Ramos Arizpe, Coah.- Cansado de la soledad en que se
encontraba desde hacía años, un hombre del ejido Paredón prefirió la
muerte a vivir un día más sin sus padres.
Ayer al mediodía, Luis Arturo Aguilar Piña, de 35 años, fue a un expendio a comprar bebidas alcohólicas, ingiriéndolas a la orilla de las vías del tren, y alrededor de las 16:30 horas los pensamientos suicidas lo invadieron.
Luis Arturo se percató de la presencia de un tren que se acercaba al pueblo, tomando la decisión que segundos después le quitó la vida, muriendo decapitado.
Rafael Pérez Salazar, juez del pueblo, señaló que desde hacía años se veía al hombre ebrio todos los días.
Fue hasta alrededor de las 17:30 que los vecinos del sector se dieron cuenta del hecho; no hubo testigos presenciales, siendo posteriormente notificadas las autoridades ministeriales y de la Policía Municipal.
El cuerpo de Luis Arturo Aguilar Piña fue trasladado al Semefo, donde se le practicó la necropsia de ley.
Ayer al mediodía, Luis Arturo Aguilar Piña, de 35 años, fue a un expendio a comprar bebidas alcohólicas, ingiriéndolas a la orilla de las vías del tren, y alrededor de las 16:30 horas los pensamientos suicidas lo invadieron.
Luis Arturo se percató de la presencia de un tren que se acercaba al pueblo, tomando la decisión que segundos después le quitó la vida, muriendo decapitado.
Rafael Pérez Salazar, juez del pueblo, señaló que desde hacía años se veía al hombre ebrio todos los días.
Fue hasta alrededor de las 17:30 que los vecinos del sector se dieron cuenta del hecho; no hubo testigos presenciales, siendo posteriormente notificadas las autoridades ministeriales y de la Policía Municipal.
El cuerpo de Luis Arturo Aguilar Piña fue trasladado al Semefo, donde se le practicó la necropsia de ley.
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