Hay
quienes califican la detención del yaqui Fernando Jiménez, por parte del
Procurador de Justicia del Estado, como un acto de soberbia del Gobernador
Guillermo Padrés, creo dice Adalberto Rosas López que esa calificación es
imprecisa, más bien “es un acto que documenta de manera plena que Padrés está
impedido moral y psicológicamente para continuar a cargo del gobierno de
Sonora.”
La
persecución contra los yaquis y la demolición repentina de su presa familiar,
afirma el ex alcalde de Cajeme, son acciones desquiciadas que en este momento
representan un serio peligro para la seguridad de Sonora y del país.
El
gobernador decide su acción punitiva en territorio yaqui, explica Rosas, para
detener al yoreme Fernando Jiménez, un día después de que en la Ciudad de
México Cuauhtémoc Cárdenas y un nutrido grupo de intelectuales y académicos-
junto con el Movimiento Ciudadano por el Agua- reclamaban la libertad de Mario
Luna y la suspensión de la operación ilegal del Acueducto Independencia. En
esos momentos se encontraba el Presidente Enrique Peña Nieto, en el encuentro
mundial de pueblos indígenas convocado por la ONU, dando un discurso en defensa
de los pueblos indígenas y subrayando la importancia de que la Constitución
Mexicana consagre el respeto a sus usos y costumbres.
Es
importante, sostiene el dirigente del Movimiento Ciudadano por el Agua, ubicar
el contexto en el que Padrés decide tomar estas acciones, porque exhiben muy
bien su estado mental. “EL gobernador ya está en el síndrome típico del ocaso
del tirano, situación que obliga a las dependencias federales a aplicar la ley
e impedir que Sonora se vaya al precipicio del caos y la ingobernabilidad”.
Me
preocupa dice Rosas López, la persecución emprendida contra la Tribu Yaqui.
“Hay un afán de revanchismo y venganza, pero sobre todo de provocación de parte
del gobernador. Quiere propiciar una radicalización de la etnia para entrampar
al gobierno federal en un escenario que justifique la represión”.
El
espacio se acabó, afirma, las instancias federales tienen que actuar en las
próximas horas. “Este es un asunto de acciones inmediatas. Tienen que suspender
la operación ilegal del Acueducto Independencia y el Congreso de la Unión tiene
que hacer lo pertinente para que Padrés sea despojado de su fuero y enfrente
las consecuencias penales derivadas de todos sus atropellos e ilegalidades”.
Mi
mensaje a la Secretaría de Gobernación, finaliza el agricultor del Valle del
Yaqui, es que no continúen haciendo juegos de poder con una situación tan
delicada para Sonora y para México. “En sus evaluaciones no desestimen el
factor de la locura. Estamos en el momento de evitarle un mayor dolor y
sufrimiento a Sonora. Si no lo hacen, ustedes cargarán con la responsabilidad.”
Ciudad
Obregón, Sonora, 25 de septiembre de 2014
(DOSSIER
POLITICO/ Comunicado / 2014-09-26)
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