un
juicio de amparo ante un Juzgado de Distrito de Tepic; sin embargo, ese
tribunal se declaró incompetente y el asunto fue turnado a un juez federal del
Estado de México, donde “El Ingeniero” se encuentra detenido en el penal de
máxima seguridad “Altiplano”.
En octubre, el
Juzgado Primero de Distrito en Materias de Amparo y de Juicios Civiles
Federales, con residencia en Toluca, resolvió admitir la demanda de garantías,
bajo el expediente número 1455/2014, en el que Sánchez Arellano se duele de dos
autos de formal prisión dictados en su contra, uno por delincuencia organizada
y otro por lavado de dinero.
Junto con la demanda
se recibió el escrito de pruebas ofrecidas por los abogados del hijo de Alicia
Arellano Félix, entre las que destaca la edición número 2100 de ZETA, que
contiene el reportaje que narra la detención del personaje aquella tarde del 23
de junio, en la colonia Centro de Tijuana. También solicita se consignen videos
de cámaras de circuito cerrado que habrían captado el momento de su arresto y
los sitios a los que lo trasladaron.
El día de la
captura, este Semanario publicó en www.zetatijuana.com la noticia. Miembros del Consejo Estatal de
Seguridad Pública de Baja California informaron extraoficialmente lo que al día
siguiente sería confirmado en la Ciudad de México: la caída de “El Ingeniero”.
El comisionado
nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido García, hizo el anuncio oficial:
“Como resultado de las labores de inteligencia de diversas instituciones del
Estado mexicano, ayer (lunes 23) alrededor de las 16:00 horas, tiempo del
Pacífico, en la colonia Centro del municipio de Tijuana y sin realizarse un
solo disparo, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la
Procuraduría General de la República lograron ejecutar una orden de aprehensión
en su contra”.
Reporteros de
investigación de ZETA revelarían en la edición impresa, los detalles de la
aprehensión de Fernando Sánchez Arellano. Cómo lo buscaron en varios
restaurantes de la ciudad a los que supusieron asistiría para ver el partido
México-Croacia, dentro de la primera fase del Mundial de Futbol Brasil 2014.
Cómo ubicaron su vehículo y lo siguieron hasta arrinconarlo. La aprehensión y
luego el aseguramiento de 100 mil dólares en una casa de seguridad en La Mesa.
El 25 de junio, la
Procuraduría General de la República (PGR) confirmó la identidad de “El
Ingeniero”. Los exámenes de ADN corroboraron que el perfil genético de Fernando
presentaba relación de parentesco biológico con la referida familia.
En la investigación
periodística, ZETA fue enterado de la coordinación de policías locales con
agentes de inteligencia de los Estados Unidos, para aprehender al líder del
CAF. Y cómo a la aprehensión en el estacionamiento del restaurante de comida
rápida Carl’s Jr. siguió la consigna de resguardo del detenido hacia el
Ejército Mexicano.
El operativo para
detener a Sánchez había iniciado a las cinco de la mañana del 23 de junio, con
cinco grupos tácticos en igual número de zonas de Tijuana. Fue hasta después de
la una de la tarde que los investigadores conocieron que el buscado se hallaba
en algún bar, observando el partido del Mundial, entonces los militares
irrumpieron en diversos establecimientos en su búsqueda. No tuvieron éxito.
Una vez terminado el
partido, sin sospechar nada, Sánchez Arellano manejaba tranquilamente una
camioneta Pathfinder en compañía de su esposa, cuando fue detectado por uno de
los grupos de investigadores. “El Ingeniero” fue seguido a distancia durante
varias cuadras hasta que ingresó al estacionamiento de Carl’s Jr. Fundadores.
El sobrino de los
Arellano Félix se estacionó en uno de los cajones frente a la zona de juegos,
en un área escondida de las cámaras de vigilancia externa. La mujer que iba con
él descendió de la unidad para adelantarse al restaurante, y cuando “El
Ingeniero” se bajaba del automotor, fue abordado por tres agentes vestidos de
civil. Fernando confirmó su nombre de pila, pero mostró una identificación a
nombre de Fernando Canales Villanueva.
Los captores le
levantaron la playera verde que vestía para observar en su vientre las
cicatrices de dos cirugías que le fueron practicadas entre 2006 y 2008, para
colocarle en dos ocasiones un bypass gástrico. Se dijo que Sánchez Arellano era
obeso y debía bajar de peso. Las pruebas genéticas probarían su verdadera
identidad. El detenido llevó a los aprehensores a la casa donde tenía los 100
mil dólares, pero que no era su residencia.
ALEGA TORTURA Y MANO EXTRANJERA
Al ser aceptada su
demanda de amparo, Fernando Sánchez Arellano solicitó al juzgador federal
mexiquense le sean admitidos y se ordene el desahogo de los siguientes medios
de prueba a su favor:
1.- Se realice
dictamen pericial médico-social especializado para casos de posible tortura y/o
maltrato, conforme al Protocolo de Estambul, a cargo de un perito en psicología
que sea designado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
2. Se recaben las constancias de la causa penal
52/2014 del Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el
Estado de México, en las que se le dictó formal prisión por el delito de
operaciones financieras con recursos de procedencia ilícita -lavado de dinero
por los 100 mil dólares asegurados-.
3. Se recaben las constancias de la causa penal
461/2009 del Juzgado Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales en el
Estado de México, de donde emana la orden de aprehensión por la que fue
detenido y que le vincula al delito de delincuencia organizada.
4. Se recaben los videos de su detención,
ocurrida a las 15:45 horas del 23 de junio de 2014 en el referido restaurante
Carls Jr., estacionamiento del mismo y los demás videos que existan del Bulevar
Agua Caliente y establecimientos que se encuentran en sus alrededores, sobre la
Avenida Madero. También los videos de las cámaras ubicadas en el exterior de la
finca número 100 de la calle Dolores, a partir de las 16:00 y hasta las 21:00
horas “o más durante el día de la ilegal detención”.
5. La prueba
documental privada consistente en el reportaje publicado la semana del 27 de
junio al 3 de julio de 2014 en Semanario ZETA, en Baja California.
6. La prueba documental privada relativa al
periódico El Mexicano, del 24 de junio de 2014, en la que se anuncia la
detención de “El Ingeniero”.
7. Y finalmente, los testimonios de cuatro
personas, identificadas con los nombres de Jesús Castañeda Ávila, Guillermo
Suárez García, José Guerrero García y Francisco Espinoza Zaldaña.
El juez que conoce
del juicio de amparo dio al Ministerio Público Federal, la intervención que le
corresponde, y solicitó de las autoridades señaladas como responsables (jueces
de las causas 52/2014 y 461/2009) los informes justificados para confirmar la
existencia de los actos reclamados (auto de formal prisión y orden de
aprehensión). El desahogo de la audiencia constitucional se estableció para el
día 6 de noviembre próximo.
También se ordenó
emplazar a los agentes del Ministerio Público Federal adscrito a los dos
Juzgados federales señalados como responsables, haciéndoles saber el derecho
que tienen para apersonarse en el juicio de garantías, ofrecer pruebas y
formular alegatos.
El juez de amparo
notificará de los pasos que se sigan en el presente juicio al quejoso Fernando
Sánchez Arellano, en el domicilio donde se encuentra recluido, en este caso, el
Centro Federal de Readaptación Social Número 1 “Altiplano”, en Almoloya de
Juárez, Estado de México.
EN LIBRO, BENJAMÍN SE DEFIENDE DESDE LA PRISIÓN
El líder de uno de
los cárteles más sanguinarios que se tengan registros en México, no pierde el
tiempo. Benjamín Arellano Félix, a cuyo cártel atribuyen miles de ejecuciones y
el trasiego de toneladas de droga a los Estados Unidos, concedió a dos escritores
una entrevista para -al estilo de los espectáculos- decir su verdad.
En efecto, bajo
sello de Editorial Grijalbo y de la coautoría de Juan Carlos Reyna y Farrah
Fresnedo, se editó el libro “El Extraditado, Benjamín Arellano Félix”, del cual
la revista Proceso ofrece un adelanto a sus lectores.
Destaca en el texto:
“El Señor (tengo
claro que es así como también le llamaban sus sicarios) entró con un custodio
afroamericano que lo miraba con indiferencia; reportó su identificación roja en
el umbral de la sala, luego miró hacia donde estábamos y sonrió. Se acercó
caminando a un ritmo que atrapó mi curiosidad: no era el ritmo corporal de un
hombre de 61 años que había pasado 12 en prisiones de seguridad máxima. Lo que
supuse que sería un caminar apretado y angustioso, más bien era un andar
ligero, desenfadado. Lo miré saludar con ademanes parcos a algunos presos y
custodios, y cuando llegó nos dimos un abrazo templado: ni abúlico ni efusivo.
Se disculpó por el asunto de mi acreditación tardía, yo le aseguré que todo
estaba bien y agradecí que aceptara recibirme…”.
Benjamín se defiende
en el texto de Reyna/Fresnedo: “De acuerdo a su versión, El Min fue el único
Arellano Félix dedicado al narcotráfico. Cuando Farrah y yo le preguntamos
acerca de las funciones de sus hermanos en la empresa, el Señor (sic) fue muy
contundente: que no cupiera duda, él dirigió el cártel hasta su aprehensión.
Asociaciones, tácticas y ajusticiamientos se consultaban entre un consejo de
jefes, pero él tenía que decir la última palabra…”.
Luego ataca a este
Semanario y a su director fundador:
“… las falacias
sobre su familia son responsabilidad de los periodistas, alegó. ¿Un ejemplo? El
parentesco con Miguel Ángel Félix Gallardo, señalado como tío de los Arellano
Félix por el semanario Zeta: ‘Blancornelas contó muchas mentiras sobre mi
vida’. Dijo estar sorprendido por ‘la obsesión’ que le tenía el periodista,
solo comparable a la que mostró con Jorge Hank Rhon. El Señor (sic) negó haber
conocido al empresario priista pero reconoció que le parecía chocante el
ensañamiento que el fundador del semanario había tenido tanto por uno como por
otro…
“… le pregunté a
Arellano Félix si él había ordenado matar al periodista. Me contestó que no”.
Benjamín Arellano
Félix purga en Estados Unidos una sentencia de 25 años de prisión, y en México
dejó inconclusa una de 22 años. Se le juzgó por asociación delictuosa,
asociación criminal y lavado de dinero. La benévola pena de 25 años la logró
tras acordar con la fiscalía y declararse culpable.
La versión de
Benjamín en el libro de Reyna y Fresnedo, contrasta con las versiones
judiciales y consignadas en averiguaciones previas en México y en los Estados
Unidos, sobre su actuar criminal. Llama la atención que se compare con Jorge
Hank Rhon, quien también fue aprehendido por acopio de armas, pero libró la
prisión al demostrar sus abogados no la inocencia, sino la ilegal aprehensión.
Con Jesús
Blancornelas a la cabeza, ZETA fue de los primeros medios de comunicación que
realizaron investigación periodística en temas de narcotráfico y crimen
organizado. En efecto, el editor de este Semanario sufrió ataques. Primero fue
asesinado Héctor Félix Miranda en 1988 por el jefe de seguridad del Hipódromo
Agua Caliente que regentea Jorge Hank, y otros miembros del servicio de
seguridad del mismo. Después Blancornelas fue víctima de un atentado, al cual
sobrevivió el 27 de noviembre de 1997, y en cuya escena del crimen quedó muerto
el sicario que encabezaba la emboscada: David Barrón Corona, asesino del CAF
originario del Barrio Logan de San Diego, y reclutado, según investigaciones
judiciales, por Ramón Arellano Félix para integrar el brazo armado de la
familia mafiosa.
A 17 años del
atentado, y a ocho de la muerte de Blancornelas, Benjamín Arellano minimiza su
actividad criminal y la de su familia, y ataca al Semanario y a su fundador en
el libro de Juan Carlos Reyna y Farrah Fresnedo, este último, nombre referido
en una averiguación previa del 4 de noviembre de 2011, cuando antes de la
aprehensión de Juan Sillas Rocha del CAF, éste agredió a dos personas: según la
Procuraduría, a Farrah Fresnedo García y a Israel Vergara Galindo “El
Markitos”, quien antes trabajaba para el CAF, pero se escindió y se unió a la
célula criminal de René Arzate, señalado de atacar a su esposa, Melissa
Fresnedo García. Mientras Juan Carlos Reyna es un escritor tijuanense conocido
por su libro “Confesiones de un Sicario”.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Investigaciones ZETA/ 28
de Octubre del 2014 a las 20:47:01)
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