Guadalajara.- Tratar de conciliar un problema de bullying,
del que su hijo era víctima, terminó por costarle la vida a Antonio
Santiago Claro, de 39 años de edad, quien recibió un ladrillazo en la
cabeza de parte del agresor de su vástago.
Los hechos se registraron el pasado 8 de febrero, en el municipio de Poncitlán, cuando Santiago Claro y su esposa María Virginia Ramos Gutiérrez, de 36 años, fueron a buscar a la madre de un joven que agredía a uno de sus hijos menores de edad, pero cuando hablaban con la mujer, el sujeto –del que no se proporcionó nombre, ni edad– le arrojó un ladrillo desde la azotea asestándole en la cabeza, además de agredirlo con piedras y otros objetos contundentes.
Tras el ataque, Santiago Claro fue llevado en un vehículo particular a un puesto de socorros, pero por la gravedad de su estado, los paramédicos de la Cruz Roja decidieron trasladarlo a Chapala en donde fue estabilizado, pero nuevamente se complicó su estado derivándolo al Centro Médico de Occidente en donde se informó del deceso.
Los hechos se registraron el pasado 8 de febrero, en el municipio de Poncitlán, cuando Santiago Claro y su esposa María Virginia Ramos Gutiérrez, de 36 años, fueron a buscar a la madre de un joven que agredía a uno de sus hijos menores de edad, pero cuando hablaban con la mujer, el sujeto –del que no se proporcionó nombre, ni edad– le arrojó un ladrillo desde la azotea asestándole en la cabeza, además de agredirlo con piedras y otros objetos contundentes.
Tras el ataque, Santiago Claro fue llevado en un vehículo particular a un puesto de socorros, pero por la gravedad de su estado, los paramédicos de la Cruz Roja decidieron trasladarlo a Chapala en donde fue estabilizado, pero nuevamente se complicó su estado derivándolo al Centro Médico de Occidente en donde se informó del deceso.
(ZOCALO/ Milenio /11/02/2014 - 02:14 PM)
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