MÉXICO,
D.F. (apro).- La ola de violencia en Michoacán no cede. A pesar de ser
el único estado con una comisión federal para abatir la inseguridad, la
delincuencia organizada no da señales de rendición, al contrario.
La
madrugada de este viernes, hombres armados a bordo de dos camionetas
balearon el Centro Estatal de Protección Ciudadana, al poniente de
Morelia, y las oficinas de la Dirección de Seguridad Pública, al norte
de esa capital, sin que se detuviera a un solo responsable.
Ni si
quiera los centros religiosos están a salvo. La mañana de este mismo
viernes se celebraba una misa en la Catedral de Morelia cuando elementos
de Protección Civil arribaron al edificio y alertaron a los presentes
sobre una amenaza de bomba.
De acuerdo con reportes oficiales, el
primer ataque ocurrió a las 4:30 horas de este viernes en el Centro
Estatal de Protección Ciudadana, ubicado en la Colonia Tres Puentes, en
el poniente de la ciudad.
Grupos armados que viajaban en dos
camionetas negras dispararon contra el edificio con pistolas y rifles de
asalto e hirieron a un policía, aunque no de gravedad. También
provocaron daños materiales a seis patrullas.
Al momento del
atentado, en el edificio se encontraban alrededor de 20 policías
ministeriales que investigaban a dos sujetos detenidos por el asalto a
una farmacia en la colonia Vasco de Quiroga.
Cuando escucharon las
detonaciones, buscaron cubrirse porque las balas atravesaron ventanales
y paredes, algunas de ellas construidas con tablaroca. Segundos después
salieron para hacer frente a los agresores pero huyeron hacia el norte.
Media
hora después se registró otro ataque a las instalaciones de Bomberos
Municipales y a las oficinas de Semaforización de la Dirección General
de Seguridad Ciudadana.
En el lugar quedaron cartuchos percutidos de fusiles de asalto AK-47, calibre 7.62×39, y de AR-17 calibre .223, por lo que elementos de Peritos de Tránsito del Estado acordonaron el lugar
mientras que personal de la Procuraduría General de Justicia se daba
cita para efectuar las diligencias correspondientes.
Los Bomberos, cuyas instalaciones también resultaron afectadas expresaron su temor porque las balas atravesaron un cajero automático y llegaron hasta la parte alta del edificio donde se encuentran las oficinas administrativas.
Tras estos ataques, los agentes ministeriales
pidieron apoyo de otros cuerpos policiacos para realizar operativos de
búsqueda por distintos puntos de la ciudad.
Incluso, los policías
de la Secretaría de Seguridad Pública que desde el jueves pasado
iniciaron un paro de labores por la falta de pago de viáticos y otras
prestaciones, se unieron a la búsqueda a bordo de sus patrullas.
En
el Periférico Independencia detuvieron a los ocupantes de dos
camionetas negras, les pidieron que descendieran con las manos en alto y
les pidieron que se tiraran al suelo mientras examinaban los vehículos.
Al no encontrar armas al interior de las camionetas los dejaron ir.
A la búsqueda también se sumaron agentes federales, elementos de Tránsito del estado, sólo faltó la Policía Municipal.
El
ambiente de tensión siguió durante las siguientes horas en la capital
michoacana. Feligreses que escuchaban misa en la Catedral de Morelia
fueron interrumpidos por elementos de Protección Civil quienes les
informaron que recibieron un reporte de amenaza de bomba en ese lugar.
La irrupción de bomberos, elementos de Protección Civil y reporteros molestó a algunos de los feligreses.
Minutos
después de revisar el edificio, el director Estatal de Protección
Civil, Nicolás Alfaro, informó que no se encontró artefacto explosivo
alguno y que todo quedó en una falsa alarma, la tercera en lo que va de
este mes. Las otras dos fueron contra el Poder Judicial.
/28 de marzo de 2014)
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