GUANAJUATO, Gto. (proceso.com.mx).- Una estudiante de secundaria de 13 años denunció haber sido víctima de abuso sexual por parte del profesor de educación física en las instalaciones del plantel.
Las autoridades de la escuela, en lugar de auxiliarla, la tacharon de
mentirosa y la hostigaron –sin la presencia de sus padres– para que se
retractara de la acusación.
El padre de la menor presentó una denuncia el 28 de abril ante el
Ministerio Público, donde se inició la carpeta de investigación
1203/2014 por el delito presuntamente cometido por el maestro Víctor
Manuel Anguiano Hernández en la Secundaria Centro Educacional Piloto,
ubicada en esta capital.
Sin embargo, el padre de la estudiante también decidió recurrir a la
Procuraduría Estatal de los Derechos Humanos para quejarse del proceder
del director de la secundaria, Néstor Antonio Saucedo Valtierra; el
subdirector Sergio Rosas Malacara y la asesora educativa, Emma Gómez
Lagos, quienes lejos de atender la denuncia de la menor, se reunieron
con ella sin la presencia de sus padres y la presionaron para que se
echara para atrás en su acusación.
De acuerdo con el relato de la menor, ese día 28 de abril en el
horario de clases el maestro la obligó a llevar una escoba a un cuarto
donde se guardan estos artículos de limpieza, y cuando entró, el maestro
la encerró y abusó sexualmente de ella, tras lo cual salió corriendo y
se fue a su salón, donde escribió en su cuaderno lo que le había
sucedido.
Posteriormente acudió con la asesora educativa Emma Gómez, a quien le
mostró el cuaderno y le informó lo que el maestro le había hecho.
La asesora encaró a la estudiante y le preguntó si sabía lo que era
una violación, tras lo cual la llevó a la oficina del subdirector Sergio
Gustavo Rosas Malacara, donde continuaron interrogándola.
Fue por casualidad que el padre se enteró de lo que ocurría en ese
momento en la secundaria, al llamar a su hija para avisarle que iba a
pasar a recogerla, y ella le respondió que no podía salir porque “estaba
resolviendo un problema en la dirección”.
El hombre entonces se presentó de inmediato a la escuela, y le
indicaron que esperara porque el director y el subdirector estaban
ocupados, sin que le explicaran nada de lo que estaba sucediendo, según
dijo.
Transcurrieron 20 minutos y su hija salió de la subdirección. En ese
momento ya estaban ambos padres y pasaron a la oficina del director
Néstor Saucedo, donde éste le mostró el cuaderno, en el que la alumna
escribió: “el maestro de educación física me violó”.
En esa reunión se llamó al maestro Víctor Manuel Anguiano, quien
admitió que había pedido a la menor que fuera por la escoba, aunque negó
el abuso.
“(El maestro) dijo que sólo les hacía cariños a las alumnas
jalándoles el pelo, y que la niña le había dicho que necesitaba
cariño…yo lo quería golpear”, narró el padre.
“Después, todos –el director, el subdirector y la asesora– le hacían
preguntas a mi hija y le decían que no mintiera, que dijera la verdad;
ella repitió lo que había contado y empezó a llorar. Yo llamé al 066 y
enviaron una patrulla, nos fuimos al Ministerio Público a interponer la
denuncia y el maestro fue llevado en calidad de presentado, y ahí
declaró”, aunque no fue detenido.
En el Ministerio Público, la carpeta de investigación fue iniciada
por la agente Laura Esthela Acevedo Durán, de la Agencia Especializada
en Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar. La menor fue sometida a
una revisión médica y al día siguiente, a una psicológica.
“Yo pedí que me dieran copias de lo que se hizo pero me dijeron en el
Ministerio Público que no se podía. Espero que el maestro sea
suspendido y que las autoridades de la Secretaría de Educación (SEG)
hagan algo con los directivos de la secundaria, por la forma en que
trataron a mi hija, no le creyeron ni la protegieron y en cambio se
taparon entre todos y al maestro”, reclamó el denunciante.
/ 4 de mayo de 2014)
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