París.- El diario francés “Le Monde” publicó hoy parte de las
escuchas telefónicas ordenadas por la justicia que han llevado a los
instructores a imputar por corrupción al expresidente de Francia Nicolas
Sarkozy. Los extractos de las conversaciones entre Sarkozy y su
abogado, el también imputado Thierry Herzog, hablan de promover a un
alto magistrado al puesto que deseaba, a cambio de filtraciones sobre
las instrucciones que pesan sobre el exjefe del Estado.
Los jueces ordenaron que se interviniera el teléfono que
habitualmente utilizaba el expresidente, pero también uno que adquirió
posteriormente con pseudónimo y con el que se comunicaba con su abogado
de manera más abierta sobre un posible empujón a la carrera del
magistrado Gilbert Azibert, también imputado.
Este último, según se deduce de las conversaciones y de la
información que se conoce sobre el caso, informaba a Sarkozy y su
entorno de instrucciones bajo secreto de sumario a cambio de que
facilitaran su retiro en un puesto en Mónaco.
“Le ayudaré“, le dijo el pasado 5 de febrero el expresdente a su
letrado en la línea que utilizaba con un nombre falso, a lo que Sarkozy
agregó: “Llámale y dile que me ocuparé porque voy a Mónaco y veré al
príncipe”.
Dos semanas después, Sarkozy le dijo a su abogado que podía
telefonear al magistrado y decirle que haría “las gestiones en el
Ministro de Estado mañana o pasado mañana”.
Un días después, el político conservador volvió a llamar a su letrado
y amigo y la policía grabó a Sarkozy citando directamente al
magistrado: “Quería decirte, para que se lo puedas decir a Gilbert
Azibert, que tengo una cita a medio día con Michel Roger, el ministro
del Estado de Mónaco”.
El 26 de febrero, y por la línea “oficial” del expresidente, la que
los jueces instructores creen que Sarkozy sabía pinchada, Sarkozy dio
marcha atrás.
“Me he dado cuenta de que sería un poco ridículo, así que prefiero no
hablarle de ello”, dijo en conversación que ambos repiten minutos
después a través de la segunda línea telefónica, siempre según el
diario.
“Le Monde” agrega que el ministro del Estado de Mónaco confirmó a los
jueces instructores que Sarkozy le llamó el 25 de febrero, pero que no
citó el nombre del magistrado.
El llamado “caso de las escuchas”, por el que está imputado Sarkozy y
que podría costarle una pena máxima de diez años de cárcel, deriva de
una investigación sobre presunta financiación ilegal de la campaña que
le llevó a la presidencia en 2007 con dinero negro del depuesto dictador
libio Muamar el Gadafi.
Tras pasar 15 horas declarando en régimen de detención antes de ser
imputado, Sarkozy concedió una entrevista en televisión en la que
calificó como “grotescos” los cargos que pesan contra él, por por
corrupción activa, tráfico de influencias y encubrimiento de la
violación del secreto de instrucción.
“¿Es normal que se hayan escuchado mis conversaciones más íntimas
desde septiembre de 2013, que las conversaciones con mi abogado sean
escuchadas y difundidas por la prensa, en una clara violación del
secreto de instrucción, y que sea colocado en detención preventiva
durante 15 horas?”, se preguntó el expresidente, que no entró a valorar
las citadas conversaciones.
(EFE)
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