Claudia Olinda Morán/ Zócalo
Saltillo, Coah.-
Cinco denuncias por fraude en Acuña, tres en Piedras Negras con 13 más en
proceso, 40 actas de extravío de pasaporte asociados a Chambamex en Torreón,
150 casos en Ramos Arizpe y al menos dos denuncias más en Saltillo, más las que
se acumulen, es el saldo que registró la Procuraduría General de Justicia de
Coahuila hasta ayer y se espera que las demandas continúen, ya que la mayoría
de los afectados aún no han iniciado querella.
Sin embargo,
Chambamex busca, mediante amenazas a sus propios reclutadores, inhibir las
denuncias y la presentación de pruebas en su contra.
Rosalinda Gómez
Hernández, quien reclutó a alrededor de 150 personas en Ramos Arizpe, asegura
haber recibido amenazas de sus empleadores, al igual que ocurre en Tamaulipas y
otros municipios con los que tiene contacto.
“Nos están
amenazando ellos que si venimos con ustedes y sacamos todo a la luz, nuestra
familia y yo vamos a pagar las consecuencias”.
“Nos amenazan los
empleadores, apenas subimos algo a internet e inmediatamente lo eliminan. Hablé
con otro reclutador de Ciudad Victoria, que me dijo que ya no tendrá contacto
conmigo porque está amenazado, tiene tres hijos y que se tendría que cambiar de
casa”.
Asimismo, refiere
que con la mayoría de sus reclutados no tiene problema, que comprendieron que
también fue defraudada.
“En lo personal, con
ellos, con la mayoría de las personas que recluté no tengo problema, son dos o
tres. La gente me va a decir ladrona, pero si yo hubiera robado yo pago, pero
legalmente tengo los documentos de donde yo sólo trabajaba en la empresa”.
“Nunca me dieron
prestaciones, les pedía cada que iba que me dieran una carta porque andaba
consiguiendo mi visa americana y nunca me la quisieron dar, nunca se quisieron
comprometer. Tengo un único pago que me hicieron para mostrar que yo soy
reclutadora.
“Fue un pago de 5
mil pesos por las primeras 10 personas que llevé. Es el único recibo que me
dieron. Cuando me contrato con ellos les pregunto si están dados de alta en
Gobernación, en Hacienda, sacan todos los papeles y crees que todo está
perfecto, recibos foliados, todo”.
“Sus cuentas siguen
vigentes y hay personas que aún depositan, queremos que alerten sobre eso, que
investiguen en los consulados canadienses y americanos”, finaliza.
SE APROVECHARON DE LA NECESIDAD
El 1 de diciembre de
2012, Rosalinda Gómez Hernández, graduada en Administración de Empresas y
desempleada, marcó un anuncio en el periódico en que solicitaban a reclutadores
de personal. En la misma página señaló tres anuncios más, uno para trabajar en
Estados Unidos, otro de trabajo de dos o tres horas por la mañana con una paga
de mil pesos semanales y otro más que ofrecía contrato por seis meses para
trabajar en Estados Unidos.
Sólo era una más de
los miles de buscadores de empleo que por esos días confían en la suerte de
encontrar algo para iniciar el próximo año y lo encontró. Un viaje a San Luis
Potosí, una ciudad que ni ella ni su esposo conocían y que tomaron como una
pequeña vacación, la llevó a las puertas de Chambamex.
Vía telefónica, Lucy
Silva la citó dos días después en las oficinas de Juan Zarco 596 del barrio de
San Juan de Guadalupe, en San Luis Potosí, donde tras llenar una solicitud de
empleo, Patricia Loredo le explicó que su trabajo sería informar de los
requisitos y costos a quienes se interesaran en trabajar en Estados Unidos y
Canadá.
Mil pesos al momento
de llenar una solicitud, más 7 mil para un trabajo en Canadá o 6 mil más para
laborar en Estados Unidos. A ella le tocarían 500 pesos por persona al llevar
la papelería y el dinero en efectivo, personalmente a San Luis Potosí.
A su regreso a Ramos
Arizpe logró reunir a 10 candidatos, seis de ellos con destino a Canadá y
cuatro que presuntamente irían a Florida en los Estados Unidos. Al llevar el
efectivo y la papelería a San Luis Potosí, le pagaron 5 mil pesos en efectivo
por el reclutamiento, en el segundo le dirían que cambiaron las políticas y que
le pagarían hasta que sus reclutados se fueran al extranjero, lo que ocurriría
el 21 de enero de 2013.
Los pagos siguientes
los harían personalmente los interesados a través de cuentas en los bancos
Scotiabank y HSBC. Reuniendo los recibos sellados y los pasaportes de los
interesados, Rosalinda acudió ante el notario público 95 en Ramos Arizpe, Raúl
José Garza de la Peña, para certificar la transacción. Tres personas más se
añadieron a la lista para iniciar su trámite con destino a Canadá.
Ya en San Luis,
Patricia Loredo, asesora de Chambamex, puso un sello de recibido del dinero y
pasaportes con la leyenda “Director General y Tesorero Arturo Fernando Ayala
Renaud” y le explica que cambiaron las políticas de pago a los reclutadores,
por lo que se le pagarán los 500 pesos por persona hasta que tengan su visa de
trabajo.
Rosalinda Gómez
entrega ocho pasaportes y los 3 mil pesos en efectivo sin recibir pago alguno.
De regreso a Ramos Arizpe
continúa reclutando y logra ingresar a 14 personas más, que pagan un total de 7
mil pesos cada una, más 48 en trámite inicial. De nueva cuenta, de los más de
100 mil pesos que entregó no recibe ninguna paga.
En los días
siguientes recibiría la llamada de Elvia Esthela Lozano Mirón, quien se
ostentaría como la nueva encargada de la oficina y quien tras aplazar en dos
ocasiones la supuesta fecha de salida del grupo de trabajadores, terminaría por
no contestarle las llamadas.
Su primer contacto
con la realidad del ilícito ocurrió el 31 de marzo, cuando se entera por las
noticias del fraude en Nuevo León.
Francisco Regalado
Hernández, quien también fue defraudado por la empresa, dice que la prioridad
para él es recuperar su pasaporte porque se le puede dar un uso indebido y
agrega además que no desconfía de su reclutadora, pues él mismo llamó para el
trabajo y le explicaron que ya había alguien en la zona.
“La señora no obró
de mala fe, simplemente creyó en lo que nos estaba ofreciendo –dice en su descargo–.
Me firmaba de recibido cuando entregué mi pasaporte. Nunca he pensado en poner
denuncia en contra de ella, sé que no es ella la que estaba actuando de mala
fe”.
Él mismo habló a ese
teléfono y le dijeron que fuera a ser reclutador, sólo le daban instrucción y
el trabajo. “No tenías que ser licenciado ni nada, sólo tenías que tener casa
con teléfono.
“Para ellos entre
más ignorante fuese uno –interviene Rosalinda Gómez–, pues más probabilidades
tenían ellos de no tener esto (muestra los documentos), teníamos reclutadores
que no le sacaron copia fotostática ni siquiera al recibo del banco, fueron y
lo entregaron y cómo comprobarían que pagó”.
DEFRAUDADO TRES VECES
A José Antonio
Cortés Iracheta en abril de 2012 Óscar Zamora Vázquez, del DF, le dio un número
de cuenta en Banamex para que le depositara 3 mil pesos con el fin de llevarlo
a Estados Unidos a trabajar. Antes, a Ernesto Dueñas, en Tula, Hidalgo, le
depositó mediante Jéssica Alemán Sánchez 3 mil pesos en Bancomer también por lo
mismo y ahora es uno de los defraudados de Chambamex.
(ZOCALO/ Claudia Olinda Morán/ 05/04/2013 - 09:06 AM)
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