Un
científico encontró muestras de ADN en un chal de una de las víctimas, el cual
coincide con el de los descendientes de uno de los sospechosos
LONDRÉS,
6 de septiembre.- Uno de los más grandes misterios que mantuvo perplejos por
décadas a los criminólogos finalmente ha sido resuelto: el nombre y el rostro
de "Jack El Destripador".
Gracias
a la ciencia forense moderna se pudo analizar una muestra de ADN para dar con
la persona involucrada en la muerte de cinco mujeres en Whitechapel, en el este
de Londres en 1888.
La
muestra de ADN indica que una de las seis personas de las que siempre se
sospechó es el culpable: el inmigrante polaco Aaron Kosminski.
El
diario británico Mail on Sunday informó que el descubrimiento se realizó luego
de que el empresario Russel Edwards, de 48 años, compró una prenda de una de
las víctimas en una subasta, la cual fue analizada por el doctor Jari
Louhelainen, un renombrado experto en análisis de material genético encontrado
en sitios de crímenes históricos.
El
científico pudo encontrar muestras de ADN de hace 126 años, la cual comparó con
muestras de ADN de los descendientes de la víctima y de Kosminski, logrando
coincidir más allá de toda duda razonable.
De
esta forma se derrumban los mitos que por décadas involucraron al caso y se
desechan al resto de los sospechosos de cometer los crímenes, incluyendo el
nieto de la reina Victoria —el príncipe Albert Victor, el duque de Clarence—,
el pintor Walter Sickert y el ex primer ministro William Gladstone.
El
chal analizado pertenecía a Catherine Eddowes, una de las víctimas del
destripador. Edwards afirma que compró la prenda que estaba impregnada con
sangre sin tener la total certeza de que estuviera conectada a los casos de
1888.
Luego
de la subasta obtuve una carta de su dueño previo que afirmó que su ancestro
fue un oficial de la policía que estuvo presente en una escena del crimen y que
la tomó de allí", afirmó Edwards.
A
pesar de la conmoción causada por las muertes de 1888, la policía de Londres
jamás pudo dar con el asesino y entonces se creó el mito que dio paso a
incontables libros, películas, programas de televisión e inclusive visitas
guiadas a Whitechapel.
El
chal recuperado de la escena del crimen fue llevado por el sargento Amos
Simpson a casa. Aunque pretendía lavarlo y dárselo a su mujer, la prenda nunca
se lavó. Entonces pasó de generación en generación hasta 1991, cuando fue
entregada al Museo del Crimen de Scotland Yard.
Sin
embargo, Scotland Yard no tenía constancia de que la prenda viniera de una
escena del crimen por lo que la almacenó. En 2001, el dueño de la prenda la
reclamó y comenzó a exhibirla en eventos relacionados con "Jack El
Destripador".
Aunque
el dueño intentó subastarla, muchos no la creyeron genuina. Pero para Edwards,
había algo que daba pistas: el chal estaba estampado con motivos del
Michaelmas, la fiesta de San Miguel Arcángel, que se observa el 29 de
septiembre.
Dicha
fecha coincidía con la de las muertes de Elizabeth Stride y Catherine Eddowes,
dos de las cinco víctimas. Las otras fueron Mary Ann Nichols, Annie Chapman y
Mary Jane Kelly, esta última, asesinada de la forma más horrible.
(EXCELSIOR/
REDACCION/ 06/09/2014 18:06)
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