México, DF.- Cada vez son más los empresarios acaudalados de México que, huyendo de la violencia que se vive en su país, deciden migrar a ciudades del sur de Estados Unidos con sus familias para iniciar una nueva vida.
Cuando se habla de la migración de mexicanos hacia Estados Unidos se
suele pensar en personas de pocos recursos que, huyendo de la pobreza y
la violencia, cruzan la frontera, en algunos casos de forma ilegal, para
tratar de iniciar una nueva vida en el territorio del vecino del norte.
Si bien este fenómeno que lleva produciéndose desde hace décadas
continúa, en años recientes mexicanos adinerados están eligiendo algunos
de los estados del sur de EU para fijar su residencia.
En la mayoría de casos, se trata de empresarios acaudalados que, por
miedo a la violencia del narcotráfico, deciden trasladarse con sus
familias a lugares como Texas, Arizona, Nuevo México o California, desde
donde pueden continuar manejando sus negocios sin ser víctimas de la
extorsión o el secuestro.
En el último lustro este influjo de mexicanos con dinero está
transformando ciudades como San Antonio, Dallas, El Paso o San Diego, en
las que se han multiplicado los negocios y las urbanizaciones
exclusivas dirigidas a este colectivo.
Los medios de comunicación locales han llegado a comparar este influjo
de inmigrantes -muchos de los cuales provienen de estados norteños como
Nuevo León, Tamaulipas o Chihuahua- con la ola de exiliados que huyeron a
Texas después de la Revolución Mexicana de 1910 o con la de los cubanos
que se establecieron en el sur de Florida tras la revolución de 1959.
Las autoridades estadounidenses, conscientes de los beneficios
económicos de este fenómeno, están facilitando la obtención de visados a
estos mexicanos, en muchos casos a cambio de una inversión que oscila
entre los USD$500.000 y USD$1 millón y la generación de unos pocos
puestos de trabajo.
Violencia y seguridad
¿Qué lleva a los mexicanos adinerados a elegir determinadas ciudades del sur de EU para iniciar una nueva vida?
Según le explicó a BBC Mundo Juan M. Fernández, presidente de la
Asociación de Empresarios Mexicanos (AEM) de San Antonio, la cercanía
geográfica y la seguridad se encuentran entre los factores más
importantes.
“Tristemente la mayoría de los que se han mudado lo han hecho por la
violencia. Suelen ser empresarios que buscan seguridad para sus familia y
expandir sus negocios en San Antonio”, explica Fernández.
“La ventaja de Texas es que tiene el mismo uso horario que Ciudad de
México, además de muy buenas conexiones aéreas, ya que en los últimos
tres años los vuelos han aumentado tremendamente (…) Además, en un viaje
de 5 horas en auto estás en Monterrey y eso facilita las cosas”.
Precisamente de Monterrey es de donde han llegado la mayoría de los
“migrantes fresas” que se han instalado en San Antonio. Según explica
Juan M. Fernández, muchos de ellos viven en zonas residenciales
exclusivas, como Sonterra, que cuenta con un club de golf y que entre
los locales es conocida como “Sonterrey”.
Según Fernández, otro de los atractivos de ciudades como San Antonio es
que los distritos escolares ofrecen programas en los que se educa los
niños en español y en inglés “para que sean bilingües y biculturales”.
“Al principio estaban muy enfocados a los hijos de inmigrantes
indocumentados pero ahora se han vuelto tan populares que hasta hay una
lotería para poder ingresar en esas escuelas, a las que los propios
estadounidenses quieren llevar a sus hijos ya que en 5º de primaria los
niños ya son bilingües”.
Impacto negativo
Eugenio Gómez, profesor de la escuela de negocios mexicana IPADE,
coincide con Fernández en que la violencia del narcotráfico ha sido el
factor más importante que ha llevado a muchos empresarios mexicanos,
principalmente del norte del país, a mudarse a EU.
“Se sienten muy vulnerables frente a ciertos tipos de crímenes. Las
bandas delictivas buscan nuevas actividades para aumentar sus niveles de
ingresos y entre esas está el secuestro y la extorsión. Frente a ello
los ejecutivos de las empresas y sus familias son muy vulnerables”, dice
Gómez en conversación con BBC Mundo.
Y considera que es difícil medir el impacto que este fenómeno está
teniendo en la economía mexicana, aunque cree que las consecuencias
negativas son evidentes ya que “año tras año el país está creciendo
menos de lo que podría”.
“Estos empresarios se han ido y han dejado de tener su enfoque principal
en el país, donde ya no invierten lo mismo que antes. El consumo de
estas personas también se ha trasladado a EU, lo que no es bueno
teniendo en cuenta que son gente con un alto poder adquisitivo”.
“Además, también se pierde talento, ya que es probable que los hijos de
estos empresarios que cuentan con una buena educación nunca vuelvan. Así
que entre talento, inversión y consumo estamos perdiendo crecimiento y
capacidad productiva”, señala Gómez.
Binacionales
Sin duda uno de los lugares que más se ha beneficiado del fenómeno de
los “migrantes fresas” es la ciudad californiana de San Diego, situada a
una veintena de kilómetros de la localidad fronteriza de Tijuana.
En las últimas dos décadas -en especial tras la entrada en 1994 en vigor
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)- los
intercambios comerciales en esta región se han disparado y las compañías
que cuentan con sedes a ambos lados de la frontera se han multiplicado.
Además, cada vez son más los empresarios mexicanos que deciden
establecer su residencia permanente en San Diego, mientras mantienen una
relación de negocios diaria con Tijuana.
Roberto Cornejo, quien lleva más de 30 años residiendo en San Diego,
asegura que la llegada de mexicanos acaudalados ha sido fundamental para
el desarrollo de ciertas partes de la ciudad.
Cornejo reconoce que muchos se han mudado debido a la violencia que se
vive al otro lado de la frontera, aunque señala que, en su caso,
considera “un privilegio” el hecho de haber podido dar a sus hijos la
posibilidad de criarse entre dos culturas.
“Mis cuatro hijos tienen carrera, hablan dos o tres idiomas y son
binacionales. Entienden lo que es vivir a uno y otro lado de la
frontera. Saben conjugar las tradiciones mexicanas y estadounidenses”,
asegura Cornejo.
“Privilegiados”
El asesor de empresas mexicano José Contreras lleva desde 1987
residiendo con su familia en San Diego, donde nacieron sus tres hijas.
Contreras, quien cuenta con oficinas a ambos lados de la frontera,
asegura que se decidió a residir en el sur de California “en gran parte
buscando seguridad financiera y personal, debido a que el norte de
México hace años que está atribulado con los problemas de seguridad”.
“Yo voy 2 o 3 días a la semana a Tijuana por trabajo o a visitar a
amigos y familiares. También utilizamos los servicios médicos en México
por que los precios son más módicos y cruzamos la frontera para llenar
la despensa de comida mexicana. Buscamos lo mejor de los dos mundos”,
señala.
Contreras no cree que en su país los vean con desprecio por haberse
mudado a EU y el término “migrantes fresas” le parece gracioso, aunque
cree que no va con él.
“Tratamos de ayudar a la gente y de llevar una mexicanidad ejemplar en
la medida de lo posible. Sabemos que somos unos privilegiados e
intentamos ser un apoyo para aquellos que no pueden venir para acá.
Generamos empleo y riqueza a ambos lados de la frontera”, asegura.
“Hay muchas cosas que se echamos de menos: el sabor de la vida diaria,
el comprar fruta en una esquina. Pero estamos muy unidos a nuestra bella
Tijuana, a la que queremos mucho. Pese a vivir en EU, México está en
nuestro corazón”.
(ZOCALO/ Agencias / 09/01/2014 - 04:03 AM)
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