martes, 11 de febrero de 2014

LOS TEMPLARIOS SON MILES...DIFÍCILMENTE LOS ACABARÁN

Leonel Godoy, exgobernador de Michoacán.

Para el exgobernador Leonel Godoy la decisión del gobierno federal de combatir al crimen organizado en Michoacán mediante un programa de rescate social –al cual se destinarán 45 mil 500 millones de pesos– es atinada aunque riesgosa, sobre todo si las autoridades no vigilan la correcta aplicación de esos recursos. En cuanto a los grupos de autodefensa, dice que los jóvenes que los integran son el eslabón más débil ante lo que supone una solución de largo plazo. Y advierte: “Son miles los integrantes de Los Caballeros Templarios; difícilmente los van a terminar”. 

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Durante la gestión de Leonel Godoy en Michoacán (2008-2012), Los Caballeros Templarios comenzaron a posicionarse en la entidad; hoy mantienen en jaque al gobierno del priista Fausto Vallejo.

Al perredista Godoy le tocaron los granadazos en la plaza de Morelia y el famoso michoacanazo en mayo de 2009, que marcó el fracaso de la estrategia militar de Felipe Calderón. El plan de rescate social de Enrique Peña Nieto, dice a Proceso, es correcto, pero advierte: existe el riesgo de que parte de los 45 mil 500 millones de pesos vayan a parar a manos de esa organización criminal.

Nadie sabe, por ejemplo, si los fondos prometidos por Peña Nieto para impulsar programas sociales en la entidad se desviarán a campañas electorales. Y es posible incluso, asegura, que la “figura anticonstitucional” de mediador intente aplicarse en otros estados y que en Michoacán no se actúe contra las autoridades corruptas que permitieron el crecimiento de los templarios y que al final sus integrantes se beneficien con el cobro de cuotas del ramo social 33.

Godoy, quien siempre se opuso a la estrategia de Calderón, no evade su responsabilidad como gobernador. “Cada uno tendrá que responder. Se lo dije varias veces (a Calderón) y siempre se enojó y me lo reclamó en varias ocasiones. Lo único que hizo fue alebrestar el avispero y dejar las cosas sin control”, dice a Proceso.

Responde con cautela pues, añade, aún se siente vulnerable ante los sicarios. “Son miles los integrantes de Los Caballeros Templarios; difícilmente los van a terminar”.­

En su primer intento el presidente Enrique Peña Nieto intentó combatir el crimen organizado con la misma estrategia de Calderón, pero fracasó; sin embargo, corrigió el camino y optó de manera correcta por la inversión social, sostiene el entrevistado.

E insiste: esta estrategia también podría fracasar si se usa con fines políticos para rescatar al PRI michoacano o si no se vigila que los recursos vayan realmente a programas sociales de las comunidades y no a los bolsillos de delincuentes, como ha ocurrido desde que llegó Fausto Vallejo al poder.

“Yo esperaría dos cosas: que el dinero se utilice de manera transparente y no se desvíe a cuestiones electorales; menos aún, que se quede a medio camino, considerando la corrupción y las claras complicidades (de las autoridades estatales) con Los Caballeros Templarios. Esperemos que sea una estrategia correcta, lo necesitamos los michoacanos.”

–¿Cómo se daría eso, cómo se financiaría a un grupo criminal? –se le pregunta.

–Como le estaban haciendo los integrantes de ese grupo, quienes extorsionaban a los presidentes municipales vía la obra pública, en los programas especiales como el ramo 33. Creo que el gobierno federal debe cerciorarse de que el dinero llegue a las comunidades y a los pueblos, porque requieren de mucho apoyo.

Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1945 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

Reportaje Especial/ 11 de febrero de 2014)


 

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