Entre los temas
heredados al XXI Ayuntamiento, está el caso de un descuento a empleados
municipales por concepto de impuesto que debió entregarse al SAT pero fue a dar
a un fideicomiso creado para “enfermedades, indemnización y riesgos laborales”;
dinero que no se sabe dónde quedó, lo que es investigado por sindicatura, a la
vez que el SAT audita al Ayuntamiento
Son 183 millones de
pesos que aparentemente están “desaparecidos” de las arcas municipales y que
fueron descontados sin su consentimiento a los más de seis mil trabajadores –de
base y de confianza– durante el trienio encabezado por el priista Francisco
Pérez Tejada.
La idea parecía
fresca y justificada: crear un fideicomiso para un Plan de Indemnización,
Enfermedades y Riesgos Laborales y supuestamente dar cumplimiento a unos de los
rubros de las Condiciones Generales de Trabajo firmadas con el Sindicato de
Burócratas en el 2010.
Pero la actual
administración –que encabeza el panista Jaime Díaz– no ha localizado ni documentos,
ni información, ni nada que constate el uso que se le dio a ese dinero. Solo se
sabe que desde mayo del 2011 hasta noviembre del 2013 se descontó puntualmente
a los miles de trabajadores un rubro que solo se identificó en el talón de
cheque como IRL (Indemnización de Riesgo Laboral) que mensualmente sumaba un
poco más de cinco millones de pesos, cantidad que se depositaba en el
Fideicomiso y que hasta ahora no se sabe cuál fue su destino. De acuerdo a los
escasos datos, fueron exactamente 183 millones 601 mil 127 pesos con cuatro
centavos.
El fideicomiso,
entre privado y público, lo firmaron el Tesorero, el Oficial Mayor y el
Secretario del Ayuntamiento, con Actinver, Casa de Bolsa S.A. de C.V., el 15 de
junio del 2011, y fue modificado el 9 de noviembre del 2011 con el objeto de
otorgar a los trabajadores una prestación de previsión social relativa a una
indemnización por riesgo de trabajo.
El mecanismo era muy
sencillo: se descontaba a los trabajadores la parte relativa al Impuesto Sobre
la Renta (ISR), pero éste se dividía, se entregaba una parte a la Secretaría de
Hacienda y otra al Fideicomiso.
A cuatro meses del
arranque de la actual administración, desde la sindicatura municipal le buscan
la pista a ese dinero.
La administración del XX Ayuntamiento con
Francisco Pérez Tejada, arrancó el 1 de diciembre del 2010; seis meses después,
el 15 de junio del 2011, el Tesorero, el Oficial Mayor y el Secretario del
Ayuntamiento ya estaban firmando el contrato para crear el Fideicomiso 334 con
Actinver, Casa de Bolsa, S.A. de C.V. con un monto inicial de 1 millón de
pesos.
En el numeral 3 de
la Cuarta Cláusula del Contrato se establece que “La Fiduciaria no será
responsable de verificar el destino que se le dé a los recursos, ya que
interviene solo como intermediario pagador, no siendo responsabilidad de
verificar el destino de estos recursos…” y en otra parte se establece que “la
Fiduciaria invertirá en instrumentos de deuda, en mesa de dinero, en valores
gubernamentales o en sociedades de inversión que inviertan en estos
instrumentos”.
Además la autoriza
para celebrar contratos de inversión, de intermediación bursátil. Comisión
mercantil, depósito en administración de títulos y compraventa de títulos y
valores.
El documento
original, al parecer elaborado apresuradamente, tuvo que tener un Convenio
Modificatorio –fechado el 9 de noviembre del 2011– donde se aclara que el
capital se deriva de la aportación de los trabajadores, el cual se “custodiará”
y se depositará en el contrato de intermediación; se incluye entre el
Fideicomitente a los trabajadores al servicio del Ayuntamiento de Mexicali, se
menciona la existencia de un Comité Técnico y que la Fiduciaria podría invertir
y reinvertir el patrimonio fideicomitido.
También se aclara
–nuevamente– que el Fiduciario no será responsable por el destino final y la
aplicación que se le dé a los recursos.
En diciembre del
2012 el diputado federal panista Andrés de la Rosa denunció esta irregular
situación en la tribuna del Congreso de la Unión. Solicitó que el Congreso de
Baja California –dominado entonces por priistas– investigara el tema y
sancionara en su caso a los responsables (ZETA, edición 28 de diciembre de
2012) pero nada pasó en lo inmediato. La “defensa” de Pérez Tejada fue que se
trataba de un tema eminentemente político, ya que era uno de los ocho
aspirantes del PRI a la candidatura a la gubernatura del estado.
El 21 de diciembre
de ese 2012, el órgano de Fiscalización Superior de Baja California emitió su
opinión sobre la Cuenta Pública del Ayuntamiento de Mexicali correspondiente al
ejercicio fiscal 2011, pero fue hasta el 20 de septiembre del 2013 –ya conocido
el resultado electoral en la elección estatal y a diez días de salir la XX
Legislatura– que el Congreso votó la Cuenta Pública del Ayuntamiento de
Mexicali 2011.
En esa fecha aprobó
la cuenta Pública de Ingresos y desaprobó la de Egresos, en este último rubro
con una larga lista de argumentos, entre éstos el Fideicomiso con Actinver y
los descuentos realizados a los empleados municipales y no entregados a la
Secretaría de Hacienda.
En el documento –que
aparece en el portal del Orfis– se detalla que en ese lapso se descontó a los
trabajadores la suma de 88 millones 510 mil 768 pesos, de los cuales se entregaron
a Hacienda solo 39 millones 768 mil 630 pesos y se depositaron en el
Fideicomiso 37 millones 663 mil 91 pesos.
Además se anota que
no hay documentación que acredite la aprobación del Cabildo para la creación
del fideicomiso ni se informó sobre éste al Congreso del Estado. Por este y una
larga lista de rubros, esta parte de la cuenta pública fue remitida a la Sindicatura
Municipal, donde evidentemente no hubo seguimiento al tema y no solo eso, el
descuento se siguió realizando y depositando de la misma manera, una parte a
Hacienda y otra al Fideicomiso.
PLANTEAMIENTO
ERRÓNEO
Con la llegada de la nueva administración
emergió una larga lista de irregularidades en el proceder del XX Ayuntamiento,
“basificaciones” de última hora, contratos leoninos, venta de terrenos de
manera irregular, adeudos, y el fideicomiso.
Marco Antonio Moreno
Mexia, el nuevo Tesorero Municipal así lo explica. “Es un fideicomiso que
constituyó la administración anterior, le denominan IRL, Índice de Riesgo
Laboral. El planteamiento que hicieron
es que el Fideicomiso formaba parte de una retención a los trabajadores
que era susceptible de compensarse con el Impuesto Sobre la Renta.
“Nosotros lo que
hicimos fue revisar la información relativa a este Fideicomiso. Lo que hacían
era una retención a todos los trabajadores equivalente a la retención del
Impuesto Sobre la Renta, y el importe de la retención no se entregaba en forma
total al Sistema de Administración Tributaria, una parte iba al SAT y otra al
Fideicomiso. El planteamiento era que se trataba de conceptos susceptibles de
compensar”.
El Tesorero
Municipal, contador público, explica que no es posible hacer esa compensación
directa. “Hay un planteamiento erróneo desde el punto de vista fiscal, en esa
retención”. Refiere que se trata de un fideicomiso privado que constituyeron el
Secretario del Ayuntamiento, el Tesorero y el oficial Mayor, pero no lo
firmaron como representantes del Ayuntamiento. Además que el conducto para
solicitar toda esa información a la empresa Actinver ha sido la Dirección de
Fiscalización de Sindicatura.
El Tesorero añade
que a partir de la llegada de esta administración se canceló ese descuento y la
entrega al fideicomiso. Ahora lo que hacen es retener el ISR y entregarlo al
SAT mensualmente. Sobre la respuesta del SAT por la no entrega total de esos
impuestos el Tesorero refiere que es parte de la investigación que se realiza
en Sindicatura.
“El SAT ha iniciado
una auditoría al Ayuntamiento”, afirmó el funcionario municipal explicando que
la auditoría es un tema institucional, que rebasa el hecho de que el problema
se haya generado en otra administración.
— ¿No se sabe qué
pasó con esos 158 millones?
“Está una
investigación en proceso por parte de sindicatura”; además que teóricamente
esos recursos buscaban apoyar la defunción de los empleados municipales, y
teóricamente debieron formar parte de una bolsa que debió haber entregado a
empleados fallecidos.
— ¿Ustedes tienen
conocimiento que en algún momento se haya entregado ese apoyo?
“No; yo no tengo
conocimiento…”.
ESQUEMA COPIADO
Alicia Martínez fue
dirigente en Mexicali del Sindicato de Burócratas durante el periodo de la
administración municipal de Pérez Tejada, ahora es regidora por el PRI y desde
su oficina explica que anteriormente había un fondo para apoyar a las cónyuges
de los empleados que fallecían, o en su caso a quien se jubilaba y requería el
pago del dinero acumulado en su vida laboral. Pero desde la administración de
Samuel Ramos se dejó de pagar, “Ese fondo se acabó o desapareció, no sé”.
Comenta que en el
Gobierno del Estado ya había un fideicomiso, por lo que propuso la idea de que
se “trajera” un esquema similar para los empleados municipales. “Le trajimos
una copia al oficial Mayor y de ahí ellos hicieron, crearon ese fideicomiso
aquí en el Municipio”. Dice que no se les descuenta nada, solo se desglosa en
dos partes el Impuesto Sobre Producto del Trabajo –ISPT y no ISR como está
documentado.
Acepta que nunca le
entregaron copia de ese Fideicomiso, pero afirma que se dio cuenta cómo
aquellos trabajadores que fallecían, sus familiares tramitaban un recurso ante
el Tribunal de Arbitraje para acreditar que eran los beneficiarios oficiales.
“Ya lo que se sabía era que a quienes iban a ser los beneficiarios, se les
pagaba una parte del seguro de vida, no completo.
“Sí hubo pagos”,
asegura la ex dirigente de la burocracia en Mexicali en alusión a trabajadores
fallecidos cuyas familias recibieron el beneficio. “De ese Fideicomiso le
pagaron a bastante gente”, y confirma que como gremio no fueron tomados en
cuenta, “hubo un tiempo en que el Sindicato era como Vocal, pero ya también lo
quitaron”.
Martínez aclara que
nunca supieron exactamente cómo trabajaba el Fideicomiso, “Pero sí queríamos
que les pagaran”, recuerda en referencia a que en septiembre del 2011 empleados
(o familiares) empezaron a recibir los pagos.
“Si le pagaron a
alguien ahí debe de haber un rastro, una
póliza, un expediente”, sostiene la sindicalista y regidora.
Pero el problema es
ése, ya que no hay documentación que acredite pagos, destino de ese dinero, lo
que se sabe a cabalidad es que son 180 millones de pesos que no se sabe
exactamente dónde quedaron.
LAS IRREGULARIDADES
*El fideicomiso está
viciado de origen, ya que no puede calificarse como un fideicomiso de carácter
público, los funcionarios firmaron a título personal, los trabajadores no
explicitaron su acuerdo, ni el Cabildo, ni hay documentos que acrediten la
anuencia por parte del Sistema de Administración Tributaria.
* No
pueden ser considerados como empleados los funcionarios de elección popular ni
los integrantes de instituciones policiales, no pueden ser incluidos como parte
de un fideicomiso, aun así se les retuvo igual que a los demás.
* No hay un
Plan que haya dado origen al Fideicomiso, tampoco un Comité Técnico.
* Las Condiciones
Generales de Trabajo solo pueden ser aplicables a los empleados de base
Los funcionarios
públicos que firman el contrato no forman parte del Ayuntamiento –como órgano
colegiado–, donde solo incluye al Presidente Municipal, el Síndico y los
Regidores.
(SEMANARIO
ZETA/ SERGIO HARO/ MARZO 24, 2014 12:00 PM)
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