Gloria Leticia Díaz/ Proceso
MÉXICO, D.F.
(apro).- La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) se sumó a la ola de
indignación por el premio que la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos
otorgó al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y condenó las agresiones
contra periodistas y radios comunitarias de Oaxaca que han dado voz a
opositores de los megaproyectos eólicos en el istmo de Tehuantepec.
Además, externó su
preocupación por las condiciones de riesgo que pasan los periodistas en México,
en particular en los estados del noreste del país, donde los medios de comunicación
en línea y blogs se han visto muy afectados.
Asimismo, manifestó
su “asombro” por el hecho de que la Asociación Mexicana de Editores haya
otorgado, el 2 de abril pasado, al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, un
premio destinado a “recompensar sus supuestos esfuerzos para garantizar el
pleno ejercicio de la libertad de expresión”.
La organización, que
tiene su sede en París, Francia, resaltó que en marzo realizó una misión de
trabajo en México para constatar la violencia que sufren los periodistas
mexicanos, de ahí su asombro por el premio otorgado al gobernador de Veracruz,
entidad donde, recordó, cinco periodistas fueron asesinados en 2012 y prevalece
la completa impunidad.
En un comunicado,
condenó también la represión contra algunas radios comunitarias en Oaxaca “por
parte de transnacionales y del gobierno local”.
Dichos medios, dijo,
“se oponen al proyecto de construcción de un gigantesco parque eólico en el
Istmo de Tehuantepec, a cargo de las compañías Mareña Renovables y Gas Natural
Fenosa”, porque nunca las comunidades indígenas no fueron consultadas
previamente.
Como el caso más
representativo de esta violencia oficial, RSF citó el caso del periodista de
Radio Totopo, Carlos Sánchez Martínez, quien el pasado 4 de abril “fue arrestado
y agredido físicamente por agentes de la policía del estado”. Aún está
detenido.
Recordó que el 26 de
marzo el gobierno de Oaxaca desmanteló y confiscó el equipo técnico de Radio
Totopo, y refirió que este caso “es representativo de la persecución que sufre
este medio de comunicación comunitario, que desde hace varios meses ha
desempeñado un papel central en la defensa de los pueblos indígenas y la
oposición al proyecto eólico”.
RFS enunció otros
casos de represión, como el del periodista de Radio Xadani, Filiberto Vicente
Aquino, quien el pasado 20 de marzo “recibió amenazas de muerte tras acudir a
una rueda de prensa sobre la oposición al parque eólico”.
Un día después,
dijo, fueron retenidos por policías municipales de San Mateo del Mar Ignacio
Garrido y Karina Martínez, de Radio Voces de los Pueblos; Rosa Rojas y
Francisco Olvera, del diario La Jornada; así como David Henestrosa y Eliseo
Ramírez.
En los últimos días,
fue robado también el equipo de Radio Huave, medio que “desde hace más de diez
años denuncia los impactos del megaproyecto eólico”, puntualizó RSF.
En su boletín RSF
llamó al gobierno de Oaxaca y a las empresas trasnacionales para que “cese esta
campaña de criminalización de las radios comunitarias y respeten su trabajo que
(…) no hacen sino informar sobre el conflicto que tiene lugar en la zona”.
Además, pidió a las
autoridades respeto a la legislación en materia de derechos de los pueblos
indígenas, en particular el Convenio 169 de la Organización Internacional del
Trabajo, ratificado por México en 1990, así como el artículo 2 de la
Constitución Mexicana.
(PROCESO/ Gloria Leticia Díaz/5 de abril de 2013)
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