Agencia EFE
Bangkok– Decenas de edificios, entre ellos una
mezquita y un orfanato, terminaron calcinados tras la explosión de un nuevo
brote de violencia sectaria entre budistas y musulmanes en el noreste de
Birmania (Myanmar), informan hoy los medios locales.
Las autoridades
birmanas impusieron el toque de queda en la ciudad de Lashio, capital del
estado Shan, anoche y desplegaron efectivos militares para controlar los grupos
de furiosos budistas que se dirigían a los barrios de mayoría musulmana.
El jefe de la
policía de Lashio declaró a la radio estatal que no se han registrado víctimas
mortales durante los incidentes y que la situación esta mañana se encontraba
bajo control.
El Gobierno de
Birmania condenó en un comunicado lo sucedido e hizo un llamamiento a la
población a mantener la calma.
El año pasado, la
violación y asesinato de una joven budista a manos de varios musulmanes en el
estado de Rakhine (oeste) desató una ola de violencia sectaria que causó 163
muertos y más de 100 mil desplazados, de los que gran parte aún continúan en
campamentos de refugiados.
Otras 43 víctimas
mortales fueron contabilizadas el pasado marzo durante un rebrote de los
disturbios en las provincias centrales del país tras una discusión entre los
dueños musulmanes de una tienda de oro y clientes budistas, que además
ocasionaron 12 mil desplazados.
La ONU, Estados
Unidos, la Unión Europea y los gobiernos de otros países han expresado su
preocupación por que los disturbios puedan contribuir a descarrilar las
reformas que acomete Birmania después de casi medio siglo de regímenes
militares.
Birmania tiene cerca
de 60 millones de habitantes, de los que el 89 por ciento son budistas, un 4
por ciento musulmanes y el resto de otras religiones.
(EL DIARIO, EDICION JUAREZ/ EFE | 2013-05-29 | 06:28)
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